Auditoria

AUDITORIA ÉTICA DE CASOS

El objetivo de este Módulo es introducir la metodología de la auditoría ética de casos y lograr un primer entrenamiento en el estudio de un caso concreto en el campo de la corrupción política.

Una visión integral

En el Módulo I, fundamentamos una visión integral del problema: La corrupción es un sistema de comportamiento de una red en que participan actores poderosos del sector privado y público, para lograr que quienes están investidos de capacidad de decisión realicen actos ilegítimos que violan valores éticos, a fin de obtener beneficios particulares ilegítimos en perjuicio del bien común.

La corrupción no es un acto aislado; sino que se presenta una cadena de decisiones: una cadena de actos voluntarios y conscientes en el que participan diversos actores investidos de poder. Se forman redes de corrupción. La condición para actuar es contar con un ambiente de permisividad e impunidad.

Además establecimos un triángulo de causalidad de la corrupción: La corrupción, sobre todo bajo su forma pública y política, está ligada al abuso del poder, en el marco de una ética permisiva y de la ausencia o debilidad de controles sociales e institucionales.

La decisión

El punto nodal de la ética y la moral se concentra en la capacidad de decidir. El fundamento está en la libertad de optar que tiene ser el humano.

Desde la visión kantiana, el acento está en la razón ética y moral, en la capacidad del juicio ético y moral. Desde la visión hegeliana, el acento está en la decisión. Pero más bien hay una ligazón: la capacidad de discernir está en dirección al actuar. En este sentido, podemos más bien hablar de una acción comunicativa, es decir la ética se fundamenta en un proceso de comunicación y en la capacidad argumentativa de las decisiones. "Ética concierne, en griego, la búsqueda de una buena manera de ser o la sabiduría de la acción": decidir para actuar.

En la toma de decisiones se cruzan tres procesos:la influencia de las normas y valores, la razón moral y ética (lo que debo hacer); la influencia de la situación y las condiciones sociales (lo que puedo hacer); la influencia de los deseos y pulsiones (lo que quiero hacer). La decisión es resultado de la interacción de estos elementos: es el punto de cruce de este trilema.

El centro del poder está en la capacidad de decidir. El ser humano se mueve en el campo de la política porque busca controlar la capacidad de decidir: construir el mundo a su imagen y semejanza.

En la conformación de la capacidad de decidir en una sociedad democrática se cruzan tres elementos: la fuerza del sujeto social para tomar decisiones (inpout), la legitimidad de las decisiones tomadas (output) y la representatividad de los decisores. El ethos democrático se juega en la capacidad de construir representatividades legítimas que puedan asumir decisiones aceptadas por la población.

Por estos cruces, los problemas de corrupción política se presentan con características específicas, pues allí se condensa la capacidad de decisión ligada al control del Estado por parte de representantes de la sociedad; y la capacidad de estos representantes de discernir el sentido de sus decisiones. Pero también, por ello, el campo de poder político es el que mayor riesgos tiene para la corrupción.

"En la corrupción juega un papel muy importante el poder o la autoridad de que está investido el principal ejecutor del acto corrupto, sin minimizar la responsabilidad de los otros participantes que se encuentran al margen de ese poder o autoridad. Se trata del poder inherente al cargo que sustenta el ejecutor, el cual puede ser político, social, discrecional o de estatus social (reconocimiento público) y se refiere a la facultad de tomar una decisión con la más extrema libertad, con pocas posibilidades de ser cuestionada por la falta de fiscalización y control y con la tradicional garantía de impunidad legal y social propia de los sistemas corruptos."

Este es el punto de partida de la propuesta metodológica sobre la auditoría ética de casos. Lo que nos interesa es determinar el carácter de la decisión, su ajuste a las normas no sólo jurídicas, sino también éticas y morales y su orientación al bien común.

Por tanto establecemos una diferencia con los métodos de control interno orientados únicamente a garantizar la "eficacia y eficiencia de las operaciones, la fiabilidad de la información financiera y el cumplimiento de las leyes y normas que sean aplicables". Aunque los elementos metodológicos empleados pueden ser adaptados a la consecución de los objetivos de la auditoría ética, particularmente en lo referido a las actividades de control..

El equipo de auditoría

No hay auditoría ética sin sujeto. ¿Quién realiza la auditoría ética?

Dentro del ordenamiento institucional del Estado democrático existen diversos organismos de control. Sin embargo abría que determinar la institución que tiene mayor autonomía respecto al poder, para que sea la que comande la auditoría ética. Partimos de la tesis de que la lucha contra la corrupción, sobre todo bajo su forma política, implica enfrentar el abuso de las diversas formas de poder. Y esta labor sólo puede realizarse desde un poder diferente, sobre todo vinculado al mandato de la sociedad civil. En todo caso, este primer paso depende de la voluntad política de la sociedad y del Estado para enfrentar la corrupción. Por ello, ha tomado diversas formas: fortalecimiento de las Contralorías Generales, como en Guatemala; constitución de Comisiones especiales, basadas en la participación ciudadana, para la lucha contra la corrupción, como en el caso de Ecuador y Honduras; establecimiento de Oficinas de Ética desde la Presidencia de la República, como en Colombia; o fortalecimiento de Oficinas de Ética Gubernamental, como en Puerto Rico.

El elemento clave es el nivel de autonomía respecto a las funciones del Estado y respecto a las diversas formas de poder. No sólo se trata de rescatar los antiguos fundamentos del Estado de derecho, proclamados desde Montesquieu, sobre la autonomía de las funciones del Estado como una condición para el equilibrio y el control de la función Ejecutiva, Legislativa y Judicial; sino que se trata de abrir un nuevo espacio a las instituciones de control: la constitución de una cuarta función del Estado, el poder ético y de control. Pero además se trata de buscar una autonomía respecto a las fuentes de poder: la autonomía entre el poder económico, el poder político y el poder informativo.

Una situación similar se da al interior de las instituciones. El organismo auditor ético debe organizarse desde un nivel de autonomía suficiente para poder actuar ante el problema y romper

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