CENTRAL DE ABARROTES DS S. A.

CENTRAL DE ABARROTES DS S. A.

Jeffer David Castellanos Romero^[1]

Melissa Pedroza Buitrago^[2]

Historia y presente de Central de Abarrotes D S S. A. Este autoservicio es una empresa localizada en el municipio de Chiquinquirá (departamento de Boyacá, Colombia) que en el 2018 cumplirá 40 años de funcionamiento. Han sido cuatro décadas en las cuales esta empresa comercial, cuya actividad principal es el “comercio al por mayor de productos alimenticios”^[3], ha contado con el apoyo y la aceptación de los habitantes de la región y sus alrededores. Esto le ha permitido alcanzar un alto posicionamiento en el mercado local gracias a su participación en la economía local y a su reconocida colaboración con la ciudadanía. En la actualidad cuenta con dos sedes: el establecimiento principal ubicado en el barrio Las Ferias, en un sector comercial muy cercano al centro de acopio, y la sucursal norte, situada en la avenida Julio Salazar, en un sector preponderantemente residencial. Este autoservicio atiende a sus clientes de domingo a domingo en horario 8 am a 8 pm.

Referirse a la historia de Central de Abarrotes demanda reconstruir la historia de vida de la familia Domínguez-Suárez, pues, más que una empresa, Central –como la denominan sus propietarios– es una familia. Si bien es cierto que el actual establecimiento cuenta con una historia centrada en la figura de Santos Agustín Domínguez Sánchez, también es evidente que en la transformación de mayorista a autoservicio pequeño y, posteriormente, al autoservicio con los dos actuales puntos de atención, se debe, en gran parte, a la labor adelantada por María Eugenia Suárez Torres. Además, en el funcionamiento y en la transformación de Central se han vinculado sus hijos y algunos de sus familiares más cercanos.

La etapa de mayorista comenzó en 1978 cuando Lucindo Rivera le propuso a Santos Domínguez formar una sociedad para crear un negocio llamado “Los dos amigos”, dedicado a las ventas al por mayor de productos alimenticios y a la distribución y venta de implementos, materiales, insumos y herramientas para las labores agrícolas y mineras.

En ese entonces, la mayor parte de los clientes de “Los dos amigos” eran quienes se dedicaban al comercio minorista en el Occidente de Boyacá. Gracias al conocimiento de la región y a la experiencia adquirida como empleado del “Almacén el triunfo”, Santos Domínguez visitaba la zona realizando preventa y, posteriormente, enviaba la mercancía en encomiendas transportadas por camiones que viajaban a esos municipios. Con los años, la labor de preventa fue reemplazada por el envío de listados remitidos por los clientes en los mismos camiones que trasportaban los pedidos. Así, el trabajo se concentró en el alistamiento y despacho de la mercancía.

Las condiciones sociales y económicas del Occidente de Boyacá fueron cambiando con el paso de los años; además, las grandes distribuidoras fueron ampliando sus fronteras hacia ese territorio y ya no se requería de un intermediario que desde Chiquinquirá llevara sus productos. En ese entorno se hizo necesario mirar a Chiquinquirá como centro del mercadeo de la distribuidora. Por ese entonces, las ventas en el municipio de Chiquinquirá no eran las más significativas frente a lo comercializado en la región de Occidente. El local donde funcionaba el negocio permanecía abierto al público para la venta al mayor y al detal; sin embargo, la mayor concentración de las ventas se encontraba en el mayoreo. Además, los días lunes y jueves se realizaban preventas tienda a tienda y luego se realizaban las entregas en triciclo o bicicleta. Los productos que más se comercializaban eran la harina y el azúcar, debido que la mayor cantidad de clientes estaba entre el gremio de las panaderías.

El 3 de agosto de 1991, Santos Domínguez contrajo matrimonio con María Eugenia Suárez Torres y desde ese momento ella se vinculó de manera directa a la administración del almacén. A sugerencia de los clientes y con el impulso de María Eugenia, el 24 de mayo de 1998 Central de Abarrotes abrió un autoservicio en el mismo local de las ventas al por mayor^[4]. Para ello se hizo necesaria una redistribución del local: el nuevo servicio ocupaba una cuarta parte del área total del almacén: además, manejaba las misma marcas que las distribuidas al por mayor, solo que se ubicaban al por menor en estanterías al alcance de los visitantes. Gracias a la apertura del autoservicio, el mercado chiquinquireño empezó a demandar una mayor variedad de productos; de esta manera, se generó una ampliación en la oferta de víveres en el portafolio de Central.

Las ventas en el autoservicio fueron aumentando y cobrando mayor preponderancia. Así, con el tiempo, y de acuerdo con las necesidades y sugerencias de los clientes, se consideró conveniente una remodelación y la ampliación de la infraestructura para atender de manera preferencial a los clientes del autoservicio, sin dejar de lado la atención al cliente mayorista –en especial, a aquellos que desde el Occidente de Boyacá seguían enviando sus listados por intermedio de los conductores de camión que van a la región–. En total, a partir del año 1998, el autoservicio se ha ampliado en tres ocasiones, por sugerencia de los clientes quienes; quienes, de igual manera, le brindaron todo el apoyo posible: durante los periodos de construcción se continuaba con la atención al público, los clientes realizaban sus compras de forma habitual a pesar de las incomodidades que traían consigo las reparaciones locativas. Se debe señalar que la última remodelación se efectuó en el 2011 con base en el diseño del arquitecto chiquinquireño Wilmar Rodríguez y se derivó de la llegada de Colsubsidio como una competencia del autoservicio^[5].

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