Discurso De Clapsura
Enviado por eduardo • 1 de Mayo de 2013 • 781 Palabras (4 Páginas) • 412 Visitas
Hoy, ninguno de nosotros es el mismo que llegó a esta escuela en agosto del año 2006. Con cada semestre, una parte se transformó hasta llegar a lo que somos hoy. Nuestra forma de actuar y de pensar es diferente. Nuestro modo de ver al mundo es distinto también.
Las bases para el éxito, ya las tenemos, es algo más que nos llevamos de nuestra escuela. Y vaya que es sólo una porción de todo lo que nos llevaremos. Amigos, experiencias, recuerdos imborrables; no sería posible mencionarlo todo, la lista de satisfacciones es grande.
Cómo pasar por alto, el buen trato y el apoyo, recibido de cuanta persona labora en la Zoebisch: Maestros, prefectos, intendentes, secretarias, laboratoristas, psicólogos, que en muchos casos, llegaron a convertirse, incluso, en nuestros amigos.
¿Qué decir de los maestros?: Algunos fueron totalmente de nuestro agrado. Con otros, quizá tuvimos algunas diferencias, Pero de todos aprendimos algo, ellos también tenían una importante tarea cada día: nuestra formación y aquí está el producto de su esfuerzo gracias a su inquebrantable paciencia y singular personalidad. Nunca desistieron en su perseverante labor de hacernos mejores personas, incluso, con los grupos más difíciles. De cada uno podría mencionar cualidades estupendas, y tendría un agradecimiento especial para todos, pero me temo, que mi discurso tardaría demasiado, y los aburriría. Mejor, porqué no mencionar también a nuestros directores, al contador Toño, y al contador Jorge, quienes literalmente, todo el tiempo tuvieron la puerta de su oficina abierta para escucharnos siempre que fuera necesario. Aún cuando se tratase de algo insignificante, o alguna situación no muy agradable.
Y cómo olvidar a nuestros amigos ínter cambistas. Tan pronto como llegaron, y cobraron parte especial de nuestras vidas, se ven en la necesidad de despedirse para regresar a su país. Hoy tenemos la fortuna de que aún nos acompañen algunos. A ustedes les diría gracias por venir a México, saben que siempre esperaremos su regreso con los brazos abiertos. Será difícil verlos partir y los echaremos mucho de menos.
Y también será difícil separarnos de nuestros amigos, aunque sabemos, que será solamente de forma temporal y física, porque las verdaderas amistades, nos acompañan por siempre.
Seguiremos caminos distintos, pero al final, siempre volveremos a estar incondicionalmente juntos. Y será entonces cuando recordemos nuestra prepa. Aquella etapa en la nos divertimos tanto. Anécdotas, hay miles, y nos acompañarán por el resto de nuestra vida. Quizá nos causen melancolía en el futuro, porque sabremos que aquellos momentos serán irrepetibles, pero también nos traerán felicidad, porque fuimos infinitamente privilegiados, por vivirlos.
Por último, me parece primordial también reconocer, a quienes hoy, materializan su principal
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