Discurso De Abanderado
Enviado por briandaniel • 15 de Julio de 2014 • 1.073 Palabras (5 Páginas) • 10.473 Visitas
Para triunfar en la vida, no es importante ser el primero.
Para triunfar simplemente hay que saber llegar,
levantándose cada vez que se cae en el camino,
venciendo obstáculos, siendo constantes.”
Las cosas y las palabras van a separarse. El ojo será destinado a ver y sólo a ver; la oreja sólo a oír. El discurso tendrá desde luego como tarea el decir lo que es, pero no será más que lo que dice.
Autoridades del plantel, estimados docentes, distinguidos padres de familia, compañeros y compañeras.
En este día en que la vida me privilegia con el honor de portar el hermoso emblema de mi patria, cargado de emoción asumo la actitud honesta de reconocer que este logro tiene una mezcla de amor, paciencia, exigencia y fe, sentimientos que los pude obtener solamente rodeado de personas revestidas en talento moral y de amor.
Me honra sobremanera hacer uso de este espacio para en nombre de todas y todos mis compañeros abanderados y escoltas de los distintos pabellones, expresar mis palabras de agradecimiento más profundo y de reconocimiento a los maestros que han sabido sembrar en nuestras mentes los más altos valores y conocimientos, y forjar en nosotros personas de bien.
Hoy me dirijo a ustedes con un propósito, que conozcan el sentir que tengo en este momento y el orgullo de sentirlo en esta institución. Hoy día de la bandera nacional, emblema del Ecuador, me atrevo a insinuar los bastos y gloriosos años que pasamos en las aulas junto a la familia que uno escoge, en busca de una sola luz, la meta de alcanzar el conocimiento y aplicarlo para bien en la sociedad.
Todavía recuerdo con un poco de nostalgia, aquellos momentos en los cuales la vida te da la espalda y debes salir adelante. Cuando sabes que tienes una gran meta, superarte. No es nada fácil ser un orgullo para tu familia cuando tus antecesores también alcanzaron el éxito. Es difícil, pero no imposible. Como es conocido, si puedes soñarlo, puedes lograrlo. Ahora puedo reír de aquellos momentos donde me ganaba la presión al intentar dar una satisfacción en la buena tradición familiar.
Cuanto tiempo ha pasado desde que una mañana temeroso ingrese a la institución, para encontrar aquí, desde el primer día, un espíritu bondadoso de entrega y sacrificio; valores que inspiraron a mis padres para permitirme transitar por la senda del Glorioso San Andrés, mi segundo hogar, institución a la que presento mi admiración y gratitud pues su escudo está gravado dentro de mi pecho, acá donde se ama, en el corazón.
El camino hasta aquí no ha sido fácil, ha sido un paseo lleno de dificultades, aunque también repleto de alegrías. Hace unos años llegamos a este lugar con un equipaje vacío que a cada paso que hemos dado sumado al tiempo, hemos ido llenándolas de muchas anécdotas, recuerdos, sueños, conocimientos, experiencias y lo más importante de personas auténticas que siempre llevaremos con nosotros y que son las amistades verdaderas, aquellos que recordaremos como los mejores amigos que jamás tendremos. En un inicio sólo era la gente de clase, que poco a poco se fue ganando un lugar importante en nuestras vidas.
Las experiencias irrepetibles se escribirán en el gran capítulo del libro de nuestras vidas, para cuando seamos
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