CÓMO ENSEÑAR MATEMÁTICAS EN EL JARDÍN
Enviado por Deenissee • 15 de Febrero de 2014 • 3.918 Palabras (16 Páginas) • 471 Visitas
¿CÓMO ENSEÑAR MATEMÁTICAS EN EL JARDÍN? NÚMERO-MEDIDA-ESPACIO
GONZALES, Adriana y WENSTEIN, Edith (2008)
Introducción
La matemática y el medio
“…la actividad matemática es una peculiar fusión de reconocimiento del orden, creatividad, espontaneidad, libertad y belleza del universo…”
MIGUEL DE GUZMÁN
En el mundo contemporáneo nadie duda de la utilidad de las matemáticas para resolver situaciones de la vida cotidiana. Sin embargo, a la hora de preguntar “¿qué es la matemática?” nos resulta difícil dar una respuesta. Escuchamos frases como las siguientes: “son los números”, “es difícil”, “no es para mí”, “la matemática me hace pensar”, “son los teoremas”. Esta diversidad de expresiones se debe a que cada uno de nosotros tiene su propia representación de lo que es la matemática, representación que se basa en las experiencias personales, por lo general relacionadas con la vida escolar. (p. 11)
Si buscamos en el diccionario, encontramos definiciones del tipo: matemática es “la ciencia que trata de la cantidad”, pero, ¿qué es la cantidad? “es todo lo que es capaz de aumento y disminución”. Estas definiciones no nos ayudan a identificar qué es la matemática”. Porque a pesar de ser considerada una ciencia exacta, “…la matemática, que intenta definirlo todo con precisión, no tiene una definición precisa de ella misma” (Luis Santaló). (p. 11-12)
Desde la prehistoria, la matemática, al igual que otras ciencias, ha ayudado al Hombre a resolver problemas prácticos. El entorno, dinámico y cambiante, fue planteando nuevos problemas, y éstos generaron nuevas respuestas, distintas formas de resolución, diferentes habilidades… en definitiva, nuevos conocimientos resultantes de las actividades de observación, experimentación y comprobación. (p. 12)
La matemática, como parte de este proceso no permanece estática. Se caracteriza por ser una actividad humana, específica, orientada a la resolución de problemas, que le surgen al Hombre , en su accionar sobre el medio. (p. 12)
Las nociones matemáticas no se adquieren de una vez y para siempre sino que implican un largo proceso de construcción, un proceso continuo y permanente que abarca toda la vida de la persona. (p. 12)
La escuela, institución que se ocupa –entre otras funciones- de la selección, transmisión y producción de los conocimientos, es la que debe posibilitar al niño la construcción de saberes, entre ellos el saber matemático. (p. 12-13)
Es por ello que la matemática, hoy en día, se incluye en los planes educativos desde el nivel inicial. (p. 13)
Algunos de los motivos que justifican esta temprana inclusión son:
- Todo individuo, para integrarse activamente a una sociedad democrática y tecnológica, necesita de instrumentos, habilidades y conceptos matemáticos que le permitan interactuar, comprender y modificar el mundo que lo rodea.
- El Hombre, en el mundo actual se maneja con y sobre representaciones. La capacidad de interpretación y creación simbólica se hace necesaria. La enseñanza de los conceptos matemáticos contribuye al desarrollo de esta capacidad.
- Existe una íntima relación entre la matemática y las otras disciplinas, sean estas exactas (química, física) o sociales (psicología, sociología). (p. 13)
En síntesis, su inclusión en los planes educativos se debe a su:
- Valor Instrumental: porque le sirve al Hombre para resolver los problemas que le presenta su entorno.
- Valor Formativo: porque contribuye al desarrollo del pensamiento lógico.
- Valor Social: porque el lenguaje matemático es parte de la comunicación entre los Hombres.
- Valor Cultural: porque forma parte del patrimonio de la humanidad. (p. 13)
Carmen Gómez Granell sostiene que:
“…las matemáticas, uno de los conocimientos más valorado y necesario en las sociedades modernas altamente tecnificadas, es, a la vez, uno de los más inaccesibles para la mayoría de la población…” (p. 14)
Como educadores, se nos plantea una inquietante contradicción entre la utilidad de los conocimientos matemáticos en la vida cotidiana y las dificultades que los individuos sienten frente a su aprendizaje. (p. 14)
A fin de superar esta contradicción es necesario que la institución escuela resignifique las relaciones entre el docente, el alumno y el saber. (p. 14)
El docente deberá:
- Conocer el mundo exterior y las exigencias que plantea la sociedad actual, a fin de proponer, intencionalmente, situaciones significativas, contextualizadas, con sentido.
- Seleccionar aquellos saberes matemáticos que garanticen tanto la inserción sociocultural del alumno así como también una educación matemática enraizada en la cultura. (p. 14)
Para permitir que el alumno logre:
- Desarrollar habilidades matemáticas que posibiliten, en forma autónoma, la resolución de problemas.
- Confrontar las soluciones encontradas, buscar distintos caminos de resolución, formular nuevos problemas, equivocarse, dar respuestas simples, ingenuas, parciales, es decir, seguir un proceso similar al del investigador matemático.
- Construir saberes matemáticos para luego poder hacer un uso inteligente, adecuado y suficiente de los mismos. (p. 14)
Capítulo I
Enfoque del área matemática
“…cuanto más ayudemos a los niños a tener sus ideas brillantes y a sentir satisfacción por ello, más posible será que algún día tengan ellos algunas que a nadie se le ocurrió jamás.”
ELEANOR DUCKWORTH
El rol del problema en el aprendizaje matemático
Los “problemas” son tanto el corazón de la “matemática” como el motor de su enseñanza. Es indudable que las palabras “matemáticas” y “problema” siempre estuvieron íntimamente ligadas. (p. 17)
La educación matemática no implica acumular conocimientos (fórmulas, símbolos, gráficos, etc.), sino poder utilizarlos en la resolución de situaciones problemáticas, transfiriendo y resignificando lo aprendido. (p. 18)
La complejidad del acto pedagógico hace que ningún docente se centre exclusivamente en un modelo, sino que utilice elementos de distintos modelos. (p. 18)
En el modelo más clásico, típico de la escuela centrada en la transmisión de contenidos al alumno, el problema se ubica al final de la secuencia de aprendizaje. El docente inicialmente introduce las nociones y presenta los ejercicios. El alumno escucha, imita y se ejercita, para posteriormente aplicar los conocimientos adquiridos en la resolución de los problemas presentados. (p. 18)
El problema cumple, para el alumno, la función de utilización y
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