EL JUICIO ORDINARIO
Enviado por mtrovirgen • 29 de Julio de 2014 • Trabajo • 11.069 Palabras (45 Páginas) • 298 Visitas
EL JUICIO ORDINARIO
CARLOS CARDOSO HUERTA
CONTENIDO.
INTRODUCCION
EL JUICIO ORDINARIO
CAPITULO I.
1.1 FIJACION DE LA LITIS
CAPITULO II.
2.1 PRUEBAS
2.1.1 CARGA DE LA PRUEBA
2.1.2 OBJETO DE LA PRUEBA
2.1.3 MEDIOS DE PRUEBA
2.2.1 TERMINO DE OFRECIMIENTO
2.2.2 TERMINO DE RECEPCION
2.3.1 TERMINO ORDINARIO
2.3.2 TERMINO EXTRAORDINARIO
2.3.3 SUSPENSION DEL TERMINO
CAPITULO III.
3.1 PUBLICACION DE PROBANZAS
CAPITULO IV.
4.1 ALEGATOS Y SENTENCIA
4.1.1 ALEGATOS
4.1.2 SENTENCIA
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCIÓN.
El objeto del presente trabajo, es el de poder comprender de la forma más práctica posible, la tramitación de los JUICIOS ORDINARIOS en materia mercantil, lo cual se puede observar dentro del desarrollo de este trabajo; realizando un análisis a cada una de las etapas procesales que comprende dicha tramitación, es decir, desde la demanda hasta la pronunciación de la sentencia.
Como se podrá observar dentro del contenido del trabajo, la base principal para el análisis de las etapas procesales, es el Código de Comercio a través de sus preceptos, los cuales sirven de fundamento para la tramitación de los juicios objeto del presente trabajo, sin dejar pasar por alto que diversos artículos sufrieron variaciones a través de las Reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación del día 24 de mayo de 1996; no significando que se haya omitido analizar los preceptos del Código en consulta, previos a la reforma citada, ya que en la práctica, es sabido que aún se encuentran en tramite juicios ordinarios mercantiles basados en tales disposiciones.
Cabe hacer la aclaración que el contenido del presente trabajo, como ya dijimos antes, que la base principal es el código de Comercio, por lo que al igual que los expertos en derecho y autores de libros quienes proponen sus conceptos y expresan sus criterios sea en el mismo sentido o bien en contra de lo establecido por la ley; aquí lo hemos hecho en el sentido de analizar los preceptos relacionados con la tramitación de los juicios que ahora nos ocupan, y consecuentemente, expresar algunas breves consideraciones a tales preceptos.
Asimismo, y en base a las reformas aludidas, se estudia la consistencia de la Publicación de probanzas, etapa procesal que actualmente esta suprimida, pero sería injusto dejar de analizarla puesto que hay quienes se manifiestan a favor, diciendo que es una etapa de gran importancia para el juez al momento de resolver, y actualmente existen juicios que actualmente se tramitan con las disposiciones previas a las reformas y que aún no llegan a esa etapa procesal.
Por último, se ofrece una sincera disculpa, ya que al estudiar la tramitación de los juicios ordinarios es preciso analizar las figuras jurídicas que tienen estrecha relación con esto, de las cuales no se hizo mención alguna sobre ellas o de alguna se omitió expresar en que consisten; ya que con todo respeto, las figuras jurídicas como medios de impugnación, incidentes, y demás, demasiado importantes y cada una de ellas merece estudio especial.
EL JUICIO ORDINARIO.
Antes de entrar al estudio de la consistencia del JUICIO ORDINARIO MERCANTIL, debemos tener presente entre otras cosas, el significado de la oración “Juicio Mercantil”; primeramente, observemos que el vocablo juicio, proviene del latín iudicium, y que en el ámbito procesal tratándose de juicios contenciosos significa que “es el que se sigue ante el Juez sobre derechos o cosas que varias partes contrarias litigan entre sí”; por lo que respecta a la expresión “mercantil”, comprende todo lo relacionado al mercader (sujeto que trata o comercia con géneros vendibles), a la mercancía (cosas muebles que son objeto de compraventa), y el comercio (negociación que se hace comprando, vendiendo, o permutando mercancías).
Por otro lado, desde el punto de vista gramatical se entiende como “Juicios mercantiles”, aquellos en los que el Juez conoce de una controversia entre partes para dictar sentencia sobre cuestiones relativas a los comerciantes, a las mercancías o tratados comerciales.
Muy a pesar de que infinidad de expertos en Derecho expresan sus conceptos acerca del Juicio Mercantil en la publicación de sus obras; el más importante de los conceptos y al cual debemos someternos todos es el contemplado por la máxima Ley Mercantil que rige las actividades comerciales, es decir, el Código de Comercio, el cual a través del artículo 1049 que señala lo siguiente: “Son juicios mercantiles los que tienen por objeto ventilar y decidir las controversias que conforme a los artículos 4°, 75 y 76 se deriven de los actos comerciales”.
Se hace la aclaración que dentro del presente trabajo, no se entrará a al estudio de figuras jurídicas que tienen relación con el presente tema, en este caso nos referimos a “Actos de comercio”, ya que es una figura jurídica muy importante en materia mercantil y que merece estudio especial, por lo que con respeto a esta, no se hará detalle alguno, así como muchas que más adelante iremos mencionando.
Continuando con el origen de los JUICIOS ORDINARIOS, observamos que se encuentran debidamente contemplados por el artículo 1055 del Código de Comercio ahora reformado, numeral que establece también la formalidad en que han de tramitarse los juicios a que refiere, y que literalmente dice:
Art. 1055.- Los juicios mercantiles, son ordinarios, ejecutivos o los especiales que se encuentren regulados por cualquier ley de índole comercial, los cuales se sujetarán a las siguientes reglas:
I.- Todos los ocursos de las partes y actuaciones judiciales deberán escribirse en idioma español; fácilmente legibles a simple vista, y deberán estar firmados por los que intervengan en ellos. Cuando alguna de las partes no supiere o no pudiere firmar, impondrá su huella digital, firmando otra persona en su nombre y a su ruego, indicando éstas circunstancias;
II.- Los documentos redactados en idioma extranjero deberán acompañarse con la correspondiente traducción al español;
III.- En las actuaciones judiciales, las fechas y las cantidades se escribirán con letra, y no se emplearán abreviaturas ni se rasparán las frases equivocadas, sobre las que sólo se pondrá una línea delgada que permita la lectura, salvándose al fin con toda precisión
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