Comité Directivo del Sistema Nacional de Bachillerato

Fundamentación Teórica:

El acuerdo número 8/CD/2009 del comité directivo del sistema nacional de bachillerato, establecen el funcionamiento del Comité Directivo del Sistema Nacional de Bachillerato, presentan las orientaciones de la evaluación del aprendizaje bajo un enfoque de competencias.

Esto es considerado ya que una de las tareas primordiales en la práctica educativa es la evaluación del aprendizaje de los alumnos bajo un enfoque de competencias, aseveración que está contenida en el Marco Curricular Común, que define la existencia de competencias genéricas, disciplinares y profesionales. De esta manera, se ha procurado presentar un conjunto de orientaciones para el diseño de procedimientos e instrumentos de evaluación que deberán tomar en cuenta los contextos y situaciones en la que operan los programas educativos.

Debemos recordar que las competencias están enmarcadas en diverso documentos que integran la RIEMS, como el marco curricular común, el sistema nacional de bachillerato y el acuerdo 442, con la finalidad de desarrollar habilidades, conocimientos y actitudes, con las que se podrán movilizar los saberes y conocimientos, para poder desempeñarse en un contexto escolar, social y laboral.

La evaluación es uno de los procesos más importantes e indispensables de la formación profesional, el cual nos permite orientar de manera correcta los aspectos de un curso y brindar al estudiante una buena retroalimentación, cuando los procedimientos son los indicados, los estudiantes pueden confiar en la calidad de su formación.

La evaluación puede ser “formativa” o “sumativa”.

La evaluación formativa es dar retroalimentación a los estudiantes, como parte del proceso de aprendizaje y la evaluación sumativa se refiere a acciones tales como la calificación o la acreditación.

No hay que dejar de tomar en cuenta los tres principios de la evaluación que son la Confiabilidad. Flexibilidad e Imparcialidad, bajo un sistema de evaluación centrado en competencias, los evaluadores hacen juicios acerca de si un individuo satisface un estándar o un grupo de criterios, basándose en la evidencia reunida de una variedad de fuentes. Quienes ofrecen formación profesional deben tomar en cuenta el aprendizaje previo como una práctica educacional importante: a través de ella los estudiantes pueden ser capaces de progresar más rápidamente, y no se verán forzados a “aprender” cosas que ya saben. El qué y cómo aprenden los estudiantes depende en gran medida de como crean que se les evaluará. La repercusión estriba en que los estudiantes aprenden lo que creen que les propondrán en el examen, por lo que la repercusión es cuando la evaluación determina el aprendizaje y no el currículo oficial, ya que aprender para el examen es una mala forma de aprender; por lo que el principio básico de evaluación consiste en que la evaluación se alinee con el currículo.

También existe la evaluación continua o llamada progresiva y, para que funcione deben los alumnos sentirse libres para expresar su ignorancia. Existen 2 modelos de evaluación sumativa: el modelo de medida y el de niveles. El primero diseñado para cuantificar características de cada individuo basado en ERN (evaluación referida a normas). El modelo de medida y la enseñanza establecen la cuantificación de actuaciones más no la calidad de la actuación. La enseñanza supone cambios, no estabilidad y la capacidad no es el único determinante de los resultados de aprendizaje de los alumnos.

El modelo de evaluación de niveles basado en ERC (evaluación referida a criterios) está diseñado para que nos diga que han aprendido los alumnos y hasta qué punto, la estrategia de enseñanza ERC se utiliza de manera universal desde los padres hasta el docente. La evaluación se lleva a cabo para ver que saben los estudiantes y al hacerlo formulan suposiciones.

La evaluación implica la descripción de un objeto (aprendizaje, enseñanza, currícula…) y la identificación fortalezas y debilidades, la comprensión de los problemas más relevantes relacionados con aquello que se está evaluando (Leon, 2010). Implica, a partir de esta comprensión, ajustarlo, reorientar la acción. A través de la evaluación se obtiene información que orienta la toma de decisiones para mantener y mejorar lo que está bien y para resolver lo que está mal.

Los componentes del proceso evaluativo se describen a continuación:

• Describir y comprender la competencia a evaluar: Las competencias se definen a partir de ejes de intervención que surgen de la identificación de problemáticas socio-profesionales en el entorno. Para Tobón (2009), las competencias se identifican con un verbo de desempeño, un objeto conceptual, una finalidad y una condición de referencia-calidad.

• Establecer el tipo de evaluación: Se especifica según su finalidad y el momento en el que se llevará a cabo. De acuerdo a lo mencionado anteriormente, la evaluación puede ser diagnóstica (al inicio del curso o programa); formativa (a lo largo de todo el curso); de acreditación o promoción (durante el proceso y al final del mismo con la intención de acreditar las competencias del estudiante y/o para promoverlo a un siguiente).

• Determinar criterios: El contar con criterios claramente definidos es una condición básica para evaluar competencias. Los criterios de desempeño son pautas o parámetros que dan cuenta de la competencia a través de la actuación de la persona. Son los resultados esperados evidenciados en productos de aprendizaje, a partir de los cuales se puede inferir el desempeño. Tobón hace las siguientes sugerencias al momento de determinar los criterios: a) Que sean analizados por los estudiantes, docentes y profesionales; b) Que sean concretos; c) Que permitan evaluar los aspectos esenciales del desempeño y aborden todos los detalles de la competencia; d) Que se refieran a las grandes fases de la competencia, en lo que respecta a la planeación, ejecución y evaluación; e) Que aborden los componentes de la competencia a evaluar.

• Definir evidencias: Recordando que la competencia no puede ser observada directamente, sino inferirse a partir del desempeño, y que de éste y de información o productos concretos que resultan es posible emitir juicios respecto al desarrollo de competencias. Definir evidencias es definir la información a recabar en función de la competencia a evaluar.

• Definir indicadores por nivel de dominio: Hay grados o niveles que deben ser reconocidos tanto para disponer recursos instruccionales que permitan su desarrollo y de parámetros que faciliten su identificación y evaluación. Este tipo de indicadores muestran el nivel en el cual se está desarrollando una determinada competencia a partir de los criterios establecidos.

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