Código Napoleónico

El Código Napoleónico

El Código Civil de Napoleón de 1804, es de los más influyentes con respecto al derecho, junto con el Corpus Iuris Civilis de Justiniano. Este código nace de la idea de la codificación racionalista a la mano de las nuevas enseñanzas de la Ilustración. Parte de dos fundamentos de suma importancia, el primero es el convertirlo en un código legislador universal, leyes válidas para todo tiempo y lugar. La segunda razón es la necesidad de sencillez y unidad en el derecho, reflejo de naturaleza sencilla y unitaria. Esta segunda razón parte de que desde la aparición del código Justiniano el derecho había sido corrompido de su naturaleza y era necesario regresar a la verdadera esencia del derecho. El código de Napoleón ha tenido una gran influencia en el derecho del siglo XIX en países europeos y latinoamericanos.

El Código de Napoleón es pensado en aires de la Revolución Francesa, la cual inicia desde antes de la famosa toma de la Bastilla. El pueblo francés se encontraba en gran descontento con el Antiguo Régimen, ya que por mucho tiempo los campesinos franceses habían sufrido hambre y problemas económicos. La Revolución fue iniciada por la burguesía de París, las cuales eran las personas más afectadas. Los burgueses buscaban con anhelo una monarquía constitucional, para garantizar una mejoría en la ciudad de París y en toda Francia. No obstante al proclamarse la tan deseada monarquía constitucional, los burgueses se encontraron descontentos, fue depuesto el rey y guillotinado bajo el grito de democracia de los jacobinos, principalmente guiados por Robespierre. Por primera vez en Francia, se dio un movimiento en el cual querían tomar en cuenta a los habitantes de París, esto se vio principalmente con la creación de la Asamblea Nacional y la separación de votos que se dio en los Estados Generales. Se quería incorporar un sufragio universal, no obstante solo se logro incorporar el derecho a voto a un grupo de hombres con trabajos y tierras. Con esta nueva implementación de voto y la creación de las nuevas constituciones de 1791, 1793 y 1795, se necesitaba también de un nuevo orden en la legislación del país, ya que la existente no era eficiente para estos nuevos burgueses y capitanes.

La Revolución Francesa significó para todo el pueblo francés, la incorporación del pueblo y principalmente el inicio de un movimiento democrático en Europa. Por primera vez, iba a existir un control soberano sobre el poder del rey, el cual iba a estar controlado por un sistema de leyes. Esta revolución es conocida como la primera ola democrática, ya que por primera vez, luego del sistema feudal, se dio la participación ciudadana y se busca el igualitarismo con respecto a la ley. Los primeros proyectos para crear un sistema legal “justo y democrático” se dan con Jean-Jacques Régis de Cambacéres. El primer proyecto se presenta en agosto de 1793, en base a tres conceptos fundamentales los cuales eran los que velaba la democracia. Los conceptos que trata de resaltar son: reacercamiento a la naturaleza, humanidad y simplicidad. Con este primer proyecto se quería velar por la igualdad ante la ley y una libertad personal. No obstante esta primera propuesta fue considerada poco filosófica y demasiado jurídica, debido a su gran carga de particularidades técnicas.

Un segundo intento se inicia en septiembre de 1794, esta ves guiada por tres nuevos principios. Se basaba en la necesidad de ser dueño de uno mismo, sin necesidad de opresión de un rey, en el hecho de poseer bienes para satisfacer sus necesidades básicas y de la necesidad de poder disponer de los bienes en interés propio y familiar. Estos nuevos fundamentos estaba partiendo de derechos naturales del hombre y de obligaciones como ciudadano. Este nuevo proyecto era más sencillo y sus principios esenciales eran de guía a los legisladores posteriores y jueces. No obstante hubo una gran discusión por esta nueva propuesta y creó hostilidades entre legisladores y abogados, por lo cual fue abandonado. El tercer y último intento de Cambacérés se da en junio de 1796. Este último proyecto poseía una mayor elaboración con respecto a bases del derecho natural y también jurídico. Se atenúa principalmente las ideas iusnaturalistas que eran fomentadas por la mayoría de los juristas ilustrados de la época. Este fue el único proyecto que en verdad posee una gran influencia en la elaboración definitiva del Código Civil.

El Código fue elaborado por cuatro juristas, seleccionados específicamente para la creación de este código de leyes. Jacques de Maleville y Jean Etienne Marie eran conocidos por ser expertos en el área de derecho escrito, mientras que los otros dos, Félix Bigot de Préameneu y Portails eran grandes conocedores del derecho consuetudinario. Portails es considerado uno de los más importantes en la creación del código debido a su escritura sobre el abuso del racionalismo ilustrado. El trabajo de redacción y aprobación del Código llevo 3 años y medio, fueron aproximadamente 102 sesiones. 57 de estas sesiones fueron presididas personalmente por Napoleón, quién poseyó gran importancia en la toma de decisión y de solución del Código. Conforme se iban aprobando títulos, se promulgaron aproximadamente 34 leyes separadas, hasta recogerse en 1804 con el nombre de Code Civil des Français. No fue hasta 1807 que este Código tomo el nombre de Código de Napoleón. Se abandonan las concepciones iusnaturalistas y únicamente expresa la tradición francesa del Derecho común. Toma como cimientos el Tratado de Derecho Civil de Pothier del Siglo XVIII. Al mismo tiempo, también poseía gran influencia de la Declaración de los Derechos del hombre y del Ciudadano. Este nuevo sistema de leyes significó para los franceses la perdida absoluta del Antiguo Régimen y una nueva era democrática liderada por sus derechos.

Entre los aspectos que se pueden destacar de este Código es el

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