Caso Medtronic

La Corporación Medtronic es una compañía pionera en la industria de los marcapasos cardiacos, que son pequeños dispositivos alimentados por alguna batería que se implantan en los pacientes, ayudando a que un corazón con mal funcionamiento lata con un ritmo estable y fijo. Medtronic fue fundada en 1957 en Minneapolis, Minnesota por Earl Bakken y fue creciendo conforme a las necesidades de sus usuarios, logrando posicionarse en el mercado alrededor de la década del setenta. En los años 1970 a 1986 desarrollaron e invirtieron en tecnologías sin tener éxito ya que sus productos no lograron alcanzar los niveles requeridos por la competencia y los clientes, lo que hizo que tuvieran grandes pérdidas. Sin embargo los cambios en la gestión del desarrollo de sus proyectos lograron que la compañía a finales de los años ochenta, recuperara su posición de liderazgo en el mercado, desde donde sigue creando productos y tecnologías para mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Pero como fue mencionado anteriormente obtener este liderazgo y un legado de sobresaliente calidad no fue un camino fácil ni rápido.

Los primeros pasos de la Corporación Medtronic estuvieron marcados por el éxito donde sus productos ocupaban el 70% del mercado aproximadamente. Esta empresa que en sus primeros años había mejorado los marcapasos en tamaño, duración y calidad en general, tenía claras sus metas, pero no el que hacer para conseguirlas. Sabía que sus productos debían seguir mejorando, pero al ser una de las mejores compañías en el rubro y al cubrir tal magnitud de mercado, se vieron afectados por la poca presión sobre el negocio, lo que hizo que perdieran la intensidad y la capacidad de concentrar sus esfuerzos. Esto los llevó a un círculo vicioso donde las malas decisiones en cuanto a la gestión de sus proyectos hicieron decaer a la empresa del 70% al 29% de participación en el mercado.

Se puede observar que estas malas decisiones estaban ligadas directamente con la gestión de las actividades y los planes de negocio, donde en un mercado de competencias creciente que desarrolla nuevas tecnologías con suma rapidez y donde las necesidades de los clientes cambian con la misma velocidad, las compañías no se podían quedar atrás. Es aquí donde Medtrnonic cometió errores, subestimó a su competencia quienes lograron lanzar productos de mayor calidad que ellos. Esto hizo que la compañía en su urgencia de materializar nuevos proyectos, los sacara al mercado sin ser estudiados ni trabajados lo suficiente para estar a la altura de los requisitos de los clientes, requisitos que de todas formas avanzaban más rápido que las innovaciones de la compañía. Y como menciona Don Deyo, Director de Desarrollo de Producto y Tecnología de Medtronic. La compañía trataba de hacer muchas cosas sin enfocarse en ninguna en particular, tratando siempre de conseguir “algo” para el mercado, por lo que nunca se pudo lanzar un buen producto. Llegando al extremo de tener que sacar de circulación ciertos dispositivos por su funcionamiento defectuoso. La empresa necesitaba de un cambio es sus procesos de producción y en su forma de actuar en general para solucionar todos estos problemas. Por lo que a finales de los años ochenta encontraron y aplicaron una serie de medidas que mejoraron su situación.

Medtronic se dio cuenta de sus falencias y tomo cartas en el asunto. Nombrando a Mike Stevens, vicepresidente de desarrollo de productos, que fue el gestor de estas medidas y quien las implementó, las que con perseverancia y disciplina pudieron llevarse a cabo.

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