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EL PODER DENTRO DEL MARCO CONSTITUCIONAL.


Enviado por   •  30 de Abril de 2016  •  Ensayo  •  1.705 Palabras (7 Páginas)  •  190 Visitas

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EL PODER DENTRO DEL MARCO CONSTITUCIONAL

Partiendo de la expresión de Fernand Braudel “El capitalismo sólo triunfa cuando se identifica con el Estado”, enfrentada a frase de Tácito: “Hacen matanzas y las llaman paz”, de entrada enmarcan un panorama general de lo que sucede el todo el orden mundial en materia de formulaciones y perspectivas jurídicas, afirmando que el orden del presente surge de situaciones espontáneas, todo orientado por el mercado global.

Con relación al nacimiento de la ONU, después de la Segunda Guerra Mundial, esta organización aparece como justiciera del orden internacional, dando origen al Imperio del poder que manipula y orienta el poder, primero en Europa y ahora en todo el orbe terrenal, vigente hasta los días de la sociedad. Esto, sostiene las bases de lo que antes fueran los Estados-nación, conectando todo un portafolio de producción jurídica, imponiendo la soberanía de los Estados individuales, pero siempre atados a pactos y tratados internacionales, que permanecen permeados a un epicentro superior y de carácter real.

Siendo Hans Kelsen, impulsor de las Naciones Unidas, en el siglo XIX, planteó un sistema jurídico internacional, afirmando que los Estados-nación, deben apoyarse en  consenso pensado en lo internacional, teniendo en cuenta el advenimiento de la modernidad civilizada, al igual que Kant, pensando que la humanidad pudiese organizarse en forma supranacional, que parta de la ética, interpretando a todo un rasgo de “estado mundial, afirmando lo internacional, alejados un tanto de los Estados unipersonales.

Lo anterior, lleva a la formación conceptual de procesos jurídicos que salidos de fuentes supranacionales, proceso éste que se va transformado en las bases jurídicas del Imperio. Este concepto, se entronizó como herramienta fundamental en la orientación de estructuras internacionales y supranacionales que se corresponden y permanecen firmes frente al posicionamiento del poder encarnado en el Imperio, que orienta y dirige prácticamente a la sociedad internacional, situación ésta que reaparece de los conceptos de Hobbes y Lock, que en su momento denominaron “Concepciones Europeas del Estado Soberano”.

Sin duda y de acuerdo al Derecho, tal situación, se sustenta en acuerdos contractuales, enmarcados en el concierto de sujetos estatales que permanecen estables a los citados postulados, emanados de los conceptos de preeminencia transnacional.

En tal sentido, vale afirmar, que se todo se refiere al constitucionalismo global, por encima de seguridad global, afirmando la tesis de Lock, sobre la presencia de poderes que se oponen, para apoyan un solo poder supranacional, opuestas entre las monarquías de Hobbes y el liberalismo de Lock. Sin aceptar la presencia de la violencia, sin tener en cuenta el cambio que exige el paradigma de los cambios globales.

Frente a los postulados  anteriores, surgen entonces interrogantes como: ¡ cuál sería el modelo a seguir para la concepción de una forma sana que dignifique en muchos sentidos la generalización de acciones económicas en beneficio de los Estados individuales atados a la globalización mundial? Al mismo tiempo, vale plantear: ¿ cuál puede ser el aspecto normativo, o qué regla primaria debe aceptarse para que el nuevo orden se sostenga y se evite el desbordamiento global de las economías y la relaciones entre Estados?.

¿Será acaso la constitución y permanencia de un Imperio  que gobierne y dirija los destinos de los todos los estados, la fórmula ideal para mantener el orden mundial?

Son varios los teóricos que afirman que es el capitalismo el que ha sostenido la economía mundial y que éste junto con el poder político, son las formas ideales que permiten sostener un orden capitalista, o simplemente, la globalización se mantiene como columna de sostén del mismo capitalismo que prácticamente, maneja otras aspectos como lo social y lo cultural, dado que otros modelos han sucumbido y de ellos, solo se mantiene ciertos reductos socialistas que también están por desaparecer. No obstante, a pesar del individualismo estatal, son los Estados Capitalistas, los que en forma imperialista, dominan el mercado internacional, razón por la cual, determinados Estados aborrecen toda forma de imperialismo que quieran invadir sus espectros económicos y sociales a la vez.

El imperialismo, tiene su asidero, en concepciones cristianas europeas, donde confluyen conceptos jurídicos y valores ético-morales de carácter universal, donde ni lo uno ni lo otro puede desprenderse como todo un conjunto orgánico mediante lo cual podría consolidarse el imperio de la paz internacional y por supuesto local, a nivel de cada Estado en particular. Esto es algo cuestionable, en tanto que los dos preceptos (paz – ética) son relativos. Si no lo fueran y funcionara mágicamente, simplemente la paz reinaría por doquier.

De otro lado, la expectativa de Imperio es que en forma universal, funcione como un nuevo orden positivo que trascienda a lo supranacional y donde el bienestar dentro de las constituciones sea como para ángeles, mandamiento este que no es tan cierto para todos los Estados, puesto que las culturas son diferentes aunque en apariencia tengan las mismas necesidades. Mientras tanto, el concepto de Imperio, surge como único, perenne y por lo demás necesario. Claro está, que el Imperio se presenta como un producto, en esta caso, beneficio a la orden del usuario, que para el caso del estudio, se refiere a cada Estado, que en términos generales desea mantener su independencia, aunque esta también relativa en tanto que a la luz de la verdad, todas las sociedades se necesitan mutuamente para poder convivir en paz y con tranquilidad.

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