ENSAYO DE FINANZAS PERSONALES
Enviado por ERosalesO3 • 13 de Enero de 2014 • 1.967 Palabras (8 Páginas) • 635 Visitas
LAS FINANZAS
Introducción
Hablar de finanzas personales, puede provocar en el lector dos sensaciones. Por un lado, genera cierta incomodidad, pues al no tener la cultura, el hábito del orden, la administración y el debido cuidado del dinero, se prefiere pasar inadvertido este rubro y vivir como siempre…al día. Por otra parte, hay quienes ven una excelente oportunidad para cambiar y corregir los vicios en los que han caído por su analfabetismo financiero, razón por la que se considera importante abordar este tema como apoyo a todos los que desean adquirir el hábito de la administración del dinero.
Así pues, se abordará de forma general algunos aspectos relevantes de las finanzas personales y de qué recursos se pueden valer los interesados para adquirir el buen hábito del ahorro y lograr unas finanzas sanas.
Finanzas Personales
En la actualidad, hablar del tema de finanzas, podría sonar a una materia más de las licenciaturas de economía, contabilidad, o quizá de administración, también existen diplomados de dicho tema. Se puede aprender ampliamente sobre cómo manejar la economía de grandes, medianas o pequeñas empresas; empero, no se fomenta la cultura del ahorro personal.
Las finanzas personales son una disciplina a la cual todos tenemos acceso, aunque no se enseñe en los salones de clase o en la familia. No se necesita una licenciatura para poder manejar el dinero óptimamente, ni realizar ecuaciones o aprender álgebra, solo son operaciones básicas como suma, resta, multiplicación o división.
A pesar del fácil acceso que se tiene para cuidar la economía, existen conceptos erróneos acerca del dinero, tales como gastar más de lo que se tiene, al hacer compras innecesarias de productos con los que la mercadotecnia bombardea, como dice Macías, S. (2011).
Una de las broncas con el dinero es que sus manifestaciones exteriores alias “traer carrazo del año”, “cambiar de compu como de calcetines”, “jugar golf todos los domingos”… o el síndrome de "yo invito”, no reflejan en realidad cuál es la situación de tus finanzas. El millonario que todos tenemos en la cabeza frecuentemente poco tiene que ver con quien realmente es rico y sólo es gastalón. (p. 26)
Por tal motivo, se está inmerso en un mundo de fantasía, donde se cree que se debe consumir para sobresalir en lugar de consumir para sobrevivir, en donde se invita a adquirir lo que se desea y no lo que se necesita, al enamorarse de productos que a la larga dejan en bancarrota. Es sorprendente ver como la mayoría trabaja sólo para pagar deudas y más deudas.
Tal es el caso del uso inapropiado de la tarjeta de crédito, es un mal que está afectando a la sociedad. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (2012) constata que este mes se registraron 2.5 millones de tarjetas que no saldaban ni siquiera el pago mínimo, lo cual evidencia que tampoco existe una educación adecuada, pues en ocasiones se piensa que usarla, es como tener una extensión más del dinero, y se consiguen productos por la emoción del momento, pensando que el futuro es 100% seguro.
Otro problema, es cuando se reciben incentivos o el aguinaldo, los cuales podrían ser utilizados para empezar un ahorro y tener un dinero extra para gastos imprevistos, y por qué no, para darse un gusto, pero sin despilfarrar; sin embargo, termina en el banco para saldar las grandes deudas de las tarjetas de crédito; y también da el síndrome del “millonario por un día” y se empieza a gastar compulsivamente en regalos, la cena, los viajes, etc., y en Enero se adquieren nuevas deudas y más grandes que las anteriores, y el nuevo año se empieza con números rojos (año nuevo, deudas nuevas).
Es por eso, la importancia de impulsar la educación del ahorro, para usar bien los recursos económicos personales, con la finalidad de evitar las depresiones financieras. Hay muchas formas de poder administrarse con inteligencia, solo se necesita tener voluntad.
Un ejemplo es empezar a ahorrar, aunque muchos dirán que lo que se gana apenas alcanza para sobrevivir y en ocasiones tienen que pedir prestado; no obstante, se debe aprender a controlar el deseo compulsivo de gastar. Podrían sustituir los famosos “gastos hormiga” considerados por la Procuraduría General del Consumidor (PROFECO) como el café, las papas, los cigarros, los refrescos, la propina, la botella de agua, los chicles, taxis, conversaciones excesivas en el celular, etc., los cuales son montos pequeños que se olvidan, pero sumados dan una cantidad considerable, y si no se planea el ahorro, siempre habrá algún pretexto para no hacerlo; pero si se realiza, se adquiriría algo invaluable como la tranquilidad y la libertad financiera.
En realidad, cuando se quiere ahorrar, todo es posible, $1 diario se convierte en $30 al mes, y en $365 al año, y si se ahorran $10 diarios, serían $365 al mes y $3,500 al año, cantidades que se gastan diariamente en los rubros conocidos como gastos hormiga antes mencionados.
De igual modo, es importante realizar notas de las cuentas diarias, y hacer seguimiento de todos los gastos, lo cual ayuda a ver dónde están las fugas que posteriormente se pueden remediar con la disminución de compras innecesarias y buscando prioridades.
También es importante crear un fondo de emergencia, por un importe mínimo de tres meses de sueldo, ya que pueden suscitarse problemas, como la descompostura del carro que, aunque esté asegurado, se tiene que pagar deducible; también podrían perder el empleo; requerir de una hospitalización; realizar un viaje no planeado; o darse el caso de que se descomponga algún aparato electrodoméstico, etc., motivo por el cual dicho fondo evitaría el uso no planeado de la tarjeta de crédito, o pedir dinero prestado.
Respecto de las tarjetas, es importante saber que existen 3 tipos: débito, crédito y crédito comercial. La de débito es en la que la mayoría recibe su pago de nómina, por lo que el dinero es propio, y se utiliza para realizar gastos y retirar dinero en efectivo, es recomendable utilizarla en el cajero y banco en el que se expidió, pues si se utiliza en un cajero de otra institución, se cobraría un impuesto extra, lo cual causaría una fuga de dinero.
En el caso de
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