EL PODER DE VIVIR CON SENCILLEZ.

MINISTERIO DE EDUCACIÓN[pic 1][pic 2]

SECRETARIA DE EDUCACIÓN

 DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACION SUPERIOR

INSTITUTO SUPERIOR “RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL”

RÍO CUARTO  -  CÓRDOBA

ESTUDIANTE: TORRES, Cristian Iván         AÑO 2015

EL PODER DE VIVIR CON SENCILLEZ

¿Cómo logramos identificar al Otro cuando uno no logra reconocerse a uno mismo? El Otro es como un “palo en el engranaje” que detiene nuestra totalidad del YO que venía funcionando bien. La totalidad nunca cierra porque siempre hay Otro adentro de nuestro muro en donde todo parece funcionar a la perfección pero los muros se vuelven invisible y afuera están los Otros que buscan una respuesta.

Por un lado todos somos iguales porque somos parte de un todo que nos nuclea: la Humanidad, pero también soy un individuo diferente. En cierto modo somos todos igualmente diferentes, es decir, somos iguales por ser todos diferentes. Para haber igualdad tiene que haber diferencias. Por eso siempre estamos relacionándonos con los Otros, interfiriéndonos mutuamente, contaminando nuestra personalidad para modificar ese YO y comenzar a ser otro frente a los ojos de un nuevo YO. (Darío Sztajnszrajber)

Pero, ¿Cómo podemos acceder al Otro? Esto es lo que se cuenta en esta narrativa, como dos polos opuestos, dos Otros logran superar estas diferencias separándose del YO, de su EGO para transformarse en un nosotros mismos: LA AMISTAD.

Llego al primer día de práctica a este sexto grado, un curso muy potente en todos sus sentidos y con una diversidad de chicos e historias que están marcadas por lo externo: el barrio. Esta situación se da muy a menudo con los dos últimos grados, no es lo mismo vivir en el Barrio Jardín Norte que en las 130. Son dos realidades muy diferentes pero con un punto central: el Hebe Duprat.

Ese primer día estuvo marcado por reconocer a los chicos, buscando ver en qué debía hacer hincapié, pero comencé a ver otra realidad, este grupo a diferencia de otros que tuve la posibilidad de conocer no llevaba marcada esta diferencia entre sus barrios, pero si tenía un gran problema, en reconocerse entre ellos, no solo como compañeros sino como sujetos de derechos como personas, no lograban congeniar entre varones y nenas. Cada uno de ellos con sus líderes (positivos si los vemos desde lo individual y negativo si lo vemos desde lo colectivo)

Los varones mostraban lo que es la rebeldía, buscando tener el control del aula a través de peleas, discusiones o, incluso, discriminación, Nietzsche afirma que la felicidad es el acrecentamiento del Poder que tenemos sobre el o los Otros. Liderados por Poder, un chico que frente a los ojos de sus compañeros es quien encabeza las rebeliones grupales y busca llamar la atención por su historia de vida, su padre los abandono dejando a su familia por otra en San Luis y legándoles una gran deuda económica, pero frente a los ojos de su madre es un niño dulce o como dicen, un comprador, tiempista que lleva su sufrimiento familiar dentro de el sin poder demostrarlo de otra manera que no sea la pelea o discusión con el Otro. Entonces, ¿Cuál es la realidad en la que nos debemos sumergir, la que vemos diariamente o la que nos cuenta su madre?

 Por el otro lado, ellas estaban divididas en dos grupos, una de sus líderes, la Sencillez, es una niña con una fuerte historia familiar, proveniente de un país vecino. Una niña muy dulce, comprometida y trabajadora, que llamo mi atención al ver su relación con el resto del grupo.

Ella se sienta al fondo de la clase siempre tapándose las manos con las mangas del guardapolvo y escuchando: “PARA!!, ¿Me prestas esto?” “Profe no se gaste, que va a entender si es Paraguaya” o el clásico de todos los días, “¿Te bañas o sos sucia siempre como tus manos?”

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