ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

No Hay Docencia Sin Discencia


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2012  •  852 Palabras (4 Páginas)  •  402 Visitas

Página 1 de 4

Saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción.

El pensar acertado no tiene que ver con las formulas preestablecidas, pero sería la negación de ese pensar si pretendiéramos forjarlo en la atmosfera del libertinaje o del espontaneísmo. Sin rigor metódico no existe el pensar acertado.

Enseñar exige conciencia del inacabamiento.

Mi inmunidad ante los otros y ante el mundo mismo es la manera radical en que me experimento como ser cultural, histórico, inacabado y consciente del inacabamiento. El inacabamiento del ser o su inconclución es propio de la experiencia vital. Donde hay vida hay inacabamiento. Pero solo entre hombres y mujeres el inacabamiento se tornó consciente. La invención de la existencia a partir de los materiales que la vida ofrecía llevo a hombres y mujeres a promover el soporte en que los otros animales continúan, en su mundo.

La experiencia humana en el mundo varía de calidad con relación a la vida animal en el soporte. El soporte es el espacio en que el animal se prende “afectivamente” para resistir. En el soporte, los comportamientos de las individuos son mucho mas explicacbles por la especie a la que pertenecen que por ellos mismos. Les falta libertad de opción. Por eso no se habla de una ética entre los elefantes.

El soporte se fue haciendo mundo y la vida, existencia, al paso que el cuerpo humano se hizo cuerpo consciente, captador, aprendedor, transformador, creador de belleza y no “espacio” vacío para ser llenado de contenidos.

A partir del momento en que los seres humanos, al intervenir el soporte, fueron creando el mundo ya no fue posible existir salvo estando disponible a la tensión radical y profunda entre el bien y el mal. Es decir, ya no fue posible existir sin asumir el derecho el deber de optar, de decidir, de luchar, de hace política. Y todo eso nos lleva de nuevo a lo imperioso de la práctica formadora, de naturaleza eminentemente ética.

Que mi destino no es un dato sino algo que necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no puedo escapar. Me gusta ser persona porque la Historia en que me hago con los otros y de cuya hechura participo es un tiempo de posibilidades y no de determinismo. Eso explica que insista tanto en la problematización del futuro y que rechace su inexorabilidad.

Enseñar exige el reconocimiento de ser condicionado.

Inacabado, soy un ser condicionado, pero consciente del inacabamiento que puedo superarlo.

Esta es la diferencia entre el ser condicionado y el ser determinado. En lugar de extraña la concientización es natural al ser que, inacabado, se sabe inacabado. Y programados para aprender ejercitaremos tanto más y mejor nuestra capacidad de aprender y de enseñar cuanto más nos hagamos sujetos y no puros objetos del proceso.

El inacabamiento del que nos hicimos conscientes nos hizo seres éticos.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com