Contrato De Permuta

HEROES NACIONALES DE NICARAGUA

En septiembre de 1980 la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional aprobó el decreto que creó el título de héroe nacional. Desde entonces Nicaragua cuenta con doce héroes nacionales -uno de ellos es costarricense- y con dos próceres; José Cecilio del Valle y el padre indio, Tomás Ruiz.

Este título solo puede otorgársele a personas fallecidas que hayan “librado batallas heroicas por la defensa de los intereses populares y de la nación”, a “aquellos que hayan sido ejemplo en su actitud de entrega y sacrificio por la causa de la justicia y la libertad” y a los que hayan participado en gestas que “han hecho posible nuestra liberación”.

José Dolores Estrada fue el primero en ser declarado héroe. Ocurrió en 1971, durante la dinastía somocista. El segundo en ser elevado a esa categoría fue Benjamín Zeledón, el 26 de septiembre de 1980 a través del Decreto 536.

Entre los considerandos del Decreto 536, la Junta de Reconstrucción Nacional plantea que “en la lucha anti-imperialista de nuestro pueblo, destaca la gesta heroica del general Benjamín Zeledón, que en la guerra de 1912 dio ejemplo de patriotismo, salvando nuestra dignidad nacional, al rechazar las propuestas de rendición del invasor yanqui”.

Carlos Fonseca Amador fue elevado a héroe en octubre de 1980 y al siguiente año Germán Pomares Ordoñez. En septiembre de 1981, Rigoberto López Pérez entró a la lista de héroes nacionales por la “gesta heroica llevada a cabo al ajusticiar al tirano”. El Decreto fue aprobado el día en que se cumplieron 25 años del asesinato de López Pérez.

El Decreto 1123, aprobado el 20 de octubre de 1982, otorgó el título a Emmanuel Mongalo, Andrés Castro y a Juan Santamaría.

“Que la intervención filibustera de 1855, que trató de arrebatar la soberanía a Nicaragua y a los demás países de Centroamérica, fue rechazada gracias al heroísmo y la entrega de humildes hijos del pueblo, artesanos como Andrés Castro, maestros de escuelas como Emmanuel Mongalo y campesinos como Juan Santamaría, venido de Costa Rica a luchar contra el invasor”, establece el primer considerando de ese Decreto.

En el artículo dos se indica que el Decreto se declara Héroe Nacional al soldado costarricense Juan Santamaría “en homenaje al heroico soldado centroamericano que con vocación internacionalista luchó al lado del pueblo de Nicaragua en la gesta contra el invasor yanqui”.

El coronel Santos López, combatiente del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional y fundador del Frente Sandinista, fue elevado a héroe nacional en marzo de 1984.

Sandino hasta en el 2010

“El general Augusto Sandino representa la identidad nacional… El general Sandino sintetiza el decoro y la dignidad de los nicaragüenses, el mayor ejemplo de la defensa de nuestra independencia y soberanía. El punto de equilibrio entre lo que se dice y lo que se hace”, sostuvo en la fundamentación del Decreto, el diputado René Núñez.

Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el último

En marzo de 2011 José Santos Zelaya fue proclamado héroe nacional. El último nicaragüense que ha sido elevado a la categoría de héroe es Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.

La Ley 813, aprobada el nueve de octubre de 2012, prohíbe en su artículo tres “la eliminación o sustitución del nombre del héroe nacional y Mártir de las Libertades Públicas, Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, de cualquier calle, avenida, parque, plaza o edificación que lleve su nombre”.

Héroes Nacionales

DON MIGUEL DE LAREYNAGA

Don Miguel Larreynaga nació en el ciudad de León el 29 de Septiembre de 1772. Su padre don Joaquín Larreynaga muere antes de su nacimiento y su madre doña Manuela Balmaceda y Silva muere durante el parto. Su abuelo paterno lo adoptó y educó

El 15 de Septiembre estaba sentado en la Asamblea, la de los Próceres, que nos darían la emancipación. Cuando uno de los más, José Cecilio del Valle, parecía conquistar los ánimos para retardar la proclamación de la Independencia, Larreynaga y otros ilustres próceres, en discursos encendidos de pasión y de razones, inclinaron la balanza de la libertad inmediata, en medio de los pueblos que llenaba las galerías

GENERAL JOSE DOLORES ESTRADA

Antes de la Batalla de San Jacinto, Estrada vivió una vida militar poco conocida, sin grandes rasgos heroicos. Fue cuando se atrincheraron los facinerosos de William Walter, en la hacienda de San Jacinto, que la figura del General Estrada surge a la luz como el hombre que comandaba las fuerzas nicaragüenses, que con denuedo se enfrentaron a las tropas invasoras, obteniendo una victoria llena de coraje y vergüenza nacional. Esta acción se llevó a cabo el 14 de septiembre de 1856. Las fuerzas insurgentes las comandaba Byron Cole, como primer jefe y Willy Marschall, como segundo; el primero murió ahorcado por el soldado Salmerón, en la finca San Ildefonso, hasta donde habían sido perseguido

SARGENTO PRIMERO ANDRES CASTRO

Andrés Castro Estrada

Fue un campesino y soldado nicaragüense que se destacó durante la Batalla de San Jacinto, el 14 de septiembre de 1856, cuando a falta de munición en su rifle de chispa, derribó de una certera pedrada a un filibustero que osaba saltar el corral de madera en la posición que defendía.

Es un Héroe Nacional de Nicaragua y su acción heroica es por antonomasia el más recordado gesto de valentía, decisión y patriotismo en la defensa de la soberanía e integridad nacional de Nicaragua. Alcanzó el grado militar de Sargento primero otorgado durante el gobierno del General Tomás Martínez Guerrero.

GENERAL BENJAMIN ZELEDON

Nació el 4 de Octubre de 1879, en la Concordia, Jinotega, y murió 33 años más tarde, en 1912, en Catarina, Masaya, en la misma fecha de su nacimiento, 4 de Octubre.

Como profesional del derecho y funcionario público fue Oficial Mayor de la Corte Suprema de Justicia, Juez de Distrito de lo Civil de Managua, Juez del Distrito de Rivas y de 1909 desempeña el cargo de Juez de Distrito de Minas en la Comarca “El Cabo” en el Departamento de Zelaya.

Después de fungir como Ministro de la Guerra, Zeledón sustituyó al Doctor Madriz en la Corte Internacional Centroamericana, con sede en Cartago, Costa Rica. Cuando el Doctor Madriz deja la Presidencia, Zeledón y toda la intelectualidad

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