Discapacidad Visual
Enviado por 1790larosa • 6 de Junio de 2014 • 3.830 Palabras (16 Páginas) • 280 Visitas
Situación actual de las personas con discapacidad visual
Este artículo fue motivado por María Gabriela Saap, administradora del grupo Discapacidad en Venezuelaen la página de red social Facebook y coincide con la continuación de un primer artículo publicado el 12/07/2008 en esta página, disponible en este enlace. María Gabriela es una persona con movilidad reducida a causa de un accidente automovilístico y actualmente dedica gran parte de su tiempo a defender los derechos de las personas con discapacidad.
En esta publicación el lenguaje descrito será sencillo y en primera instancia, está dirigido a todas aquellas personas que en un momento dado han tenido la oportunidad de conocer o encontrarse con una persona ciega o con deficiencia visual (baja visión) y queriendo prestar ayuda no han podido, por no tener el conocimiento de cómo hacerlo. Por ahora solo ofrezco un bosquejo de cómo podemos participar en la integración social de la persona con discapacidad visual, según mi experiencia en el área, posteriormente iré ampliando el tema hasta llegar a la especificidad del mismo, de la misma manera, invito a otros compañeros a participar en la redacción de artículos relacionados con área de la discapacidad.
LA CULTURA Y LA DISCAPACIDAD EN VENEZUELA.
Hablemos el mismo idioma.
Como bien lo establece la Organización Mundial de la Salud en su Clasificación de las Discapacidades y lo resalta nuestra Ley Venezolana para la Persona con Discapacidad, lo primero que debemos tomar en cuenta – si queremos tener una comunicación adecuada -, es que ante todo, estamos hablando con una persona que tiene una de sus capacidades disminuidas, en este caso la visual y debemos dirigirnos a ellos como a una persona con discapacidad y no con el término mal empleado “Discapacitado(a)”.
El desconocimiento del tema en nuestra sociedad ha creado tabúes hacia ciertas palabras, de si debemos o podemos usarlas o no y de esta interrogante se despeja el paradigma de la comunicación efectiva entre las personas con discapacidad y las personas sin discapacidad. La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, avalan el empleo de la palabra “Ciego” o “Ceguera” y las personas con esta condición visual, las aceptan sin sentirse ofendidas, por tanto, podemos perfectamente dirigirnos a ellos como personas ciegas. Así mismo, dentro de nuestro coloquio, el decir “Mira” o “Ver” debe ser algo natural y en ningún momento debemos limitar a las personas con discapacidad visual ni a nosotros mismos, de decir estas palabras.
Es necesario sustituir las “palabras visuales” por palabras que den referencias claras a las personas con discapacidad visual, debemos evitar señalar y decir “allá” o “aquí”. Cuando usamos palabras concretas como “derecha-izquierda”, “arriba-abajo”, “delante-atrás”, “a tantos pasos de…”, entre otras, estamos dando señales claras que permiten el desarrollo de los conceptos de nociones espaciales – donde estoy ubicado con respecto a mi entorno – y serán de gran utilidad al momento de prestarles nuestra ayuda.
¿Cómo puedo ayudar?
Toda ayuda debe ser consultada antes de pretender brindarla y debe considerarse que será aceptada o rechazada según la necesidad de la persona con discapacidad. Es aconsejable primero saludar y presentarnos, podemos colocar suavemente la palma de la mano en el hombro para dar seguridad a la persona con discapacidad y nuestro tono de voz debe ser sutil. Se le preguntará si necesita y/o desea ser ayudado, luego de aceptar, la misma persona dará las pautas de cómo podemos ayudarle.
¿Cuándo podemos estar irrespetando a una persona con discapacidad visual?
Existen límites que definen la moral y buenas costumbres para todas las personas – sin excepción -, en el caso de la persona con discapacidad visual debemos tener las consideraciones pertinentes, por razones sobre entendidas. Cuando las personas con discapacidad visual se encuentran reunidas y queremos incorporarnos al grupo, debemos anunciarnos con un saludo y de la misma manera despedirnos si queremos retirarnos, evitando así, causar incomodidades o mal entendidos con nuestra presencia o ausencia.
El gesto de colocar la palma de la mano por delante de la cara de una persona con discapacidad visual, en la actitud de comprobar si realmente es ciego, es considerado una ofensa dentro de la comunidad de personas ciegas y deficientes visuales. También es considerado una falta de respeto hacia las personas con discapacidad visual el hecho de esconder sus cosas personales, entre estas el bastón o querer sorprenderlos con pellizcos, tocarlos a un lado mientras estamos del otro, colocarles cosas frías o calientes en la piel, levantar repentinamente el tono de voz y cualquier otra acción que pueda alterar su concentración y tranquilidad de manera intencional.
REGLAS DE ORO
Las personas ciegas y deficientes visuales crean una rutina mental de su recorrido diario, haciendo uso de las referencias y pistas sensoriales que el mismo ambiente le va ofreciendo, cualquier alteración o cambio de esta rutina le causa desorientación espacial, es por eso que toda remodelación que se haga dentro del hogar, trabajo, casa de estudios y de ser posible en la comunidad, debe ser notificada y antes de realizarse debe tenerse la consideración necesaria hacia estas personas. Al quitar una pared de un sitio se genera un cambio en la percepción de la presión y profundidad de este espacio, altera la propagación del eco, desvía la corriente del aire y la entrada de luz. Esto quiere decir que la persona con discapacidad visual no solo no va “tocar” más la pared que siempre estaba en su sitio y que usaba para obtener referencia, orientarse y alinearse con ella para caminar en línea recta para así poder llegar al mismo sitio, sino que también altera la estructura de percepción en algunos de sus canales receptores – oído, tacto, olfato -. Es recomendable consultar la opinión de la persona con discapacidad visual y de un experto.
Los cambios de inmobiliario dentro del hogar también deben ser anticipados o anunciados una vez se que se hagan y de no ser necesario, se recomienda no realizarlos. Debe tenerse especial cuidado con las puertas y ventanas, éstas deberán estar totalmente cerradas o totalmente abiertas, siempre pegadas y alineadas con la pared, al dejarlas semi-abiertas, colocamos en riesgo a las personas con discapacidad visual.
Ante situaciones de peligro debemos evitar usar la palabra “cuidado”, ya que colocamos en situación de alerta a la persona sin tener un conocimiento claro de lo que debe cuidarse y hacia donde está ubicado el peligro. Debemos solicitarle que se detenga con palabras como “detente”,
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