ENSAYO SOBRE EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA
Enviado por gaaramikami • 24 de Junio de 2013 • Ensayo • 2.692 Palabras (11 Páginas) • 496 Visitas
LYDALORENA ERASO MELO
UNIVERSIDAD DE NARIÑO
2013/05/01
ENSAYO SOBRE EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA
La trama de esta obra es principalmente es el amor y sus múltiples variantes, Se desarrolla en Centroamérica, por el Caribe, cerca de Haití ,a principios del siglo xx entre los años 1910 y 1980, época en la cual, según el narrador, los signos del enamoramiento podían ser confundidos con los síntomas del cólera. Sin duda, la temática es profunda, rica, realista y conmovedora. García Márquez cuestiona sobre cosas, tales como la familia, la amistad, el amor en las diferentes etapas de la vida, la fidelidad, la convivencia conyugal, y la muerte, utilizando para ello a un recurso ampliamente descriptivo.
No es sencillo analizar un amor que, a pesar de ser contrariado, se basa desde una de las partes en un juramento de amor y fidelidad lo suficientemente fuerte como para conservarse intacto durante toda una vida. Tal es el caso de Florentino Ariza Pero Florentino Ariza era virgen, y se había propuesto no dejar de serlo mientras no fuera por amor, En cambio, para Fermina Daza, el amor nació de la simple curiosidad. Florentino no era el tipo de hombre que hubiera escogido, y a pesar de ello, nació en ella una curiosidad difícil de resistir; ella nunca imaginó que fuera otra de las tantas celadas del amor. Así terminó pensando en Florentino como nunca se hubiera imaginado que se podía pensar en alguien, presintiéndolo donde no estaba, deseándolo donde no podía estar, despertando de pronto con la sensación física de que él la contemplaba en la oscuridad mientras ella dormía. Ni el uno ni el otro tenían vida para nada distinto de pensar en el otro, para soñar con el otro, para esperar cartas con tanta ansiedad como las contestaban.
No obstante, desde la primera vez que se vieron hasta medio siglo después nunca pudieron encontrarse para hablar del amor que se tenían. Desde que se vieron por primera vez…no habían tenido nunca la oportunidad de verse a solas ni de hablar de su amor por ello el noviazgo de los dos solo se limitó a palabras y cartas ya que una relación cercana nunca la tuvieron. Cuando aparece este factor en la relación, más precisamente en el día del reencuentro luego del viaje del olvido, Fermina cae en el abismo del desencanto, y se da cuenta de que su amor platónico se transforma repentinamente en una desilusión A sus espaldas, tan cerca de su oreja que sólo ella pudo escucharla en el tumulto, había oído la voz: este no es el lugar para una diosa coronada. Ella volvió la cabeza y vio dos palmos de sus ojos, tal como lo había visto en el tumulto de la misa de gallo la primera vez, entonces no sintió la conmoción del amor sino el abismo del desencanto, Con el paso del tiempo, Florentino repasa sus amores de ocasión, los incontables escollos que tiene que sortear para alcanzar un puesto de mando, los incidentes sin cuento que le causa su determinación encarnizada de que Fermina Daza sea suya, y él de ella por encima de todo y contra todo, y cae en la cuenta de que la vida comienza a escurrírsele entre los dedos.
El doctor Juvenal Urbino era un hombre muy admirado por todas las mujeres hasta que terminó admirando locamente a Fermina Daza Cuando conoció a Fermina Daza, a los dieciocho años era el joven más solicitado de su medio social, Le gustaba comentar el hecho de que su mujer fue como el resultado de una visita casual de médico. Decía, que no experimentó ninguna emoción cuando conoció a la mujer con quien habría de vivir hasta el día de su muerte. Ella fue más explícita: el joven médico de quien tanto había oído hablar a propósito del cólera le pareció un pedante incapaz de querer a nadie distinto de sí mismo, Sin embargo, con él se casó, tuvo hijos, y se creyó la elegida del destino: la más feliz. Y a pesar de las diferentes crisis matrimoniales sufridas a lo largo del tiempo, hubiera vuelto a preferir a su marido entre todos los hombres del mundo si hubiera tenido que escoger otra vez. Fermina decidió casarse con él en la época en que tomó conciencia de que estaba sola en el mundo, y aunque no lo admitiera, la acongojaba la idea de que, para bien o para mal, Florentino Ariza era lo único que le había ocurrido en la vida, Cuando ella decidió casarse con Juvenal Urbino sabía que no tenía razones para escogerlo a él y rechazar a Florentino Ariza. Además ella sentía que Juvenal Urbino lo que le ofrecía eran cosa materiales como la seguridad, el orden lejos de lo que podía ser el amor. La verdad es que las pretensiones de Juvenal Urbino no habían sido nunca planteadas en términos de amor, y era por lo menos curioso que un militante católico como él sólo le ofreciera bienes terrenales la seguridad, el orden, la felicidad, cifras inmediatas que una vez sumadas podrían tal vez parecerse al amor. Pero ella decidió de forma rápida casarse con él, sin mirar en realidad todo lo material que él pudiera ofrecerle y a partir de ese momento quiso olvidar definitivamente a Florentino Ariza, Pasó una esponja sin lágrimas por encima del recuerdo de Florentino Ariza, lo borró por completo.
Después mientras Hildebranda se bañaba, escribió una carta a toda prisa, se la mando. Al doctor Juvenal Urbino en la cual sólo decía que sí, doctor, que hable con su padre, Por su parte, Juvenal era consciente de que no amaba a Fermina. Se había casado porque le gustaba su altivez, su seriedad, su fuerza, y también por una pizca de vanidad suya, pero mientras ella lo besaba por primera vez, estaba seguro de que no habría ningún obstáculo para inventar un buen amor. No lo hablaron nunca, pero a la larga, ninguno de los dos se equivocó. Fermina Daza y Juvenal Urbino formaban una pareja admirable, y ambos manejaban el mundo con tanta fluidez que parecían flotar por encima de los escollos de la realidad. Sin embargo, a lo largo de su matrimonio, Fermina y Juvenal atravesaron varias crisis. Lo más absurdo de algunas de ellas era que ambos nunca parecieron tan felices en público como en aquellos años de infortunio. Nadie podía imaginarse, en sus años de desgracias, que pudiera haber alguien más feliz que ellos, ni un matrimonio tan armónico como el suyo. Por otra parte, Fermina siempre se sintió viviendo una vida prestada por el esposo: soberana absoluta en un vasto imperio de felicidad edificado por él y sólo para él Sabía que él la amaba más allá de todo, más que a nadie en el mundo, pero sólo para él a su santo servicio. El concepto de fidelidad en la novela es interpretado como sinónimo de lealtad. No hay nada comparado a la lealtad en una pareja a condición de que se establezcan las reglas del juego desde el principio, y que ambas partes las cumplan sin engaños de ninguna clase lo único que esa lealtad no puede soportar es la mínima violación de las reglas establecidas. Si
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