DISCURSO DE AGRADECIMIENTO

DISCURSO DE AGRADECIMIENTO

(Varios ascendidos)

(20 NOV. 2011)

“…Lo diré otra vez: no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea.

Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en mi vida…”

Steve Jobs.

El motivo que nos convoca en este acto reviste un alto significado para la institución, por cuanto recoge la esencia misma de la profesión militar y representa el justo reconocimiento al personal que al igual que su servidor, han alcanzado, por sus propios méritos, el grado inmediato superior.

El Ejército observa con especial orgullo cómo, a través de sus normales y naturales procesos de calificación, propios de toda organización, valora el sacrificio, la entrega profesional y el grado de preparación, para destacar a sus integrantes que son merecedores a estas distinciones.

Alcanzar los diferentes grados dentro de la carrera militar conlleva el más alto compromiso individual y un gran sacrificio para compartir responsabilidades, teniendo como objetivo central servir siempre a los intereses institucionales, incluso a costa de los propios, por legítimos que ellos sean.

La meta que hoy alcanzan les permitirá asumir con propiedad sus nuevas funciones y participar de manera directa en la consolidación del actual proceso que vive el Ejército, irradiando hacia las nuevas generaciones el espíritu del cambio, asegurando de esta forma que la institución siga proyectándose con visión de futuro en las áreas y ámbitos de acción que le son propias.

Alcanzar un nuevo grado en la carrera militar no es tarea fácil; son variadas y complejas las pruebas y exigencias que nos impone nuestra profesión.

El Jefe es siempre observado; debe ser, en consecuencia, la sumatoria de las virtudes militares, un paradigma de nobleza de sentimientos, optimismo, desprendimiento y elevado sentido de justicia.

No duden en pedir consejo, opinión o, si se requiere, ayuda, porque sus responsabilidades son difíciles, complejas y con muchas aristas. No se nace siendo un buen Jefe. Hasta los llamados genios de la conducción militar dedicaron muchas horas y años de estudio antes de transformarse en los hombres que la historia ha elevado por sobre otros.

En tal sentido, no descuiden el estudio, la meditación rigurosa de los temas encomendados a su análisis; porque en lo que sí estarán solos es en las consecuencias de sus opiniones, si ellas no se inspiran en la recta doctrina, en la tradición, en el saber y en la responsabilidad ineludible por nuestras acciones.

El grado que con esta fecha se ejerce, demanda un mayor compromiso, una mayor dedicación y sobre todo; un continuo perfeccionamiento del cúmulo de actos que integran al militar en el ejercicio de su profesión. Asimismo, no está por demás hacer énfasis que la humildad, la certidumbre, el servicio a los demás y la actitud de servicio, son valores que el Jefe debe hacerlos propios, porque lo contrario atenta sin lugar a dudas, contra la dignidad y el honor militar.

Termino finalmente, invitando a mis compañeros que en el siguiente año competirán para el grado inmediato a que recuerden constantemente el discurso de Graduación dicho por Sir Winston Churchill en la Universidad de Oxford y que consistió solamente en 3 palabras …. ““¡Nunca se rindan!” …”

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