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Hipótesis sobre el comienzo del Universe


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  3.197 Palabras (13 Páginas)  •  165 Visitas

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Es difícil plantearse la pregunta ¿Debemos creer en un Dios?, ¿Cómo se creó el universo?, ¿Qué hubo antes de la ciencia?, ¿Hay alguien que controle los efectos del universo?

Durante mucho tiempo la respuesta fue casi siempre la misma: “los Dioses habían creado todo”, el mundo era un lugar que provocaba temor, por eso incluso sociedades tan “rudas” como los vikingos creían en seres sobrenaturales que explicaban ciertos fenómenos naturales como los rayos o las tormentas; los Vikingos tenían muchos Dioses diferentes: Thor era el dios del rayo, otro dios llamado Aegir causaba las tormentas marinas, pero el dios más temido de todo se llamaba Sköll él era responsable de un hecho natural aterrador que hoy llamamos eclipse de sol, Sköll era un dios con forma de lobo que vivía en el cielo, a veces se devoraba al sol y provocaba ese temido momento en que el día se transformaba en noche, sin ninguna explicación científica imagínense que aterrador era para ellos ver desaparecer el sol. Los vikingos respondían de la única manera que tenía sentido para ellos “intentaban asustar al lobo para que se alejara”, ellos creían que sus actos hacían que el sol regresara. Por supuesto hoy en día nosotros sabemos que lo que ellos hicieran no importaba el sol habría reaparecido de todos modos, porque resulta que el universo no es tan misterioso o sobrenatural como parece pero hace falta un poco de más coraje que el de los vikingos para descubrir la verdad. Con respuestas lógicas cualquier persona sabría cómo funciona el universo. Esto ya se sabía mucho antes de que existieran los vikingos, en la antigua Grecia.

Cerca del año 300 a.C. un filósofo llamado Aristarco también estaba fascinado por los eclipses, especialmente los lunares, tuvo el valor suficiente para preguntarse si realmente los eclipses eran provocados por los dioses. Estudio tan detenidamente el cielo que llegó a conclusiones sorprendentes, determino que los eclipses eran la sombra proyectada por la tierra cuando pasa sobre la luna y no un acontecimiento divino. A partir de ello Aristarco dedujo que la tierra no era el centro del universo, más bien esta sólo era una pequeña parte del universo.

El universo es “una maquina” gobernada por principios o leyes, leyes que la mente humana puede entender y el descubrimiento de estas leyes ha sido unos de los logros más grandes de la humanidad, pues son estas leyes de la naturaleza las que nos dirán si necesitamos a un Dios para explicar el universo o no.

Por mucho tiempo se ha pensado que las personas con discapacidades habían tenido algún tipo de castigo de Dios, en estos tiempos quizá sea preferible pensar que todo se pueda explicar de otra manera ósea a través de las leyes de la naturaleza. Pero ¿Qué es exactamente una ley de la naturaleza y por qué es tan poderosa?, eso se puede explicar con un simple juego de tenis.

El tenis está sujeto a dos grupos de leyes, uno de ellos fue creado por el hombre: las reglas del juego que comprenden aspectos como tamaño del campo de juego, la altura de la red y todo aquello que determina si un golpe es válido o no. Esas reglas del tenis podrían cambiarse si el organismo que regula este deporte así lo deseara. Pero el otro grupo de leyes que regulan el juego son fijas e inmutables, describen lo que le sucede a la pelota cuando la golpean, la fuerza y el ángulo de golpe de la raqueta determinan exactamente lo que sucederá después. Las leyes de la naturaleza describen como funcionan las cosas en el presente, el pasado y el futuro, regresando al ejemplo del tenis la pelota siempre irá exactamente al lugar donde dicen que irá. Pero hay muchas otras leyes que también se aplican a este caso, determinan todo lo que sucede, desde cómo se genera la energía en los músculos del jugador hasta la velocidad con que crece el césped de la cancha. Lo más importante es que las leyes de la física además de ser inmutables son universales. No se aplican sólo al recorrido le la pelota sino también al movimiento de un planeta y a todas las cosa del universo.

A diferencia de las leyes hechas por el hombre las leyes de la naturaleza no pueden romperse por eso son tan poderosas y desde el punto de vista religioso también polémicas.

Una vez que conocemos a cerca de todas estas leyes de la naturaleza surge una “pequeña pregunta” ¿Cuál es el lugar que queda para Dios? Esta es una gran parte de la contradicción entre la ciencia y la religión aunque realmente este conflicto es bastantemente antiguo.

En 1277 el papa Juan XXI se sentía totalmente amenazado por el concepto de las leyes de la naturaleza tanto que declaro que constituían una herejía, por desgracia él no pudo cambiar las leyes de la gravedad, poco tiempo después el techo del palacio se derrumbó sobre su cabeza. Pero “la religión organizada” pronto encontró una solución. Durante los siglos siguientes se estableció que las leyes de la naturaleza eran obra de Dios y que por lo tanto Dios podía cambiarlas si así lo deseaba, esta visión se veía “reforzada” por la visión de que éste planeta azul y perfecto era el centro del universo que todas las estrellas y planetas giraban alrededor de la tierra y la idea de Aristarco había sido de alguna manera olvidado hacía ya mucho tiempo. Pero los humanos somos inquisitivos por naturaleza y algunos como Galileo Galilei no pudieron evitar “echar otro vistazo” al “reloj de Dios”

Corría el año 1613 y esta vez los resultados lo cambiarían todo.

Galileo es el fundador de la ciencia moderna él decía que si uno examinaba el universo cuidadosamente podía discernir cómo funcionaba exactamente, estaba tan decidido a probarlo que perfeccionó unos lentes que por primera vez podían “aumentar el cielo nocturno” unas veinte veces y los armó cuidadosamente fabricando un telescopio. Desde su casa en Padua (Italia) utilizaba su telescopio para estudiar a Júpiter todas las noches e hizo un descubrimiento asombroso; tres puntos diminutos cercanos al gigantesco planeta. Al principio creyó que esos puntos eran estrellas muy débiles, pero al observarlo durante muchas noches vio que se movían pero lo más extraño es que después apareció un cuarto punto. Algunas veces uno de ellos desaparecía detrás de Júpiter y luego aparecía de nuevo, pensó que eran lunas que orbitaban dicho planeta, esa era una prueba cierta de que al menos algunos objetos no giraban alrededor de la tierra. Después inspirado por éste descubrimiento se dispuso a demostrar que la tierra en realidad giraba alrededor del sol; Aristarco estaba en lo cierto. Los descubrimientos de galileo provocaron una “revolución mental” la cuál de alguna manera debilitaría el dominio de la religión sobre la ciencia, pero en el siglo XVII le trajeron serios problemas

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