EL DERECHO SUCESORIO EN LAS UNIONES DE HECHO

El Concubinato o Unión de Hecho, es una palabra o término poco conocido, ya sea en su contexto jurídico como en su definición, en la mayoría de nuestra población pero latente en nuestra sociedad.

El Concubinato es la Unión libre, pública y estable de dos personas de distinto sexo, con independencia de su orientación sexual, siempre que guarden entre sí una relación de afectividad análoga con el matrimonio. Abreviando diremos que son el varón y mujer que viven juntos y hacen vida en común sin estar casados; o lo que llamamos como convivientes.

Ahora bien, técnicamente no es un problema social, porque formar una familia es uno de nuestros pilares de nuestra Sociedad, protegida por la norma jurídica de más alto rango como lo es nuestra Constitución Política. Lo que sí precisaremos es que es un hecho o fenómeno social muy latente, arraigado, común y que cada día se acrecienta más en nuestro país.

El Concubinato en el Perú no es algo reciente, ya que en el tiempo de los Incas –con nuestros antepasados- ya existía pero con el nombre de Servinacuy.

Actualmente, en el Perú el 60% de familias están formadas en base a uniones concubinarias (Cifra recogida del Congreso Internacional de Derecho de Familia, Ponencia presentada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México, 2005), pero esta corriente social de unión de parejas ya se veía su crecimiento desde décadas pasadas, conforme lo demuestra las cifras registradas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, INEI, en 1993, que son de sumo interés. De un total de 15’483,790 personas censadas en las áreas urbana y rural, 2’488,779 de personas se encontraban unidas en convivencia sin matrimonio, mientras que 5’384,534 individuos fueron censados como casados.

Existe un número de personas solteras que asciende a 6’481,083 dentro de las cuales probablemente algunos han silenciado cohabitar con una pareja y un grueso de 176,495 que no han especificado su estado civil (si en este concepto se incluye, como lo hace el INEI, a los convivientes). Ello equivale a decir que el 16.07% de la población total del Perú, en 1993, fueron registrados como convivientes, mientras que 33.77% se reportaron como casados. A tales datos debemos añadir que, en la misma época, 617,750 personas manifestaron ser viudos, 65,654 divorciados y 269,495 separados, es decir, la preferencia por el matrimonio se mostraba como mayoritaria, dado que 6’337,433 personas del total censado, o sea, un 40.92% de la población del Perú, había sido parte de un matrimonio hasta el año 1993. Sin embargo, el porcentaje de concubinatos no aparecía como un dato carente de significado. Y esto quedo confirmado con el último Censo realizado por el INEI en el año 2007 donde se obtuvo la cantidad de 5’124,925 uniones concubinarias, cifra que supera notoriamente a los 2’488,779 de

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