ESCRITO ARGUMENTATIVO LA COTIDIANIDAD

ESCRITO ARGUMENTATIVO LA COTIDIANIDAD

La cotidianidad dentro del aula es un aspecto que aunque muchas veces no nos damos cuenta que forma parte de nuestra vida diaria ahí está.

La labor del docente es mediar los aprendizajes de los alumnos (as) a través de los conocimientos previos considerando ritmo de aprendizajes porque no todos los alumnos (as) aprender al mismo tiempo. Su rol también está relacionado con la interacción que tiene con la comunidad educativa ya sea directores, profesores, apoderados, alumnos para lograr en conjunto metas para el desarrollo integral del educando.

El docente debe tener la capacidad de preparar el espacio, los recursos, las actividades distribuyendo el tiempo, creando un ambiente afectuoso donde estén los estímulos necesarios para sus aprendizajes considerando la evaluación como un proceso de inicio, desarrollo y termino. Es importante que el profesor reflexione diariamente sobre la labor que está ejerciendo en el aula y fuera de ella, siendo un crítico constructivo dispuesto al cambio. Si hablamos de las metodologías que debe ocupar el docente en el aula estás deben ser de carácter significativo acorde a la realidad social y cultural de los alumnos.

TEMA:1 LA DEFINICION COTIDIANA DEL TRABAJO DE LOS PROFESORES

Hablar de cotidianidad es hablar de todas las cosas que pasan diariamente, que son constantes y muchas veces no se pueden cambiar, e incluso si quiera nos percatamos de ellas porque son acciones que día con día se repiten.

Al hablar de mi trabajo dentro de la escuela puedo mencionar muchas cosas cotidianas pero que realmente nunca las he tomado en cuenta o bien ni si quiera me percato que las hago pero ahora, reflexionando y entrando en detalles sobre la cotidianidad dentro de la escuela me puedo dar cuenta de las cosas, de las acciones, de los movimientos que hago y que muchas veces no les prestó atención pero en realidad son aspectos que tienen mucho valor más sin embargo no los tomo en cuenta.

Desde que entro al plantel realizo cosas que día con día las repito empezando por saludar a los maestros y platicar con ellos, pero esto no solo lo llevo a cabo cuando entro si no que también en la hora de receso y posteriormente en la hora de salida me despido. Reflexionando sobre esto me doy cuenta que al hacer esto diariamente me favorece ¿por qué? Porque así mantengo comunicación con los profesores y pues de este modo si tengo problemas con alguna actividad o algo que no pueda resolver, sé que puedo recurrir a ellos sin vergüenza, porque tengo confianza gracias a lo cotidiano que hago con ellos.

La cotidianidad es un aspecto, que día con día lo llevamos a cabo al interior de la escuela y las aulas escolares. Esto me lleva a reflexionar sobre el actuar cotidiano en mi práctica docente, en donde a partir de hacer una análisis crítico podre tomar decisiones encaminadas a mejorar o realizar cambios que benefician el actuar cotidiano tanto de mis alumnos como el mi propio.

Es complicado hacer una autoevaluación de la propia práctica docente ya que no tenemos la cultura de autoevaluarnos, y si lo hacemos probablemente no en todos los casos, lo hacemos con el propósito de quedar en buenos términos ante la comunidad educativa.

En este trabajo abordo la realidad de la práctica docente a partir de la cotidianidad, desarrollando a partir de cumplir con las intenciones educativas, como son la organización, acciones, actividades y la actitud e integraciones que se dan entre los agentes involucrados en el proceso de enseñanza aprendizaje.

A partir de los aspectos que se señalan creo que se dan recomendaciones para interactuar positivamente con los alumnos, apoyo muy importante que nos proporcionan, los autores, puesto que encontramos elementos teóricos, los cuales nos permiten entender de manera en que debemos relacionarnos con los alumnos.

Me parece muy importante que consideremos estos elementos y buscar que a partir de desarrollarlos en la práctica docente encontrar la estrategia más apropiada para que al aplicarlo nos arroje un resultado significativo.

Entendemos por vida cotidiana el entono sensorial en el que nos desenvolvemos, los gestos, ademanes, las actitudes y comportamientos, tanto aislados como integrados en verdaderos complejos de prácticas.

Una condición fundamental del buen maestro es su compromiso con la formación humana. Formar es influir en la manera de ser y actuar de los alumnos, y es un proceso que involucra tanto la razón como la sensibilidad. La posibilidad de formar exige al maestro un proyecto de vida consecuente con los principios que orientan su labor educativa.

Es también una labor esencial del buen maestro tender puentes que comuniquen los alumnos con diversos dominios del conocimiento; señalar horizontes inagotables de saber; descorrer cortinas que ocultan la verdadera naturaleza de los fenómenos y las cosas.

El maestro debe ser capaz de expresar y sentir ternura, estar siempre abierto y sensible a las vivencias afectivas de los alumnos; transmitir en la experiencia de enseñar el goce del conocimiento; revelar a sus discípulos la manera cómo el conocimiento embellece la vida; contagiarles de actitudes de respeto hacia sí mismos, de entusiasmo y calidez en su relación con los otros, de autoconfianza y valoración de sus posibilidades.

Debe ser una persona organizada en sus ideas, segura, y bien documentada para que su palabra comunique con claridad, convenza, tenga impacto, y movilice los alumnos hacia cambios significativos. Que maneje apropiadamente las diversas técnicas, recursos, y métodos de comunicación necesarios para hacer más atractiva y eficiente la transmisión de sus mensajes.

Desde el punto de vista de nuestro desarrollo humano las relaciones son los contactos más esenciales, más ricos de contenido de nuestra vida cotidiana. Cuando más intensas son, cuanto más están basadas en la igualdad; cuanto más intervienen en ellas el momento de la libre elección, cuantas más relaciones libremente elegidas, surgidas sobre la base del amor y merecer éste amor, marcan la vida

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