EL ORGULLO DE SER MAESTRO.

TEMA: EL ORGULLO DE SER MAESTRO,

ORADOR(A): PROFRA. ANDREA AGUSTINA BELTRÁN LÓPEZ

C.T. SUPERVISIÓN ESCOLAR  O42  SECTOR III PRIMARIA

DELEGACIÓN D-1-78 REGIÓN CENTRO-NORTE GUASAVE SINALOA.

Una de las cosas que tengo que agradecer en esta vida es haberme permitido transitar por el camino de la docencia, porque me dio la oportunidad de forjarme resistente, fuerte y como un mejor ser humano.   Debido a que: “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”.

 Apreciable jurado, distinguido  público, hoy tengo el privilegio de venir ante ustedes para disertar sobre este gran tema:

EL ORGULLO DE SER MAESTRO

Gran frase y que responsabilidad se cierne sobre nosotros  maestros,…

Les comentaré algo; cuando algunas personas  me preguntan: ¿a qué te dedicas? con acento firme y fuerte les contesto-¡Soy maestra!_ y no en pocas ocasiones su lenguaje corporal y algunas de sus expresiones  me dejan entrever  la poca importancia que les representa nuestra profesión y es en esos momentos  cuando me tomo la libertad  de explicar,  en nuestra sociedad podrán  incursionar muchas profesiones  … Pero el oficio de enseñar sigue siendo la tarea más noble,  altruista y con un espíritu de servicio inquebrantable. Además, nuestra profesión  tiene un solo objetivo   “ser maestro de humanidad que lo único que verdaderamente importa es ayudar a nuestros alumnos a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea, para ello, no hay otro camino que rescatar, en cada una de nuestras lecciones, el valor humano del conocimiento”

Todo esto puede quedar en tela de juicio ante una sociedad que cada vez ha minimizado nuestra labor y deteriorado nuestra imagen, y que, hoy en  día pone en duda el sentido humanista y la mística de la docencia,  esas personas no entienden que la enseñanza no es cuestión de ciencia sino de corazón, ya lo dijo el profesor y escritor Howard G. Hendricks. “La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza sino de corazón a corazón” No hay mayor experiencia que encontrar un maestro, cuya palabra nos abra horizontes antes insospechados, que nos enfrente con nosotros mismos rompiendo las barreras de nuestras limitaciones e ignorancia; que con su discurso libere pensamientos  que jamás  nos atreveríamos a formular.

Padres de familia, autoridades, sociedad en general los invito a reflexionar,  hasta qué punto no hemos revalorizado la profesión docente. Maestros, Maestras   pensemos  ¿Nos hemos sentido orgullosos en nuestra profesión?  ,  la respuesta llega a  mi cerebro en un sin fin de imágenes, anécdotas, emociones y  siento esa sensación que nace desde los  pies hasta la cabeza como una explosión de energía y enfáticamente digo que sí…. perdón si mi afirmación peca de soberbia y arrogante pero así lo siento.

 Las  escuelas normales o cualquier otra institución formadora de maestros nos instruyeron en  aspectos, teóricos, metodológicos  y psicológicos,  pero dominar el arte de enseñar y  el ser un profesional de la enseñanza se construye día a día en un salón de clases, a través del ensayo y error como en las matemáticas. La enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, o vivir cada clase con ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos al vivir  con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos.

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