Analisis Didactico De Un Juego Matematico

“El aprendizaje es la modificación del conocimiento que el alumno debe producir por si mismo y que el maestro solo debe provocar.”

Brousseau

El juego “La casita robada” se plantea en una sala de preescolar. El grupo esta formado por 14 chicos, pero la propuesta de juego solo es para un grupo reducido.

A medida que los alumnos van terminando de trabajar en el cuaderno con una actividad de lecto-escritura, una de las docentes, propone al resto del grupo jugar con cartas. Les ofrece el mazo de naipes y los chicos se ubican en las mesas. El grupo que se observa esta conformado por 4 alumnos (2 varones y 2 nenas).

Análisis didáctico del juego

“LA CASITA ROBADA”

Desde la perspectiva de la didáctica de la Matemática se define a los juegos con reglas como problemas, en tanto estos presentan desafíos para los niños. Precisamente, las reglas imponen condiciones al jugador, quien deberá adaptarse a ellas para participar del juego.

En el proceso de construcción de estrategias para poder jugar, los compañeros tienen un papel fundamental, ya sea porque actúan como informantes o bien porque contraponen y defienden sus ideas y decisiones tomadas.

Como en todo juego, solo es posible jugar con el otro en tanto se comparte convenciones, un espacio, y se despliega el deseo de jugar.

Este juego presenta el desafío de estar atentos, seleccionar la carta correcta, y comparar utilizando relaciones de igualdad. Al finalizar el mismo también se comparara cantidades, para designar al ganador y se hará una reflexión final.

Esta perspectiva estudia los sistemas didácticos alumno, docente, saber y las interrelaciones entre ellos encuadrado en un contexto caracterizado por la intencionalidad de incurrir sobre los conocimientos previos de los niños, para hacerlos avanzar hacia los saberes que el docente intenta transmitir.

Por ejemplo: una de las nenas se equivoca al contar o no reconoce el 4, porque esta acostumbrada a la escritura tradicional del ҹ y se lleve dos cartas de diferente valor sin que los demás compañeros –a veces ni ellos mismos– se den cuenta. En este último caso, la docente pone énfasis en el modo de resolver a través de preguntas del tipo: ¿Cómo podemos estar seguros de que las dos cartas son iguales? Fíjate bien.

Este modo de preguntar centra la discusión en el modo de validar las decisiones.

El eje fundamental en la didáctica de la matemática es la resolución de problemas, la búsqueda de las soluciones a los mismos y las reflexiones posteriores que generan nuevos conocimientos.

En “La casita robada” se observa al docente, que plantea la actividad a través de preguntas problematizadoras durante el transcurso del juego, tratando de proponer situaciones problemáticas para que los chicos produzcan conocimientos.

El maestro tiene un rol fundamental en esta propuesta, es quien propone las instancias de intercambio, los diferentes modos de resolver una misma cuestión o quien pone en discusión algo de lo sucedido en el grupo. Las intervenciones no solo favorecen el intercambio de conocimientos entre pares favoreciendo la evolución de los procedimientos de los niños, sino que también promueven la explicitación de las decisiones tomadas en la acción; es decir, posibilitan la progresiva construcción de argumentos para validarlas.

Durante el transcurso del juego, una de las docentes asume una actitud atenta frente a las necesidades de este grupo, los acompaña sentándose junto a ellos y observa el juego. Esto favorece el desarrollo de la actividad ya que lo dinamiza, y colabora con aquellos que presentan dificultades. Ante el desafío del juego, una de las nenas busca explícitamente la aprobación de la docente, a través de la mirada de aprobación, y señalándole con duda la carta elegida. La docente interviene en algunos casos como por ejemplo : ¿Te parece que hay la misma cantidad?; Contá bien..; ¿Está bien?; volvé a contar; ¿Dónde hay más?; Fíjense cómo contó Santino.- O ante la duda de que si las cartas son o no iguales, la docente pregunta; ¿Son iguales?; esta carta tiene el 4. Acuérdense que el 4 va con el 4, el 7 con el 7…

Los niños, a través de sus acciones ponen en evidencia sus saberes, estableciendo una relación entre las decisiones que han tomado y los resultados obtenidos.

La idea fundamental es que el alumno pueda construir el sentido de los conocimientos que se le enseñan.

En el juego, se observa a uno de los niños anticipar resultados permitiéndole una resolución basada en sus saberes previos:

 Por ejemplo, en el juego de cartas Santino decide que es el ganador a partir de una comparación a simple vista –ya que el montón de naipes se ve más alto que el del resto.

Esta forma de resolver quién es el ganador puede adoptarse como forma general para resolver otras jugadas. La intervención de la maestra puede alentar a estos niños a avanzar en otras formas de resolución y llegar, por ejemplo, al conteo como una estrategia útil para resolver problemas de comparación de cantidades.

La docente dice:- ¿Quién ganó?; ¿Por qué crees que gano Jazmin? ¿Te parece que hay la misma cantidad?; Contá bien..; volvé a contar; ¿Dónde hay más?; Fíjense cómo contó Santino.-

El modelo didáctico que responde a este enfoque, es el modelo apropiativo o aproximativo, ligado al aprendizaje por medio de la resolución de problemas. Los chicos se aproximan al saber transmitido construyendo con sus propios medios el sentido de este saber. La circulación del saber, permite la toma de conciencia sobre lo que ya se sabe, posibilitando la apropiación de estrategias, explicita los errores y de esta manera favorece la construcción del sentido.

Dentro de esta disciplina Brousseau desarrolla la “Teoria de las situaciones didácticas”, sustentada en una concepción constructivista del aprendizaje.

La docente tiene la intención que los chicos afiancen conocimientos matemáticos y para ello plantea esta situación didáctica de juego con cartas.

En cuanto a la tipología de situaciones, se pueden observar las siguientes escenas:

La situación de acción: Se privilegia la interacción de los alumnos con el medio, es decir, se observa la interacción de los chicos con las cartas, al repartir, al reunir, al contar. Los chicos actúan sobre un medio material (cartas).

La situación de formulación: Los alumnos deberán comunicar ciertas informaciones utilizando el lenguaje adecuado y preciso. En este caso, uno de los chicos (emisor) expresa las reglas, en un lenguaje comprendido por una de las nenas, quien

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