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EVALUACIÓN DEL DOCENTE ANÁLISIS


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2019  •  Ensayo  •  3.095 Palabras (13 Páginas)  •  145 Visitas

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Introducción

En la historia  de la educación del presente siglo, la literatura habla sobre factores escolares que tienen asociación entre los resultados del aprendizaje de los alumnos y otros elementos en su desarrollo personal, esto es  realmente reciente.

Hay un consenso universal en reconocer la importancia de los procesos educativos tanto en el desarrollo de las personas como en el de las sociedades. Así lo expresa la UNESCO (1997) al considerar que “la educación representa un elemento indispensable para el desarrollo y el progreso económico y humano…” De ahí que en las últimas décadas se han hecho en el mundo enormes esfuerzos por mejorar la calidad educativa.

En el último decenio los sistemas educativos latinoamericanos incluyendo a México  han privilegiado los esfuerzos encaminados al mejoramiento de la calidad de la educación y en este empeño se ha identificado a la variable “desempeño profesional del maestro” como  influyente, determinante, para el logro del salto cualitativo de la gestión escolar (Valdés, 2000).

 Entre los múltiples esfuerzos que pueden realizarse para ello, la evaluación del maestro juega un papel de preponderante, pues permite observar  su desempeño y por lo tanto propicia su desarrollo futuro (Abalde, Muñoz y Ríos, 2002).

Muchos expertos en la materia de educación (Loredo y Rigo, 2001) consideran que para que se generen necesidades de auto perfeccionamiento continuo en el personal docente, resulta imprescindible que este se someta consciente y periódicamente a un proceso de evaluación de su desempeño.

La evaluación docente no debe verse como una estrategia de vigilancia que controle las actividades de los profesores, sino como una forma de fomentar y favorecer el perfeccionamiento del profesorado, como una manera de identificar las cualidades que conforman a un buen profesor para, a partir de ahí, generar herramientas educativas que coadyuven a su propagación (Villaseñor, 2003).

 Un tema sustantivo en la promoción de la calidad educativa es conocer cómo ocurre el ejercicio docente en el salón de clases. El desempeño de los profesores es crucial en cualquier reforma educativa; si ellos no modifican sus prácticas, todo seguirá igual.  Los propósitos, procesos y resultantes del fenómeno educativo constituyen un sistema harto complejo, en el que interviene un sinnúmero de factores que al interactuar generan interrelaciones complejas; por ello, al evaluar los procesos educativos se requiere contar con múltiples indicadores; uno de ellos puede ser la opinión de los alumnos acerca de diferentes elementos de lo escolar, particularmente la docencia (Canales, 2004).

En la educación se establece un binomio con dos actores centrales: los alumnos y los profesores.

Las observaciones de los alumnos pueden ser una muy buena fuente de información para saber qué es lo que ocurre en el aula, pues son parte constitutiva. Los alumnos no sólo pueden reportar o ayudar a reconstruir lo que sucede en el salón de clases, sino también pueden ofrecer sus apreciaciones, evaluar o estimar el desempeño de sus profesores, emitiendo sus propias opiniones al respecto (Tirado, Miranda y Sánchez, 1990). Por otra parte la experiencia de los profesores debe de ser rescatada para compaginarla con los puntos de vista de los alumnos y generar una sinergia que enriquezca la evaluación como instrumento de calidad en el proceso de mejora de la enseñanza.

Se sabe bien que un efecto de la evaluación es el comportamiento: lo que se evalúa se torna importante en tanto se le atiende, diferencia y procura. La evaluación busca impactar el proceso educativo de manera que éste pueda eventualmente mejorar la calidad misma de la educación que se imparte; este es (o debería ser) finalmente el sentido de todo proceso de evaluación (Rueda, Elizalde y Torquemada, 2003).

El propósito central del trabajo es reflexionar en torno a un procedimiento que idealmente  contribuye a mejorar la calidad de la práctica educativa, aprovechando para ello las opiniones de los alumnos acerca del desempeño de sus profesores.

Contexto

La evaluación significa otorgar valor a algo, en un sentido lexicológico implica señalar a una cosa su estimación o utilidad;  y el término valor es el grado de utilidad o aptitud de las cosas para proporcionar bienestar o satisfacer necesidades (Gómez de Silva, 1988).

Como parte de la  evaluación se lleva a cabo una medición y una calificación. La medición implica establecer un parámetro, mediante el cual se puede comparar si se ha logrado lo esperado y la calificación por su parte, implica asignar un número o una letra a lo medido y esto, como resultado de todo un proceso (Wilson ,1992).

Asimismo la evaluación puede ser aplicada en diversos momentos: de manera diagnóstica o al inicio del proceso, de forma progresiva o aplicada durante el desarrollo y de manera sumaria o al final del proceso. Por último cabe mencionar que dentro de las características que debe poseer toda evaluación, ésta debe ser integral, específica, significativa, metódica y confiable (Glazman, 2001).

Con los elementos anteriores, la  evaluación educativa puede ser definida como el conjunto de métodos, procedimientos y técnicas que permiten verificar la presencia de atributos en uno o varios de los elementos que componen el sistema educativo institucionalizado y al hablar de la evaluación de la educación, en un sentido genérico, ésta remite al proceso de constatación de la presencia de ciertos valores (Tirado, Miranda y Sánchez, 1990).  

De lo anterior surgen diversas preguntas tales como: ¿Qué funciones debe cumplir la evaluación? ¿Qué se les evalúa a los actores involucrados en este proceso? Para el caso de los docentes, ¿cuál es el impacto que tiene esta evaluación en el evaluado?

A partir del primer y segundo cuestionamiento, se habrán de definir entonces, las áreas de evaluación educativa, mismas que están determinadas por los objetivos o propósitos que persiguen, así como los aspectos que se analizan en cada una de ellas (INITE, 2000). De esta manera las áreas de evaluación pueden ser: las instituciones propiamente, los programas y los docentes y alumnos.

Sintetizando los propósitos y aspectos del área institucional se encuentran la planificación y acreditación, donde se involucran aspectos tales como la planta académica, la organización académica y la administración entre otros; en cuanto al área de los programas se encuentra la planificación, implantación, modificación y supresión, donde se insertan el cumplimiento de metas, el costo-beneficio y los procedimientos, entre otros; el área del profesorado tiene como propósitos la contratación, promoción, capacitación y actualización, e incluye aspectos tales como la capacidad didáctica, las actitudes, el conocimiento del área de enseñanza y el cumplimiento de políticas académicas; por último el área de los alumnos tiene entre otros objetivos, el ingreso a la institución, la asignación de calificaciones, la certificación y la retroalimentación a los programas de enseñanza, y considera elementos como los conocimientos, actitudes y valores .

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