Cuento de expresión libre

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El niño que quiere ser piloto

Mientras los días pasaban, el pequeño Tomas aun no declinaba a su sueño de ser piloto de avión y, desde temprana edad coleccionaba aviones: aviones de papel, aviones a control remoto, aviones de lujo de la Base Aérea Dominicana, en fin, un sin número de aviones, el pequeño niño soñaba con subirse y pilotar un gran avión comercial y participar en algún combate con aviones de guerra, pero sabía que no iba a hacer nada fácil, el niño siempre estudiaba los libros de pilotaje, veía videos en Internet, juegos de simulaciones de avión, entre otras cosas para satisfacerse y sentirse un piloto.

Había un problema que afectaba a Tomas y a su sueño de ser piloto: el niño era un inmigrante proveniente de Haití, no tenía papeles dominicanos y su padre nunca lo había ‘’ declarado ‘’ y su madre lo dejo en un orfanato, prácticamente, era un ‘’ Don Nadie ‘’ pero aun así eso no quitaba su amor por querer algún día ser piloto, pero si, lo decepcionaba de vez en cuando el saber que no tenía papeles y que no podía tener Visa y/o Residencia en otros países con más capacidad para licencias y entrenamiento de pilotaje como lo es en los Estados Unidos de Norteamérica, y todo eso cada día desmotivaba más al niño a querer olvidarse de su hermoso sueño.

Noche tras noche el niño se miraba en sus sueños nocturnos, viéndose a él como un grandísimo piloto de un gran avión comercial con más de 200 personas a bordo o viéndose en una gran guerra defendiendo su país, la isla Republica Dominicana, de ataques de otras naciones y esto hacia que el niño se mantuviera en un balance entre decidir en ‘’ Seguir su sueño ‘’ o      ‘’ No seguir su sueño ‘’ de ser piloto.

Un día, en la escuela que le pagaba el gobierno a los niños pobres o sin hogar fueron a ofertar Becas de universidades americanas con diversas carreras y esta incluía la que al niño le gustaba que era la Aeronáutica, entonces el niño se emocionó bastante al escuchar que aún tenía esperanzas de hacer su sueño realidad.

Los promotores de las Becas hablaron con la dirección y los maestros del Centro Educativo para elegir 3 alumnos con notas de A y A+ como requisito principal de las becas, y los profesores y la administración del Centro, saco un total de 10 alumnos ejemplares y con buenas calificaciones y entre ellos se encontraba el ‘’ Soñador Tomas ‘’, el niño que quería ser piloto, y al enterarse de que estaba entre la lista de los ‘’ En espera de aprobación ‘’ el niño se sintió bastante orgulloso de sí mismo y de nunca rendirse a su sueño y aun tener fe.

Pasaron varias semanas cuando los promotores volvieron con buenas y malas noticias, después de clases citaron a los 10 alumnos y a sus padres a una junta para hablar de las universidades disponibles con dichas carreras, informaciones, periodos, etc.;  los niños fueron con sus padres y al pequeño Tomas no le costó más que ir solo porque no tenía padres. En la reunión le preguntaron por sus padres y el respondió que no tenía, que era huérfano desde su nacimiento, entonces ellos respondieron:

• Ah! Eres Tomas, cierto?
• Sí señor, ese soy yo. Respondiendo con tono de tristeza

A Tomas le informaron ese mismo día que tenían una buena noticia para el y era que encontraron una de las mejores universidades de Aeronáutica de toda América Del Norte, el niño se estremeció de gran alegría, pero su sonrisa de oreja a oreja fue interrumpida cuando le dijeron: pero aún tenemos una mala noticia…Qué será?! se pregunta el niño en su mente con una mala impresión.

 No vas a poder ser becado a pesar de tus buenas notas, le dicen a Tomas, y es por dos razones: primero, no tienes papeles dominicanos legales, prácticamente no existes en este país y la segunda es que no tienes padres legítimos que tengan papeles y dinero para pagar tus viajes y gastos, y así no se podrá cumplir con tu suscripción a la universidad deseada porque no admitirían un niño sin papeles o huérfano.

Tomas se quedó con una gran decepción, deseaba no haber nacido, una gran oportunidad y por su falta de padres y papeles no podía haber cumplido su sueño de ser piloto en una de las mejores universidades, ya que en un futuro no tendrá con que pagarlas.

El niño maldecía cada día más su vida y se sentía muy mal a ver a sus compañeros, semanas después, con sus papeles de becas y boletos para viajar, sentía un poco de envidia al ver a los otros sonreír y ver que cumplirán sus sueños y él no.

Un día Tomas decide salirse de la escuela y así reusar a su sueño y ponerse a limpiar zapatos, deambular, traficar drogas; todo lo que lo hiciera olvidarse de su sueño y acabar rápido con su vida.

El día que el niño iba a buscar sus papeles había un hombre alto, blanco, pelo largo y cuidado y con un agradable aroma a perfume caro y lo ve hablando con la directora, interrumpe su conversación y le dice:

• Directora, cuando termine con el señor necesito hablar con usted.

La directora impresionada le dice:

• Oh Tomas! Que bueno que estas aquí, me preocupe porque faltaste hoy a clases, este señor te está buscando.

Tomas se enfureció un poco por dentro pensando que era otro promotor que iba a ilusionarlo para al final decirle que no iba a poder porque era un huérfano.

- Buenas tardes Tomas, como estas?

- Bien señor y usted?

- Bien, Gracias! Sabes quién soy?

- De hecho, no, quien es usted?

- Soy Charles Lindbergh, ex piloto de avión comercial y pensionado de una aerolínea.

Tomas muy asombrado le pregunta:

- Y usted que busca aquí?

- Bueno, estuve hablando con los promotores de becas a ver a quien le interesaba la aeronáutica y me informaron que tenías excelentes notas y que amabas la aviación, entonces decidí contactar contigo.

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