AGROECOLOGIA: UNICA ESPERANZA PARA LA SOBERANIA ALIMENTARIA Y LA RESILIENCIA SOCIOECOLOGICA

AGROECOLOGIA: UNICA ESPERANZA PARA LA SOBERANIA ALIMENTARIA Y LA RESILIENCIA SOCIOECOLOGICA

En la actualidad el mundo se suscribe en una alta variedad de problemas que afectan a todos y cada uno de los habitantes. El hambre es una de las mayores dificultades, que se presenta esencialmente por la pobreza y la inequidad, mas no por la escasez debida a la falta de producción; el Setenta y ocho por ciento de todos los niños malnutridos menores de cinco años que viven en el Tercer Mundo se encuentran en países con excedentes de alimentos.

La agricultura se podría considerar como la base de la existencia mundial; gracias a la variabilidad de esta actividad, se presenta consigo una serie de actividades dependientes que acrecientan el desarrollo y avances de la humanidad.

No obstante, la variabilidad de esta actividad y ante la necesidad de mayor producción, se han creado sistemas y posibilidades en pro de una mayor calidad, producción, ingresos y beneficios, sin embargo se paga un alto costo ante las iniciativas presentes con falsos factores iníciales basados en la suposición de que siempre habría abundante agua, energía barata y clima sin diversificación. La agricultura industrial, gira en torno a los agroquímicos, la mecanización y las operaciones de irrigación, altamente dependientes de combustibles fósiles cada vez más caros y escasos, por lo cual esta actividad es poco ostentosa en un desarrollo sostenible, amenazando la diversidad de los cultivos, a través de la sustitución de variedades nativas por variedades híbridas, y por la contaminación de cultivos tradicionales y especies silvestres por la introducción de organismos genéticamente modificados.

El enfoque de la agricultura convencional siempre ha buscado incrementar la producción de cosechas agrícolas sin considerar las consecuencias posteriores sobre el ambiente en el que se practica. Así ocurre, por ejemplo, con la labranza intensiva del suelo, práctica de monocultivo, uso indiscriminado de fertilizantes sintéticos, el control químico de plagas, uso intensivo de agua de pozos profundos para la agricultura y la manipulación genética, entre otras prácticas de la agricultura moderna. Estas son prácticas promovidas y aplicadas bajo el enfoque de la agricultura denominada convencional. No se debe descuidar y negar que la aplicación de las prácticas e innovaciones tecnológicas convencionales incremente la producción agrícola, pero tampoco se puede negar que su práctica en actividades agrícolas deteriora los recursos naturales en forma considerable y ocasionalmente irreversible.

De tal modo, persiste una necesidad de un enfoque múltiple, una visión holística que integre ideas y métodos de varias disciplinas. Sin duda alguna la humanidad requiere un paradigma alternativo de desarrollo agrícola, uno que fomente una agricultura biodiversa, sostenible y socialmente justa. Ante los múltiples factores negativos de la agricultura convencional, emerge la concepción de la agroecología, que promueve la producción agrícola conservando los recursos naturales elementales de la producción de alimentos tales como el suelo, agua y biodiversidad, incorporando un enfoque de la agricultura más ligado al medioambiente y más sensible socialmente; centrado no sólo en la producción sino también en la sostenibilidad ecológica del sistema de producción.

El reto de producir alimentos en el futuro se debe cumplir usando tecnologías respetuosas del medio ambiente y con métodos socialmente equitativos, en un mundo donde las tierras cultivables están disminuyendo. Los métodos agroecológicos producen más alimentos en menos tierra, utilizando menos energía, menos agua, mientras

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