Analisis de la responsabilidad social en las empresas

UNIVERSIDAD INTERNACIONAL DEL ECUADOR

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Relaciones Públicas y Comunicación Organizacional

Análisis de la importancia de la responsabilidad social de las empresas.

Autora: Ma. Verónica Andrade.

Escuela de Marketing

Quito, 24 de Noviembre del 2011

INTRODUCCIÓN

En este documento se proporciona un análisis global de la responsabilidad social de las empresas desde una aproximación a su concepto y la importancia que tiene como disciplina corporativa en la sociedad actual. En el desarrollo del concepto es posible generar un análisis estructurado donde se comprende el impacto y los beneficios de ésta práctica empresarial, así como sus posibles campos de implantación en el contexto interno y externo de la empresa. Al final se encuentra una conclusión sobre la responsabilidad social empresarial como un modelo estratégico de gestión y la influencia derivada desde su actividad empresarial.

MARCO TEÓRICO

El tema de la Responsabilidad Social Empresarial  (RSE) ha adquirido protagonismo en los últimos tiempos debido a los cuestionamientos obre los objetivos económicos de las empresas. La sociedad actual demanda valores morales universales mínimos que las empresas deben cumplir en torno a cuestiones como los derechos humanos, cuidado del medio ambiente, combate a la corrupción, trabajo digno, entre otros, que generan compromisos corporativos como descubrir las necesidades que se han de satisfacer y hacia las cuales se dirigirán los esfuerzos, dándole ello sentido y legitimidad ante la sociedad, además de definir y establecer en consecuencia las metas de la empresa así como los valores y los hábitos necesarios para alcanzar dichos propósitos.

Pero para comprender la acepción de RSE es pertinente una aproximación hacia sus conceptos. El término como tal surgió en EE.UU. en los años 60, y se consolidó en Europa en los 90. A primer rasgo se refería a los esfuerzos realizados por las administraciones públicas para involucrar moral y políticamente al sector privado en un proceso del retorno de la responsabilidad social a los actores del mercado basándose en la fusión social, de solidaridad y respeto del medio ambiente. En la Unión Europea se la conoce como Responsabilidad Social Corporativa (RSC), La Organización Internacional de Trabajo (OIT) la llama Responsabilidad Social de Empresa (RSE), la Organización Internacional de Estandarización (ISO) habla de responsabilidad social de Responsabilidad Corporativa; en fin, casi todas coinciden con un mismo pensamiento. “ La Responsabilidad Social Corporativa es una consecuencia de la manera en que las empresas toman en consideración sus actividades sobre la sociedad, y en la que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y  procesos internos como en su relación con los demás actores. Es una iniciativa de carácter voluntario, de carácter unilateral por parte de la empresa y que va más allá del cumplimiento con la legislación vigente. Por tanto, no se refiere ni al cumplimiento de las normas ni a lo que la sociedad considera como responsabilidades de las empresas.”^[1]De esta manera, la RSE supone una visión de las empresas que integra los objetivos económicos convencionales con el respeto por los valores éticos, por las personas y por el medio ambiente. Por tanto, una empresa se compromete a contribuir de forma positiva y relevante al desarrollo social sostenible de su comunidad, asociando las preocupaciones sociales y medioambientales con las tradiciones comerciales y económicas para plantear un enfoque en su gestión dentro de los resultados económicos, los resultados en las personas (clientes, empleados, proveedores, etc.), y los resultados en la sociedad y en el medio ambiente.

Una empresa desde su mera concepción ya genera algún tipo de RSE  al contribuir activamente en el desarrollo de la sociedad mediante la eficiencia y competitividad de la gestión de su accionar en función de sus objetivos. En principio al buscar la satisfacción de las necesidades de los consumidores, la generación de beneficios y  la creación y el desarrollo de empleo. Todo esto contribuye a la consolidación de la imagen empresarial traducida por la implementación de su cultura corporativa. Entonces el primer factor que beneficia a la empresa y a la sociedad es la eficiencia, ya que sin ésta no es posible recuperar la inversión y mucho menos obtener beneficios adicionales como una opinión favorable de sus públicos. En segundo lugar la empresa dictamina su carácter ético al establecer criterios como precios justos, acciones publicitarias genuinas, respeto por la competencia, trato humano y justo con los empleados, entre otros; lo que se traduce en el empoderamiento de los actores frente a la imagen de la empresa como acumulador de valor, detrás de una gran imagen corporativa esta siempre una gran empresa,  y se convierte en un auténtico estereotipo cultural en la medida en la que esta percepción de empresa socialmente responsable cuaja las aspiraciones representadas por ella, las satisfacciones y emociones, y se traduce en un estilo de vida, de encarnación de una idea, de un nexo social o cultural dentro de sus públicos.

Entendido el concepto y los beneficios que la RSE puede liberar, es viable entender la importancia que tiene esta práctica como estrategia de gestión de los últimos años. En primera instancia porque el fenómeno responde a factores como la globalización, donde es imprescindible aplicar estos modelos de acción para competir por ejemplo con las nuevas directrices internacionales de la Unión Europea sobre las prácticas del consumidor, la reflexión que el mundo tiene sobre la empresa y el Estado de Bienestar que en nuestro país se maneja como el Buen Vivir, la adaptación a las nuevas tendencias en valores sociales más humanos y antropológicos, así como la conciencia ecológica, y sobre todo el poder del consumidor al influir en la demanda con su ideología y ética. En definitiva la RSE es importante para que exista una relación ganar ganar frente a la sociedad civil, el poder político y los distintos grupos de interés tales como:  mayor productividad, lealtad del cliente, acceso a mercados y credibilidad, lo que ensalza su reputación y garantiza sus sostenibilidad en el tiempo.

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