Complejidad Y Educación

COMPLEJIDAD Y EDUCACIÓN

E N S A Y O

(Jacques Delors, 1998). sostiene que “La palabra educación, es y será el mejor instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales del bienestar, la paz, libertad y justicia social.”

Hoy en día vivimos en un mundo cambiante, lleno de aspectos evolutivos que han permitido perpetuar en la razón de la existencia del propio ser humano; en efecto cada ámbito de la vida ha sufrido impactos obteniendo como resultados modificaciones coyunturales que llevan a lo largo de la existencia a encontrarse en el lugar posiblemente equivocado o al que verdaderamente se pertenece; en donde el hombre por naturaleza busca insertarse para ser productivo y en el mejor de los casos para su propia supervivencia; por lo que es entonces cuando la tarea deja de ser fácil, es más bien complicada por la naturaleza de competir unos con otros en el momento de demostrar quienes son los más fuertes o débiles y posicionarse en el peldaño anunciado y por todos requerido el llamado “reconocimiento de la sociedad”. Sin embargo ese reconocimiento no es nada cómodo lograr pues claramente se puede observar que en nuestro país existen diversas barreras que se deben de eliminar para que las acciones futuras del hombre sean mucho más satisfactorias y propositivas de lo que hemos venido generando e incluso fomentando. Hemos observado indudablemente lazos de armonía y de desdenes que han marcado inigualablemente a los núcleos sociales a los que se pertenecen, núcleos que se fundamentan a base de historia y de raíces que simplifican el desarrollo continuo del hombre, que gracias a la globalización (concepto que se ha manejado ya por varias décadas) se han establecido mecanismos subjetivos de cambios tanto nacionales como internacionales, en los que se toman modelos como acciones de mejora e implementaciones que definitivamente no han incursionado de la manera más adecuada o por lo menos las esperadas.

Con lo anterior, se puede explicar el significativo llamémoslo problema circunstancial de la educación, que se enfoca desde los principios de la vida del ser humano, comenzando desde el nacimiento, la vida productiva, hasta que deja de existir, provocando en su aplicación como base a la familia, y del mundo en donde se rodea como aspecto fundamental tanto intelectual, espiritual y emocional, que permite una vinculación con diferentes maneras de poder reflejar los avances que se van construyendo y al mismo tiempo permitiendo observar el decrecimiento que por sí solo ha manifestado y que en mi caso particular considero que se continuara en declive si es que no se trabaja verdaderamente para mejorar y modificar en beneficio a la existencia de la era del individuo.

La educación desde hace ya varias décadas, ha fungido como parteaguas de la evolución generalizada de las diferentes razas y pueblos que han existido desde la creación de la humanidad, por lo que si nos detenemos a pensar que es lo que verdaderamente ha fincando la educación en los seres humanos podemos encontrar una diversidad de respuestas que al final todas se pueden traducir en dos vertientes fundamentales como lo es la evolución y el estancamiento mismo del pensamiento del hombre.

Por años nos hemos enfrentado a aceptar los sistemas burocráticos que nos establecen y nos dictan cual es el camino a donde se debe de ir, pero el verdadero problema radica que no es lo que en realidad la sociedad necesita para cambiar, sino para sucumbir en un abismo que pocos son los que enfatizan el lugar a donde nos llevan.

La educación como factor fundamental y me atrevo a decir como factor prioritario del alcance a la mejora continua, ha y seguirá marcando las ideologías de aprendizaje vivencial cognoscitivo que permite la apertura a la mezcla de diversos conocimientos que al final se pueden plasmar como aquellos que permiten al ser humano ubicarse en el lugar que mejor le siguiera el correcto posicionamiento para mantenerse en un mundo de turbulencia y de radicalismo que al mismo tiempo lo vincule paulatinamente en el foco de la era del razonamiento y de la identidad del verdadero sentido de la vida.

No obstante, creo pertinente y relevante mencionar una frase que si bien no recuerdo si algún filosofo la pudo dictar, en mi papel de pensante puedo argumentar que “mientras más se aprende más se puede caer en la ignorancia”, pues basándome en la premisa que marca el libro de Edgar Morin “Introducción al pensamiento complejo”, puedo referir que los conocimientos cuando no son aprovechados y comprendidos en su plenitud de nada sirve poseerlos, en tanto como debería de suceder al darse cuenta que la historia de la evolución del hombre ha sido recta sin mirar más allá para tener la oportunidad de aprender la verdadera realidad de las cosas; ha apuntalado a la complejidad misma de la vida y de lo que nos rodea, enfocada desde el propio e individual abismo de la ignorancia que radica a cada individuo perteneciente al mundo en el que encuentra, generalizándolo como portador de ideas insipientes capaces de referir acciones que no sólo dejan ver más allá de lo que el mismo ser humano permite observar, y que lo obstaculiza más allá de lo que nos han dictado que conlleva al desequilibrio de efectos primarios y secundarios de la permanencia, de la simplicidad y de la necesidad por encontrar equilibrio en el actuar y del rezago intelectual.

El propio movimiento diario cuantifica hasta donde la sociedad debe de advertir y hasta donde debiera evolucionar, pues me parece un factor decisivo en el que el aparato político juega un papel significativo, en el cual se marca el sentido de la vida, lo anterior basándose en la esencia de los sistemas que fundamentan el crecimiento de los ciudadanos en los diferentes entornos en los que nos encontramos; pues mientras más cegados de la realidad, mayor atribuciones reciben los que tienen en sus manos los hilos de los diferentes papeles que juegan los individuos en las sociedades. Es entonces cuando la reflexión la puedo establecer a base de lo adquirido en lecturas y enseñanzas que he logrado entender a lo largo de mi vida primero como persona y después como docente, en donde el segundo concepto envuelve pensamientos críticos, mecanismos y procesos cubiertos de aprendizajes basados precisamente en complejidades que despiertan el alma y la sed de continuar buscando la verdad de las cosas.

La educación cambiante y fortalecida la deberíamos fincar en estrategias de aprendizaje, la cuales permitan simplificar y acrecentar a la vez los conocimientos mismo que repunten y haga de la sociedad un mejor estilo de vida no solo para el presente sino que sea significativo para el hoy, para el mañana y para las venideras generaciones que al final serán las que contribuyan y permitan vincular la realidad con los hechos

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