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Control De Calidad Japones


Enviado por   •  4 de Abril de 2013  •  6.895 Palabras (28 Páginas)  •  382 Visitas

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1. Introducción

Qué es la excelencia? Qué importancia tiene ella para los obreros / empleados, consumidores y la sociedad? Porqué es necesario mejorar de forma continua? Es posible mejorar de manera continua?

A éstas y a muchas más preguntas se tratará de dar respuesta en el desarrollo de este trabajo. En primera instancia debemos decir que para lograr la excelencia no sólo debe tenerse por objetivo la mejora continua, sino que esta debe ponerse en práctica. Lograr ser cada día mejor es una filosofía de vida, algo que trasciende el mero ámbito del trabajo, el cual debe tener lugar además en la familia, en las relaciones comerciales, en la educación, en el ámbito ciudadano y público.

No se mejora en un ámbito y no en los otros, el individuo con hábitos de mejora actúa de igual forma en todos los aspectos de su vida. Mejorar continuamente requiere de una filosofía que creando una visión compartida produzca la suma de voluntades individuales que originen una gran fuerza social para el cambio y la mejora. Esa filosofía es la base de una fuerte ética del trabajo, lo cual da lugar a una cultura que incite, motive y premie a los individuos por el cambio y la mejora tendientes a lograr lo mayores niveles de excelencia.

No es producto de la casualidad que aquellos países que poseen los mayores niveles de vida tengan una cultura y principios que motiven e inciten a los individuos y a la sociedad al ahorro, el trabajo, la investigación, la educación y la disciplina. Estas sociedades no sólo poseen importantes universidades, sino que acumulan los avances tecnológicos, los premios nobeles, y las grandes empresas, productos éstas del incansable esfuerzo y capacidad estratégica de toda una sociedad, plasmada en la existencia de instituciones fuertes y estables.

Estas sociedades hacen frente a los problemas y escaceses que les plantea la naturaleza desarrollando nuevas tecnologías y administrando día a día mejor sus recursos. Aún dentro de este marco hay grandes diferencias entre estos mismos países, pues no es lo mismo la cultura anglosajona, que la alemana , la japonesa o la coreana.

No todas las sociedades aceptan el reto y el compromiso de adoptar una forma de vida, y una disciplina que los obligue a mejorar día a día. Comparando la situación de los países y regiones con las de un atleta que resulta el más veloz de su pueblo y se conforma con sus marcas, pero luego de mucho tiempo cuando se enfrenta a competidores de otros lugares pasa a ocupar las últimas posiciones, así también muchas empresas y países entre los cuales se encuentran los latinoamericanos, al abrirse la competencia a nivel global retroceden día a día en sus niveles de competitividad. Se trata sin lugar a dudas de dos atletas, uno que no se cuida con las comidas, ni se ejercita, ni descansa como debe (el falto de disciplina), y aquel o aquellos que cuidándose con las comidas, haciendo muchos y buenos ejercicios, y descansando adecuadamente (el disciplinado), el primero esta destinado a perder puestos día a día frente al segundo. Muchos de los empresarios de los países que responden a las primeras de las características no tienen, o carecen de una ética de trabajo y una visión de grandeza que los lleve a mejorar sus productos y servicios, se comprometan a generar más y mejores empleos, contribuyan a sus sociedades mediante el engrandecimiento de los centros de producción como elementos motores del desarrollo socioeconómico y cultural. Sólo se conforman con continuar en un desarrollo artesanal de su producción, y un enfoque propio de la primera mitad del siglo XX.

Ya los recursos naturales no dan primacía, la tecnología, la investigación, la creatividad, la innovación y la información son las que marcan las pautas del desarrollo en éstas sociedades de la Tercer Ola. Por ello es que en la nueva sociedad van tomando lugar privilegiado los trabajadores simbólicos, aquellos capaces de marcar las diferencias. La revolución de la ingeniería genética y de la ingeniería de materiales ha dado lugar a un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y al reemplazo o sustitución de muchos de ellos por otros más económicos. Así pues los países que centraban su poder o riqueza en la producción y exportación de recursos naturales van perdiendo notoriedad. Muchos países son importantes mediante la producción y exportación de productos agrícolas o minerales, pero le han agregado un “plus” mediante el logro de mayores rendimientos, mejora de la calidad, mejores servicios, tiempos de entrega ciertos, y un uso más creativo y eficaz de todos sus recursos. Es cierto, venden cereales, pero también diseñan y venden cosechadoras, servicio satelital para el agro, nuevos abonos y fertilizantes, y nuevos tipos de semillas. No es poca cosa, al agro no sólo se dedican aquellos que de manera directa producen los cereales, sino todos aquellos individuos que mediante la investigación, diseño y producción producen todos aquellos bienes y servicios que hacen más eficiente la labor agrícola.

Pero si en la actividad privada acontece tal tipo de cosas, que cabe esperar de la actividades del Estado. Ellas se encuentran sumergidas en la incompetencia, el clientelísmo político y la falta total de mejoras. Hablar de mejoras en materia gubernamental es prácticamente una utopía.

Por el contrario, en los países centrales la actividad gubernamental comparte también, aunque en distinto grado según el país del cual se trate, de la idea central de mejora y disciplina. Como ejemplo cabe citar que por el aumento del 1% en un determinado impuesto en el Japón, el mismo es avisado a las empresas con dos años de anticipación para que las mismas prevean los efectos de dicho cambio en sus niveles de rentabilidad y administración de los recursos.

Todo lo desarrollado a pretendido mostrar que el nivel de vida de la población en cada país es el producto de su marco socio-cultural, de su ética del trabajo y de la existencia o no de una filosofía que ponga como principio y objetivo supremo la mejora continua como forma de vida. De ello son responsables las sociedades en su conjunto. Sin lugar a dudas que aquellas empresas que a pesar del entorno hostil implanten una filosofía o enfoque de excelencia tienen más oportunidades y posibilidades de sobrevivir y competir. Pero ¡ojo! en sociedades sin justicia y altos niveles de corrupción no siempre las empresas más disciplinadas serán las triunfadoras, sino aquellas más cercanas al poder y la corrupción. En este tipo de sociedad donde se privilegia la fórmula gano-pierdes, a la larga terminan perdiendo todos.

El sistema económico de las economías de mercado insiste en la libertad de acción, libertad para hacer dinero, pero

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