ENSAYO LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN.

INTRODUCCIÓN.

Ensayo elaborado sobre el informe de la UNESCO, titulado “La Educación encierra un tesoro”, mejor conocido como informe Delors, “Los cuatro pilares de la educación” (Delor, Jacques en 1994), en el cual se trata de dar un contexto dentro cual los docentes deben de trabajar a efecto de poder mejorar la educación en todos los niveles y de este modo poder preparar a los alumnos para convertirlos en individuos pensantes y con la capacidad de aprender de todos los aspectos de su vida.

Partiendo de la premisa de que para poder conseguir el objetivo de inculcar un aprendizaje se debe partir de cuatro pilares básicos que llevarán al individuo a poder afrontar las circunstancias que se le presenten.

LA EDUCACIÓN ENCIERRA UN TESORO.

Jaques Delors, en su informe manifiesta que el sigo XXI la educación deberá transmitir de forma masiva y eficazmente una mayor cantidad de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos que puedan aptarse a la civilización cognoscitiva, ya que serán la base de las competencias del futuro, a la par se deberán definir orientaciones que eviten el dejarse influenciar por corrientes de información efímeras que invaden los espacios públicos y privados, para de este modo conservar el rumbo de proyectos de desarrollo individual y colectivo, para estar en condiciones de poder aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse al mundo en permanente cambio.

La educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales, los cuales serán los pilares del conocimiento, y convergen en una sola vía con diferentes puntos de contacto, por lo que se estima que en cualquier sistema de enseñanza estructurada cada uno de esos pilares debe recibir una atención a fin de que la educación sea para el ser humano, en su calidad de persona y de miembro de la sociedad, una experiencia global y que dure toda la vida en los planos cognoscitivo y práctico. Los integrantes de la comisión, desde un inicio fueron conscientes que para poder hacer frente a los retos del siglo XXI, sería indispensable asignar nuevos objetivos a la educación, y por ende, modificar que idea que tenemos de su utilidad, para concebirla como aquella que debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, lo cual supone trascender una visión puramente instrumental de la educación, percibida como la vía obligada para obtener determinados resultados, para considerar su función en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona que toda ella aprende a ser.

APRENDER A CONOCER, puede considerarse como el medio y la finalidad de la vida humana, por cuanto hace al medio, consiste en aprender a comprender el mundo que la rodea para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Y por cuanto hace al fin, es el placer de comprender, conocer y descubrir. La tendencia a prolongar la escolaridad e incrementar el tiempo libre permite apreciar las bondades del conocimiento y de la investigación individual. El incremento del saber permite comprender mejor las múltiples facetas del propio entorno, despierta la curiosidad intelectual, estimula el sentido crítico y permite descifrar la realidad, adquiriendo una autonomía de juicio, por lo que es fundamental que cada niño pueda acceder de manera adecuada al razonamiento científico y convertirse para toda la vida en un “amigo de la ciencia”.

Aprender para conocer supone aprender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento, es por eso que desde la infancia se debe aprender a concentrar su atención en las cosas y las personas. El ejercicio del pensamiento en el que el niño es iniciado debe entrañar una articulación entre lo concreto y lo abstracto, y debe combinar tanto en la enseñanza como en la investigación los dos métodos, el deductivo y el inductivo ya que la concatenación del pensamiento requiere combinar ambos y el proceso de adquisición del conocimiento no concluye nunca y se nutre de todo tipo de experiencias, concluyendo que la enseñanza básica tiene éxito si aporta el impulso y las bases que permitirán seguir aprendiendo durante toda la vida.

APRENDER A HACER. Está estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional y se da de la noción de calificación de la competencia, ya que ell dominio de las dimensiones cognoscitiva e informativa en los sistemas de producción industrial vuelva caduca la noción de calificación profesional, ya que el progreso técnico modifica las calificaciones que requieren los nuevos procesos de producción, sin exigir una calificación determinada, pidiendo en cambio, un conjunto de competencias específicas a cada persona, que combina la calificación propiamente dicha, adquirida mediante la formación técnica y profesional, el comportamiento social, la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de iniciativa y la de asumir riesgos, y si a estas exigencias añadimos la de un empeño personal del trabajador, se da una combinación de los conocimientos teóricos y prácticos para componer las competencias solicitadas.

El trabajo en la economía no estructurada. En las economías en desarrollo el trabajo es de naturaleza muy distinta al régimen asalariado ya que en este no existe ninguna función referencial laboral, pues los conocimientos técnicos suelen ser de tipo tradicional y la función de aprendizaje no se limita al trabajo, tratando a menudo de adquirir a la vez una calificación social y una formación profesional. En los países en desarrollo existe un sector económico al mismo tiempo moderno y no estructurado que indican que existen posibilidades empresariales perfectamente adaptadas a las condiciones locales. En ambos casos en países en desarrollo su futuro estará estrechamente vinculado a la adquisición de la cultura científica que les permitirá acceder a la tecnología moderna, sin descuidar por ello las capacidades concretas de innovación

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