EL DERECHO SEGÚN CARNELUTTI

EL DERECHO SEGÚN CARNELUTTI

El derecho según Carnelutti gira entorno a cómo mantener una sana convivencia en  sociedad ya que a raíz de esta se desprenden muchos  inconvenientes  dañinos para el ser humano. Este, en medio de sus deseos, que sobrepasan los límites de la ambición, lo conducen no solo a enfocarse en los bienes materiales propios,  sino también en los del prójimo. Esto conlleva a un conflicto aun mayor, ya que se comienza a vulnerar la voluntad del otro, desencadenando una serie de hechos tendientes al caos, de esta manera aparece la figura del derecho como instrumento mediador entre las partes involucradas en un conflicto.

En virtud de lo anterior definimos el derecho como el conjunto de leyes que regulan la conducta de los hombres desde la concepción del mismo e inclusive después de su muerte; entendiendo por ley las normas de obligado cumplimiento que garanticen el bienestar del ciudadano, esta se manifiesta a través de los juristas considerados los obreros calificados del derecho, los legisladores forman las leyes y los jueces las aplican; Carnelutti, 2008.

El citado autor introduce  la relación del derecho y la economía, entendiéndose por economía el acto mediante el cual se poseen bienes con la finalidad de satisfacer una necesidad básica del hombre, quien en su afán de arrebatar lo ajeno genera el inicio de una guerra bien sea entre individuos o naciones, vinculando al derecho como una forma eficaz de eliminarla. Es allí donde aparece el contrato como posible solución al conflicto antes mencionado, pero este como tal no garantiza la paz, si no una tregua entre adversarios. El hombre debe establecer límites  impuestos por las leyes y normas del derecho, es así como este surge en la sociedad. Lo anterior permite concluir  que la economía no es suficiente para ordenar el caos creado por los hombres, y satisfacer sus propias necesidades además de las colectivas.

Otro aspecto que genera la guerra en el campo de la economía, es la falta de moral , es decir, la prevalencia del egoísmo sobre la solidaridad, valor esencial implícito en la fe cristiana , en la cual se profesa el amor al prójimo como solución al problema  del conflicto; pero cuando esta no es lo suficientemente sólida y autoritaria para regular la conducta inapropiada del hombre, con frecuencia se recurre al derecho penal como ente castigador o sancionador de comportamientos dañosos al orden público. Lo anterior deja por sentado que la relación existente entre el derecho y moral, es que el derecho se encarga de acoger la mayoría de mandatos morales para conseguir un mismo objetivo, como lo es regular las conductas humanas.

Haciendo un recuento de lo anterior, nos damos cuenta  del cómo y del por qué  la economía origina la guerra y como la falta de moralidad  conduce a actos repudiables que perturban el orden social, presentándose el delito como el conflicto  entre individuos, poniendo al homicidio y el hurto como sus formas principales. Teniendo en cuenta la variedad de campos en los que se aplican los conceptos de delito o pena (sean filosóficos, jurídicos, científicos, espirituales, etc.) en este punto el autor sigue resaltando lo ya mencionado en los capítulos anteriores,  la guerra entre individuos, lo que conlleva a interrumpir la paz, ya que una de las partes buscará satisfacer su necesidad “a costa de lo que sea”, es precisamente esto lo que la ley busca evitar mediante la imposición de la pena, con la finalidad de mantener el orden y que a raíz del castigo que se le imponga a quien cometa este tipo de actos ,el ciudadano aprenda a no replicar este tipo de conductas.

El concepto de pena se aplica solamente en cuanto a lo físico y muchas veces se deja de lado  la pena espiritual, esto trae como consecuencia que estemos atrasados, cuando de impartir un castigo ejemplar se trata, porque no se impone desde su concepto  íntegro, si no desde lo dañino para el hombre (el mal por el mal).

Claro está al hablar de delito es menester citar  la propiedad, definiéndose como el derecho o facultad de poseer alguna cosa y disponer de ella, esta nace de la economía, de ahí que sea considerada como un fenómeno económico y jurídico, siendo el cuerpo y las cosas sus formas elementales y el hurto su principal enemigo, ya que el hurto no es llevarse la propiedad del otro, si no llevarsela contra la voluntad del propietario, siendo este quien ejerce el derecho sobre su propiedad. Dando cabida al derecho subjetivo, que es la facultad de las personas para hacer valer sus intereses dentro del marco legal para ser más específicos.

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