Policy Brief Digitalización

El mercado discográfico inmerso en la era digital: ¿logrará subsistir?

Resumen ejecutivo

A través de este policy brief, se analizarán las principales causas del descenso de ventas del mercado discográfico, las líneas de acción existentes que se han tomado para resolver este problema y finalmente, una propuesta de acción convincente que logre resolver esta grave problemática. Dentro de las causas del descenso en las ventas globales de fonogramas se encuentran la eclosión de Internet y nuevas formas de distribución de la música como la piratería, los nuevos agentes y el surgimiento de nuevas tecnologías digitales. Las principales líneas de acción que se han tomado para resolver este problema son campañas contra la descarga ilegal de música y estrategias de enganche para promover la compra legal de pistas de audio. Sin embargo, ninguna ha sido efectiva para detener la piratería y lograr que el mercado discográfico subsista.

De este modo, es necesario cambiar las líneas de acción existentes ya que estas no han sido efectivas y el valor de la música como parte de una cultura internacional cada día se devalúa más. Para esto, las empresas discográficas deben crear un nuevo modelo de negocio rentable con una serie de medidas desglosadas en el apartado propuesta de acción como concentrar sus ventas en formato digital y contar con un software que permita que toda la música comprada on-line esté presente en todos sus dispositivos para facilitar su reproducción. Estas medidas están enfocadas en fidelizar al cliente y lograr que este prefiera la descarga legal de música por sobre la ilegal. Así, se propone una medida eficaz al problema que enfrentan hoy las empresas discográficas a causa de la digitalización.

Contexto e importancia del problema

La masificación de las redes P2P (red entre pares) como la aparición de “piratas” electrónicos ha generado un alza considerable en las descargas ilegales de música por Internet en los últimos diez años. Del año 2003 al año 2004, hubo un descenso en las ventas globales de fonogramas del  0,4% (Calvi, 2006), sin embargo, cabe considerar que ese periodo de tiempo representa recién el auge de la música en formato digital, por lo que hoy esas cifras son mayores. A través de este policy brief, se analizarán los principales efectos negativos que ha generado este fenómeno en las empresas discográficas y las principales líneas de acción que estas han tomado para lograr subsistir en este nuevo mercado digital.

Dentro de las principales causas de este fenómeno, se encuentra la eclosión de Internet y el surgimiento de nuevas formas de distribución de la música. Al existir el archivo digital, los “piratas” electrónicos tienen fácil acceso a copiar ilegalmente estos archivos y utilizarlos sin el conocimiento del productor (Bockstedt, Kauffman y Riggins; 2004). Otra causa que explica el problema tratado al comienzo, es que los nuevos agentes, en comparación a los antiguos, son nacidos en la era digital y necesitan escuchar de todo tipo de música. Esto genera que la compra del disco completo pierda valor e importancia (Fouce, 2010), cuya consecuencia es el descenso en las ventas globales de fonogramas. Finalmente, el surgimiento y expansión de las nuevas tecnologías digitales, como los reproductores musicales MP3, también son causas relevantes (Calvi, 2006). Al surgir estos aparatos, que reemplazan al Personal CD Player y que no necesitan el disco físico para reproducir la música, se vuelve innecesaria la compra del disco, lo que genera una baja de demanda de los servicios que ofrecen las empresas discográficas.

Es importante analizar este problema ya que cada año, son más personas en el mundo que acceden a música sin pagar por ella. Este fenómeno ha sido iterativo en los últimos diez años, el que genera graves problemas a las empresas discográficas. En primer lugar, debido a que la demanda de discos físicos disminuye a gran velocidad, que genera grandes pérdidas a la empresa y en segundo lugar, debido a que el valor de la música como parte de una cultura internacional se comienza a devaluar. De esta forma, es contingente analizar el problema mencionado y buscar un sistema para reactivar el mercado discográfico, al hacer la digitalización un factor favorable. Así, se lograría que la cantidad de personas del mundo que acceden a música sin pagar por ella disminuya.

Crítica a las líneas de acción

Dentro de las líneas de acción existentes para tratar el problema, se encuentran diversas campañas contra la piratería, que explican que descargar música por Internet es ilegal y que perjudica a todos (Fouce, 2010). Otra línea de acción que se ha tomado en el último tiempo, es una estrategia de enganche, al promover la venta de bienes complementarios. En esta, el modelo desarrollado por la empresa Apple es el que más ha tenido éxito entre los nuevos proveedores digitales, al alcanzar el 70% del mercado de la música on-line (Calvi, 2006). En último término, también han surgido dos modelos de pago para la venta de música digital, uno por descarga y otro por suscripción. Sin embargo, es clara la ineficacia de estos modelos frente a los “piratas” electrónicos y las redes P2P, ya que la popularidad de Napster (primera gran red P2P de intercambio) ha sido evidente. Esta pasó de no tener usuarios en junio de 1999 a 20 millones en julio de 2000 (Bockstedt, Kauffman y Riggins; 2004). De esta forma, queda en evidencia la ineficacia de estas líneas de acción, ya que la descarga ilegal de música se ha masificado, al obtener un producto gratis por el que antes se tenía que pagar.

Propuesta de acción

Al tomar en consideración la ineficacia de medidas actuales que se han tomado para reactivar el mercado discográfico, el que se encuentra inmerso en la era digital, se puede afirmar que es necesaria una propuesta de acción eficaz que logre una solución real al problema que se enfrentan hoy las empresas discográficas.

Debido a lo anterior, la propuesta para solucionar dicho problema consiste en que las empresas discográfcas concentren su foco de ventas en formato digital, al ser este el 80% de sus ventas y el 20% restante que conste de ventas físicas. Este 20% se justifica en los consumidores que aún tienden a valorizar el soporte musical como objeto y los rituales tales como recorrer las tiendas en busca de algún disco sobre el formato digital (Fouce, 2010).

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