Comunicación Enfermera -paciente

La enfermería es una profesión dedicada principalmente al cuidado de las personas, abarcando la promoción, prevención, mantención y restauración de la salud.

En sus inicios la profesión se centró en cuidados básicos y principalmente en la comunicación con el paciente. A medida que la profesión ha ido avanzando, la comunicación no ha perdido su importancia, por el contrario, se ha puesto énfasis en que no sea solamente técnica, sino que también se centre en lo que el paciente necesita, siente y quiere.

Por esto es importante describir la comunicación dentro de la relación enfermera- paciente, ya que la información recaudada en el proceso, nos debe servir para determinar el tipo de ayuda que el paciente necesita.

Cuando hablamos de comunicación nos referimos al intercambio de información entre dos personas, pero en el ámbito de enfermería es un proceso mucho más complejo, ya que debemos escuchar, entender, entregar información de manera adecuada y tener correctas expresiones corporales, sin olvidarnos que estamos tratando con una persona la cual tiene sus propias aflicciones, es ahí donde aparece una habilidad que debemos desarrollar, la empatía.

Con comunicación efectiva y empatía, podremos lograr confianza con nuestro paciente.

Para establecer una relación enfermera – paciente la comunicación es fundamental. Al saber cómo comunicarse, el proceso de mejora de éste se ve beneficiado y el trabajo de la enfermera también.

Para comprender de mejor forma cómo abordar en primera instancia al paciente es necesario que se describa paso a paso como entablar una buena comunicación.

El primer punto a desarrollar será la empatía, ya que al obtener un mejor desarrollo de esta habilidad, la comunicación se hace mucho más fácil, debido a que el paciente percibe que lo entienden y que lo quieren escuchar.

La empatía es la capacidad que tiene el ser humano para ponerse en el lugar de otro, en torno a esta habilidad en las ciencias de la salud, Balint (1986. P.126), la describió como una capacitación necesaria para reconocer y comprender las dolencias de sus pacientes, no sólo en función de las enfermedades, sino también en función de los conflictos y problemas personales para utilizar luego esta comprensión con fines terapéuticos.

Para el desarrollo de la empatía se han propuesto 4 aspectos que se consideran los más importantes: (Tazón, García & Aseguinolaza 2002. P. 128)

1. Experiencia de la enfermedad: Cuando el profesional ha padecido alguna enfermedad, podrá tener una mayor capacidad empática con el paciente que se ve afectado por esta.

2. Discusión e intercambio de experiencias y no sólo de conocimientos: En este punto es importante la conversación con el paciente y llegar a conocerlo, esto construye un entrono empático.

3. Énfasis en la comunicación: con las habilidades de comunicación, logramos que el paciente nos informe de su problema, y para así poder comprenderlo.

4. Trabajo en equipo: Al compartir sentimientos y emociones ayuda a los profesionales de la salud a desarrollar relaciones humanas.

Cuando esta metodología no es enseñada como parte de la formación de una enfermera (o), la empatía se puede perder en el proceso de la relación. Esto se puede deber a que en un principio los alumnos tienen un gran amor por la profesión, pero al ir aprendiendo técnicas específicas también se les enseña a no crear lazos afectivos con el paciente, para que así no se vean afectados emocionalmente y tengan una vista más objetiva de la situación en la que el paciente se encuentra.

“Ha nacido en su lugar, un aséptico y ponderado profesional que ha conseguido distanciarse de la vivencia de sufrimiento de sus pacientes” (ibid, 2002.pág 126)

Pero esto no siempre funciona para ser un buen profesional, por el contrario, un buen enfermero (a) es alguien interesado por el cuidado del paciente en lo técnico y también en lo emocional.

Por lo tanto es importante que los puntos mencionados se enseñen en la formación del profesional

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