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Prohibido pensar


Enviado por   •  4 de Agosto de 2013  •  Informe  •  2.133 Palabras (9 Páginas)  •  633 Visitas

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Título: Prohibido pensar

Autor: Martín Correa

Personajes:

Galileo

El Papa

Sacerdote

religiosa

Guardia

Papa: He girado ya la orden de aprensión contra ese hombre… será silenciado

Sacerdote: Su santidad, si me permite ¿es necesario recurrir a la fuerza?

Papa: Él ha causado mucho revuelo, sus trabajos son peligrosos, nuestro bienestar y el de la cristiandad dependen de ello.

Religiosa: Su santidad, creo que sobreestima a un simple mortal, a ese florentino.

Papa: ¡Tonto! ¿no tienes percepción? Lo que dice refuta a la biblia, sí la tierra gira alrededor del sol, significa que la biblia se equivoca, y si ella está errada en un versículo, entonces eso da pie a que toda la biblia pueda igualmente estar errada.

Sacerdote: Usted es sabio y omnisciente como siempre, su santidad, llevaré a los guardias a buscar a ese pérfido a su guarida.

(Sale el sacerdote, segundos después vuelve)

Religiosa: Los guardias van en camino.

Papa: Hágase la voluntad de dios.

Sacerdote: Amén.

(entra un guardia escoltando a Galileo)

Papa: Galileo Galilei, usted ha blasfemado y continua blasfemando contra el altísimo y su palabra.

Galileo: Su santidad, soy inocente, yo sólo observo los cielos y describo lo que veo, no puede ser pecado utilizar los ojos y la mente.

Papa: Usted desafía a la biblia, y es culpable del pecado de arrogancia, pretendiendo que su intelecto está por encima de la palabra.

Sacerdote: Satán te guía.

Galileo: Para nada, yo sólo me rijo por un lema “mide todo lo que sea medible, y lo que no lo sea, hazlo medible”.

Sacerdote: ¡Blasfemia!

Papa: Es simple, Dios no quiere que uses tu intelecto si el resultado de ello es que su inmutable palabra sea cuestionada, es el maligno quien te guía.

Galileo: Me niego a creer que el mismo dios que me dio tristeza, razón, e intelecto, no quiere que los use.

Religiosa: No hay problema, ha hecho frio últimamente, creo que a todos nos vendría bien una hoguera en la plaza, para calentar el ambiente, nada como una hoguera de hereje para que el señor nos bendiga con su calor.

Galileo: (Medita preocupado)…. De acuerdo, me equivoqué, el maligno me ha guiado, tienen razón.

Papa: ¿Aceptas que las matemáticas son del demonio?

Galileo: Lo acepto.

Religiosa: ¿Aceptas que tu “telescopio” sólo puede originar pecado?

Galileo: Sí, así es.

Papa: ¿Renuncias a utilizar tu intelecto y tu inteligencia?

Galileo: Sí, pues me fueron otorgados por el maligno.

Papa: ¿y aún piensas que la tierra se mueve, en lugar de estar estática en el centro de todo, como dice la biblia?

Galileo: No, por su puesto que no se mueve.

Papa: Puedes retirarte, te has salvado de la hoguera, pero pasarás el resto de tu vida arrestado en tu casa.

Galileo: Gracias por apiadarse de mi, son misericordiosos.

(Galileo se comienza a alejar caminando)

Papa: spirictus sancti orat pro nobis. (quiere decir, espíritu santo, ora por nosotros)

Sacerdote y Religiosa: Amén

Papa: sursum corda (quiere decir elevemos los corazones)

(justo antes de salir de la escena, Galileo dice mirando al público, pero en voz baja, para no ser escuchado por el papa y el sacerdote)

Galileo: y sin embargo… se mueve.

El guión de hoy está inspirado en una vieja leyenda de los indios Sioux norteamericanos. ¿Y por qué?, se preguntará alguno; porque una de las características de las cultura de los indios norteamericanos es el respeto por la naturaleza, algo que hoy día y desde hace tiempo falta de manera alarmante en nuestra cultura.

Volad juntos, pero jamás atados

(En un extremo de la escena podemos ver la típica tienda de los indios norteamericanos).

(Entra el Presentador).

PRESENTADOR.-

Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux norteamericanos que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, un valiente joven guerrero y Nube Azul, la hija del jefe, una de las más hermosas mujeres de la tribu.

(Entran Toro Bravo y Nube Azul cogidos de la mano y en su avance hacia la tienda del brujo, atropellan al Presentador y lo tiran al suelo. Ellos siguen adelante como si nada).

PRESENTADOR.-

(Que se levanta del suelo).

Y digo yo, ¿costaba tanto esperar a que yo saliera?

(No le hacen caso alguno).

Hay que ver esta juventud, tan enamorada y tan alocada.

(Sale Presentador).

TORO.-

¡Viejo Brujo!

NUBE.-

¡Sabio brujo!, queremos consultaros.

(El Brujo entra en escena desde la tienda).

TORO.-

Nos amamos.

NUBE.-

Y nos vamos a casar.

TORO.-

Nos queremos tanto que tenemos miedo, queremos un conjuro, algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos, que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar el día de la muerte.

NUBE.-

Por favor. ¿Hay algo que podamos hacer?

(El Brujo los mira en silencio durante un instante).

BRUJO.-

Hay algo… Pero no sé… Es una tarea muy difícil y sacrificada.

NUBE.-

No importa.

TORO.-

Lo que sea.

BRUJO.-

Bien, Nube Azul, ¿Ves ese monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y sin mas armas que una red y tus manos, deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Si lo atrapas deberás traerlo aquí con vida, al tercer día después de luna llena. ¿Has comprendido?

NUBE.-

Si.

BRUJO.-

Y tú, Toro Bravo, deberás escalar la montaña del trueno, y cuando llegues a la cima encontrarás la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red, deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Azul… ¡Salgan ahora!

(Después de mirarse un instante, ambos jóvenes salen de escena, uno por un extremo de la escena y el otro por el contrario).

(El Brujo sale de escena por su tienda).

(Entra el Presentador).

PRESENTADOR.-

Pasaron los días y la tribu siguió con sus tareas habituales. Los pájaros cantaban, las nubes se alejaban. Nadie suponía cómo iba a terminar la leyenda, porque por aquella época aún no la había contado nadie.

(El Presentador deambulo un poco por la escena).

Y el día indicado, en el momento preciso, los dos jóvenes llegan al poblado, como si se hubiesen puesto de acuerdo.

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