La Orientación como práctica social y disciplina profesional
Enviado por germanasdasd • 18 de Marzo de 2015 • 13.576 Palabras (55 Páginas) • 328 Visitas
Presentación del Tema
La Orientación como práctica social y disciplina profesional ha intentado responder a las necesidades individuales y sociales en cada época, evolucionando desde sus orígenes y adaptándose a las constantes demandas del ser humano en su devenir. En este nuevo milenio la Orientación requiere una respuesta de su función estrechamente vinculada con la aplicación de recursos formativos para un ambiente de aprendizaje e investigación que establezca su pertinencia social con las exigencias sociales actuales y de desarrollo científico en el área.
Se presenta a la Orientación como una Práctica social que muestra una falta de especificidad en su ámbito de acción, pues históricamente ha tenido que responder a necesidades de índole muy diversa: necesidades del área personal, social, educativas y vocacionales, que deben ser atendidas tanto en el ámbito individual como grupal y que ameritan vincularse a necesidades de orden institucional y social.
En tal sentido, la orientación como práctica social que interviene en el proceso educativo, no escapa a la dinámica de profundos cambios que se viven en todos los ámbitos de la red social. Ella se debate entre conservar las estructuras tradicionales de su quehacer y aproximarse a una nueva realidad para la cual debe prepararse con vigilante atención, pues sobre estos fenómenos que emergen de la cotidianidad hay que generar investigación que sustente las reflexiones concebidas como producto de la intervención de esa realidad.
En respuesta a lo expresado, el profesional de la orientación cumple sus funciones cuando posee criterio suficiente para entender los problemas sociales y educativos y da respuestas curriculares de calidad a las situaciones y espacios educativos que se le presenten.
Ahora bien, la demandante realidad venezolana de alto riesgo social, aporta un marco explicativo y refuerza la necesidad de presencia de los orientadores, no sólo en la escuela, sino también en diversos espacios de educación no formal, en los cuales puede responder a necesidades individuales y sociales, como promotores y educadores en bienestar social y desarrollo humano.
Por otra parte, desde sus inicios, y aún hoy en día, la práctica de la Orientación se ha fundamentado casi exclusivamente en el nivel de explicación psicológica del comportamiento humano, centrándose en las teorías de la Personalidad y del Aprendizaje. Se considera que este nivel de explicación es necesario pero no suficiente si se acepta que el hombre es un ser de naturaleza social, que llega a ser humano justamente por la incorporación y organización de las experiencias con los demás individuos en un espacio sociocultural determinado.
En consecuencia, se ha dejado de lado la consideración de la dimensión sociocultural al momento de comprender e intervenir sobre los asuntos humanos que acontecen en torno a las instituciones educativas. En efecto, la concepción del hombre como ser social, la institución educativa como instancia socializadora por excelencia y la orientación educativa como instrumento de política nacional para contribuir al logro de los fines educativos, lleva a mostrar la falta de coherencia que existe entre las funciones sociales de la Orientación Educativa y la fundamentación teórica psicológica centrada en las teorías de la personalidad de dicha práctica.
Tales reflexiones llevan a proponer que la práctica de la orientación se sustente en una visión alternativa de carácter psicosocial. Un enfoque psicosocial hace referencia a un nivel de explicación de los fenómenos del comportamiento humano que intenta integrar lo psicológico y lo sociocultural. Tal propuesta tiene como elemento teórico nuclear los fenómenos de la interacción social comunicativa en los diferentes niveles de organización humana: interindividual, grupal e intergrupal-organizacional y sociedad.
Se concluye esta presentación citando a Casado (1998) que afirma que la Orientación, pensada desde la perspectiva del Orientador como asesor-consultor, está en situación critica y que, además de los factores socio-institucionales que podrían explicarla, se considera importante revisar la visión psicológica que fundamenta su práctica.
Sobre la base de lo antedicho este tema pretende abordar, en la primera parte, la confusión conceptual de lo que es la orientación debido al enfrentamiento entre los diferentes modelos y enfoques que se aplican en los ambientes educativos. Seguidamente se hace referencia a los fundamentos contextuales que dieron origen y contribuyeron al desarrollo y transformación de esa práctica. Para abordarlo, se intenta estudiar en forma breve el surgimiento del movimiento de orientación en el mundo (Europa, Estados Unidos de Norteamérica, Latinoamérica), lo cual permitirá comprender mejor la forma como éste ha influido en Venezuela, el por qué de las dificultades confrontadas para llegar a una conceptualización clara de la función de la orientación educativa y de las restricciones que han limitado la incorporación de las actividades de orientación a los demás elementos del currículo y su extensión a todos los niveles y modalidades del sistema escolar.
Igualmente, permitirá la percepción de cómo era el papel de la orientación en Venezuela, para los inicios de la democracia representativa: democratización-masificación de la escolaridad, la bonanza petrolera, el desarrollismo y la sustitución de importaciones, en contraste con los tiempos de la corrupción, crisis financiera, partidización-despartidización, privatización de la educación, globalización. Asimismo, reconocerá un mayor entendimiento de cómo se efectúa en Venezuela el tránsito de un modelo prescriptivo de tipo remedial, pasando por una orientación de asesoramiento y consulta, hacia una postura más flexible en su quehacer: el enfoque psicosocial.
Posteriormente se incluyen los principios y campos de acción de la orientación que pretenden dar cuenta de las transformaciones sufridas por esta disciplina que se traducen en un fenómeno integral de la vida humana y escapan a los límites de la especificidad profesional. Más particularmente, se sitúa fuera de las fronteras del contexto educativo formal en múltiples escenarios en lo que se ha llamado funciones contingentes o diversidad de funciones que puede realizar el orientador ante estos tiempos de cambios y oportunidades. Finalmente se apunta a la reflexión sobre el rol del educador y su comprensión como orientador, haciéndolo consistente con los nuevos tiempos para afrontar los cambios y transformaciones que ocurren constantemente en la sociedad en que se vive.
LECTURA BÁSICA No 01
LA ORIENTACIÓN
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