ENSAYO EL NIÑO Y LA NATURALEZA

Introducción

El hombre así como los animales viven y se adaptan a un medio ambiente el cual les permite garantizar su subsistencia, todo está dado por una naturaleza de tal manera que, si por alguna razón, se llegara a alterar, sufriría cambios lamentables e irreversibles o para un mejor desarrollo entre su capacidad de habilidades, aprendizaje, conocimiento y sobre todo de supervivencia. El hombre a través de los millones de años de evolución y desarrollo ha demostrado que es único en su especie y como individuo es el mejor para adaptarse al medio que le rodea, lucha por una supervivencia y por naturaleza al lograrla se reproduce y transfiere a sus descendientes las mejores cualidades para conservarlas. Para lograr y garantizar lo anterior, el hombre en su proceso de desarrollo ha planteado diversos medios de tal manera que a la naturaleza la ha modificado a su gran beneficio, creando ciudades, presas, procesos de cultivos, domesticando animales, medios de transporte, de comunicación, etc., haciéndose creer que la naturaleza en un terreno privado sólo de él. Sin importar las consecuencias que esto tomaría. Esto a dado como entendido que la naturaleza está a nuestro servicio y se nos olvida que somos parte de ella, que como seres vivos somos objetos de ella y que nada lo cambiará. En el sustento de su naturaleza animal, el hombre ha acumulado conocimientos, experiencias, habilidades, se ha relacionado con los de su misma especie para lograr objetivos que solo no los podría lograr, y sobre todo ha generado su propia cultura la cuál ha sido heredada a su descendencia, por sus propias experiencias, sabe que un recién nacido no es capaz de subsistir por si solo, y que necesita de un periodo largo de años para que éste se valga por si mismo. Sabe que es un ser débil y gracias a los cuidados, alimentación y enseñanzas le brindarán los mejores factores para su desarrollo y capacidad cognitiva. Con base al desarrollo del niño, del cómo se logra, ha habido un largo periodo de tiempo para estudiarlo, comprenderlo y explicarlo, sin embargo, en los últimos años de la psicología ha dado grandes resultados a partir de teorías de tal manera que se permite comprender el cómo se hace pero hace falta el por qué lo hace. El presente trabajo bajo el título “El niño y su relación con la naturaleza” pretende dar una visión de cómo el niño con base a su desarrollo se interna en un mundo natural y complejo el cuál le permite en el mejor de los factores de supervivencia, relacionarse con los demás seres de su misma especie. Del cómo desarrolla sus habilidades y crea sus propios conceptos de la naturaleza que le rodea.

El niño y su relación con la naturaleza.

Todo ser vivo, nace, crece, se desarrolla, se reproduce y muere. Esta sentencia es la que nos hemos aprendido a través de los primeros años de escuela, sin embargo, y con base a las experiencias de cada ser humano, asimila en algún momento de su vida que no es del todo cierto, es una promesa, que en el mejor de los factores de supervivencia se lograría completar el ciclo. A lo anterior y para explicar a través de las diversas teorías el desarrollo del niño, se requiere que la naturaleza universal le brinde al niño una supervivencia óptima y que nada interfiera en su sano desarrollo, ya que de lo contrario sería una desgracia. Para que un niño aprenda a sostener objetos, a caminar, a hablar, a percibir sensaciones y sobre todo a realizar operaciones más complejas se necesita que la naturaleza le permita haber pasado por una escala de tiempo específico y determinado con base a su desarrollo, la naturaleza del tiempo les permitirá estar listos para desarrollarlas sin la necesidad deliberada de los adultos para lograrlo. La teoría de Piaget ofrece detalladamente las etapas universales en el desarrollo humano, que proporcionan una explicación posible respecto a cuándo y cómo el niño está listo para aprender o desarrollar formas específicas de conocimiento o comprensión. Principalmente sus estudios estuvieron basados en el pensamiento y comprensión de niños y adolescentes sin embargo no organizó estudios sobre la edad adulta. Desde que nace el niño y se encuentra en el seno familiar, se le hace participe de una naturaleza propia, se le proporcionan los cuidados y alimentación adecuada para su sano desarrollo, se proporciona afecto y actos de amor, es la madre principalmente la que se encarga de todas estas tareas, y conforme pasa el tiempo y se va desarrollando se relaciona con más personas y objetos los cuales se le harán atractivos e interesantes, asimismo comenzará a determinar cuales no son de su agrado y los evitará a toda costa. Dispone ya de algunas capacidades para adaptarse al mundo, y recíprocamente los adultos también están preparados para atenderle y satisfacer sus necesidades. La integración del ser humano en su naturaleza y medio en que vive, es con base de la acción sensorial que le permite ponerse en relación con todo lo que le rodea hasta donde los sentidos alcanzan. Por los sentidos el niño comienza a descubrir el mundo. Sus órganos sensoriales van recibiendo multitud de sensaciones de todo tipo que le van a ir permitiendo adentrarse a él. Sus sentidos van ir reaccionando ante los estímulos que recibe. Por los sentidos las cosas van teniendo sentido para los niños, van adquiriendo significado. En la educación se requiere aprovechar todas las posibilidades que permiten los sentidos, tiene que empezar con el nacimiento y aprovechar los periodos críticos para cada uno de ellos. Como “ser en el mundo”, el niño desde muy pequeño siente atracción por el todo lo que tiene cerca y posee el excitante sensorial suficiente para captar la atención y estimular el órgano sensorial correspondiente. Ve los objetos, quiere cogerlos, llevárselos a la boca, golpearlos, examinarlos, dejarlos caer. Considerando a la psicología sobre el desarrollo del niño, se afirma que el proceso sensorial sigue una secuencia en el momento de su educación donde hay que tener en cuenta: 1. el tacto 2. El oído 3. La vista En la medida en que el niño se va desarrollando y llega a la adolescencia, este orden cambia de tal manera que la vista es de prioridad. En la educación tradicional pasa el tacto a un último lugar seguido del oído. La prioridad del tacto en el desarrollo sensorial lleva como consecuencia que la escuela deba de ocuparse en este sentido en los primeros años de la educación infantil con carácter preferente ya que en los primeros años del desarrollo la estimulación táctil y auditiva revisten una importancia superior a los visuales. Como afirma

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