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ESTRATEGIA VIVIENDA SALUDABLE


Enviado por   •  14 de Octubre de 2013  •  5.070 Palabras (21 Páginas)  •  440 Visitas

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ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD

ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD

Mayo 2006

VIVIENDA COMO FINALIDAD

La vivienda es un ente facilitador del cumplimiento de un conjunto de funciones específicas para el individuo y/o la familia: proveer abrigo ante el intemperismo, garantizar la seguridad y protección, facilitar el descanso, permitir el empleo de los sentidos para el ejercicio de la cultura, implementar el almacenamiento, procesamiento, y consumo de alimentos, suministrar los recursos de la higiene personal, doméstica y el saneamiento, favorecer la convalecencia de los enfermos, la atención de los ancianos y minusválidos, el desenvolvimiento de la vida del niño, promover el desarrollo equilibrado de la vida familiar. En la vivienda se reúne una agenda social dada en la familia, económica en los medios de vida, cultural en las tradiciones y usanzas, ambiental en el contexto físico de su desenvolvimiento. En el ambiente de la vivienda un hombre tipo se sumerge al menos el 50% de su tiempo, cuando sólo dedica un 33% del mismo a la función laboral o docente y un 17% a otros ámbitos.

La vivienda se centra en una casa, pero ella es más que una estructura física al incorporar en el concepto el uso que da el residente a esa casa. Dada la multiplicidad de funciones que la vivienda debe asumir, los espacios interiores suelen compartimentarse al objeto de compatibilizar estructura y función. A los espacios desagregados para el cumplimiento de actividades específicas se les denominan espacios funcionales en la vivienda. Así se cuenta con dormitorios, cocina, baño, sala de estar, etc. Estos espacios suelen contar con el mobiliario y equipamiento necesario para el desarrollo de sus funciones. Los espacios funcionales constituyen pues sub-ambientes de facilitación de funciones. Los espacios favorecen un régimen de concentración para la función y al mismo tiempo de interconexión con otros espacios funcionales interiores y exteriores.

Toda comunidad humana está constituida por viviendas y sus peculiares agrupaciones en los asentamientos humanos. Estos últimos tienden a facilitar el acceso a redes técnicas que proveen energía, comunicación, movilidad, suministro de agua de consumo, evacuación de aguas residuales y desechos, proximidad de mercados, centros laborales, existencia de servicios comunales, educativos, médicos y religiosos. De manera que el área de interés no es sólo la casa o elemento físico básico, sino también su entorno facilitador o peridomicilio.

El hombre en la vivienda resiste menos las presiones ambientales y llegará a desequilibrios de diversos órdenes antes que en otros ambientes con igual presión. Su labilidad en este medio es pues más alta. Ello hace, al residente en el ambiente de la vivienda, una persona con mayor demanda de condiciones ambientales favorables que las que presentaría un sujeto sano en otros ambientes. Las condiciones de la vivienda pueden considerarse factores de riesgo o por el contrario agentes de la salud de los residentes, según el grado de conciencia, voluntad y los recursos del hombre que la ubica, diseña, construye y habita.

La vivienda influye favorablemente en los procesos restauradores de la salud e incentiva la actividad creadora y el aprendizaje, cuando sus espacios funcionales reúnen las condiciones apropiadas de facilitación para los que fueron diseñados y cuando la conducta humana los utiliza inteligentemente. La vivienda se constituye por tanto en objeto de interés particular en el campo de la salud ambiental y puede entonces devenir en promotora de la salud de la población.

VIVIENDA COMO REALIDAD

La situación de la vivienda en Latinoamérica es no obstante similar a la de otros países en desarrollo, en tanto las deficiencias en las condiciones de la vivienda y los servicios afecta un alto porcentaje de la población. La crisis de la vivienda de los sectores de bajo ingreso no está aislada de la crisis económica, política y social que afecta a todos los países del continente. En el centro de la situación de deterioro habitacional se encuentran los fenómenos de la migración campo-ciudad, el crecimiento de la población, el incremento de la pobreza, los altos costos de la vivienda rural y urbana y la ausencia de políticas apropiadas para paliar las necesidades de viviendas para los pobres. La deprivación asociada a los bajos ingresos y las altas tasas de desempleo, se traslucen también en los bajos niveles de escolaridad, la reducida expectativa de vida, las altas tasas de mortalidad infantil.

La Región está enfrentando la transición demográfica, con disminución pronunciada de las tasas totales de fecundidad, disminución de la mortalidad infantil y aumento de la esperanza de vida al nacer. No obstante subsisten grandes diferencias en el desarrollo socioeconómico, siendo los países en vías de desarrollo los que presentan más agudos contrastes sociales y más altos indicadores de pobreza. Los países en vías de desarrollo de la Región se concentran en América Latina y el Caribe (LAC).

En LAC el 41% de los hogares estaban en situación de pobreza en 1994 (36% del total de hogares urbanos y 55% del total de hogares rurales); el 17% de los hogares estaban en situación de indigencia en 1994 (12% del total de hogares urbanos y 33% del total de hogares rurales). En 1975, la población urbana en LAC ascendía a 196 millones (61%) y en 1995 a 358 millones de personas (74%). A nivel regional la población rural ha permanecido constante en unos 125 millones en los últimos años y se predice incluso que tendrá ligeras disminuciones en el futuro. Esto indica que todo el crecimiento demográfico en los países será absorbido por sus ciudades con sus sensibles déficits habitacionales y de infraestructura.

Los gobiernos reconocen que la distribución del ingreso, hoy más concentrada e inequitativa que a fines de los años setenta, constituye un grave escollo para lograr progresos en materia de reducción de las carencias habitacionales y urbanas de la región. La producción y distribución de la vivienda en casi toda Latinoamérica es regulada por las leyes del mercado de oferta y demanda libres. El alto costo de las viviendas dejan fuera del mercado habitacional a una gran proporción de los hogares. El problema crucial es compatibilizar la recuperación del crecimiento económico de los países con medidas y programas que puedan mejorar la situación

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