Convencion de los derechos del niño

La Convención de los Derechos del Niño es un tratado internacional, planteado y firmado por las naciones unidas en 1989 el cual enfatiza y desarrolla principios, usos y alcances de principios desarrollados anteriormente en convenciones y declaraciones anteriores.

A lo largo de la historia la infancia ha sido progresivamente motivo de discusión y tratados por parte del sector público y privado, este fenómeno se va a acentuar ya entrada la edad moderna con una nueva cosmovisión del niño, ya no como un pequeño adulto, si no como un sujeto con intereses y un rol propio, cosmovisión concebida por el iluminismo por pensadores como Rousseau.

Si bien se había logrado un gran avance dentro de la concepción del niño y la infancia dentro de todos los ámbitos, fundamentalmente en el educacional y el laboral, este no terminaba de madurar. Durante este periodo se establece lo que se denomina como paradigma tutelar, cuyas falencias establecían que el niño no poseía opinión ni voluntad y que este en un estado de abandono o calle se definiría como un delincuente. Así mismo como ya se mencionó se reconoce que la preocupación en cuanto a la infancia y su abordaje avanzo enormemente desde la edad media.

Como antecedentes a esta existen cuatro eventos:

La declaración de Ginebra sobre los derechos del niño: Después de la primera guerra mundial, la cantidad de muertes y crisis económica resultante deterioraron aún más los índices demográficos de muchos estados, sobre todo los europeos, dejando a muchas familias y niños en situación de indigencia y orfandad. En esta situación Eglantyne Jebb, fundadora de la organización Save the children, elaboro un documento que fue presentado en la Sociedad de las Naciones el contenía la necesidad de reconocer y ayudar a los menores afectados por esta crisis, creando una fundación de beneficencia para su protección, los derechos sociales reconocidos son los siguientes

• El niño debe ser puesto en condiciones de desarrollarse normalmente desde el punto de vista material y espiritual.
• El niño hambriento debe ser alimentado; el niño enfermo debe ser atendido; el niño deficiente debe ser ayudado; el niño desadaptado debe ser reeducado; el huérfano y abandonado deben ser recogidos y ayudados.
• El niño debe ser el primero en recibir socorro en caso de calamidad.
• El niño debe ser puesto en condiciones de ganarse la vida y debe ser protegido de cualquier explotación.
• El niño debe ser educado inculcándole el sentimiento del deber que tiene de poner sus mejores cualidades al servicio del prójimo

Es evidente que esta declaración no contenía derechos civiles y los mencionados son de carácter social, pero el reconocimiento por parte de organismos internacionales de la protección de la infancia fue un cambio rotundo y trascendental en la forma de pensamiento con respecto al niño.

Posteriormente con la finalización de la segunda guerra mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas redacto un documento de la declaración universal de los derechos humanos donde los derechos del niño eran incluidos implícitamente.

Como sujetos vulnerables a la situación de post guerra, los niños siguieron sufriendo los efectos demográficos de tal evento, situación que fue evaluada por las Naciones Unidas, que establecieron que se debería redactar un nuevo tratado estableciendo a los niños y niñas como sujetos específicos de protección. Por lo que en 1959 se realizo la declaración de los derechos del niño, que serviría de antesala a la convención de los mismos.

La declaración de los derechos del niño de 1959 consta de diez principios, los cuales son ratificados en la convención posterior.

Principio 1

El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.

Principio 2

El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.

Principio 3

El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.

Principio 4

El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

Principio 5

El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.

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