ENSAYO LIBRO “EL JURISTA Y EL SIMULADOR”

ENSAYO

LIBRO “EL JURISTA Y EL SIMULADOR”

AUTOR: IGNACIO BURGOA ORIHUELA

El presente trabajo versará sobre el análisis al libro “El Jurista y el Simulador del Derecho” del gran Maestro Ignacio Burgoa Orihuela. Dicho libro se encuentra dividido en cinco interesantes capítulos.

Al momento de tener el material en mis manos por el título imagine que se trataba de una comparación entre un verdadero abogado y uno ficticio.  Sin embargo leyendo cada parte de las líneas pude percatarme que va más allá de eso.

Se trata de darle el realce al Derecho, de conocer una pauta de la semblanza del trabajo que realiza el Jurisprudente, el Juez, el Abogado y el Maestro, de ver la realidad de lo que sucede y no confundirnos con un profesional autentico a uno en simple apariencia.

El primer capítulo denominado “Necesidad del Derecho como Orden Normativo de la Sociedad y del Estado” reza un proverbio sociológico que a la letra dice “Ubi homines societas, ubi societas jus” el cual significa que en donde exista sociedad va a existir el derecho, esto porque es indispensable que la sociedad se encuentre regida por normas que regulen la conducta de los individuos, asimismo se encuentre dotada de un orden de lo contrario sería un total descontrol.

Por ello el Derecho es un orden normativo jerarquizado, que va evolucionando conforme las condiciones de la sociedad, es decir es cambiante y se apega a la realidad en la que vivimos tratando de alcanzar los ideales de la Justicia.

“La normatividad jurídica es para toda colectividad humana lo que el agua es para los peces” en efecto, los elementos del Derecho son  necesarios para la vida en sociedad.

Como bien sabemos la trascendencia del Derecho es fundamental porque de él se ha creado  el Estado como persona moral mediante el cual se estructura toda la sociedad humana.

El segundo capítulo habla sobre la semblanza del jurista, el cual manifiesta que el jurista debe cubrir con una serie de características las cuales son el ser libre, autentico, veraz, con valor civil y honesto, esto porque es el garante de la sociedad, es aquel que va a representar actos del derecho, aquel que va a defender causas justas sin distinción alguna, aquel que entregara lo mejor de su ser para lograr el anhelado equilibrio de la Justicia, aquel que manifestara lo que piensa y dice con hechos, que llevará en mente y reflejara aquellos principios éticos que forjaron su formación  profesional.

Si un jurista cumple en toda la extensión de la palabra con estos más que requisitos, valores estará lejos de la aterrorizante corrupción,  es mejor siempre ir por el buen camino que por “la senda tortuosa que conduce a la desvirtuación del Derecho” tal como lo alude el brillante creador de este ejemplar.

El tercer capítulo hace referencia a la cultura jurídica, entendemos por cultura a grandes rasgos un cumulo de ideas adquiridas gracias al desarrollo de habilidades, destrezas, conocimientos, mediante la ardua lectura, el estudio y el trabajo.

De la cultura jurídica desprendemos al derecho desde un punto de vista como ciencia, arte, moral, fenómeno social; como ciencia debemos comprender los principios jurídicos para así poder aterrizarlo a casos concretos, como arte persigue un actuar apegado a los valores de la bondad y la justicia, que son fundamental para lograr ser un glorioso abogado, como moral atendemos a los principios éticos, y como fenómeno social el derecho es obligatorio para la sociedad razones que con anterioridad se abordaron.

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