El Arte Como Herramienta De Memoria
Enviado por magosav • 12 de Agosto de 2013 • 1.915 Palabras (8 Páginas) • 413 Visitas
El arte como herramienta de Memoria
En este ensayo se tratara de exhibir la importancia del arte como herramienta de y para la memoria de hechos de violencia que constituyen parte de la historia de la humanidad. Como se vio en el curso me centraré en los conflictos de las dictaduras, planteando la relación del arte y sus diferentes expresiones con el contexto histórico, haciendo énfasis en las discusiones alrededor de su autenticidad simbólica y de su genuina búsqueda de la verdad que permita hacer memoria e incluso genere alguna reflexión sobre la realidad que resulte en una ampliación de la conciencia social de los espectadores. Para ello también expondré algunos ejemplos que se han realizado con la finalidad de entender su funcionamiento así como las reacciones tomadas por el público.
En primer lugar, se debe establecer el concepto de memoria y para ello encontré la siguiente definición: “es una verdad filtrada por la sensibilidad, la cultura, por las representaciones identitarias, incluso ideológicas del presente. En síntesis una visión del pasado mediada por el presente.” Bajo este concepto y a lo largo del ensayo se fortalecerá la relación de ésta con el arte.
En segundo lugar y haciendo uso de lo que se vio con Walter Benjamin sobre la importancia que se le debe dar a la reproducción de la obra en su original valor de utilidad, uno de los principales problemas con los que se topa el creador de la obra es el de establecer la razón concreta de su creación artística. Con esto me refiero a la disputa que se presenta a la hora de establecer el relato del pasado que se quiere representar.
Este tipo de arte que busca plasmar memorias, se ve obstaculizado con la disputa general de su contenido, que muchas veces no termina por definirse y por lo tanto, con su misma interpretación ante y para el público, ya que su construcción posee diversos objetivos que rara vez logra cumplir en su totalidad.
A diferencia de lo que planteaba Walter Benjamin, para este tipo de arte pienso que sí se tiene en cuenta a los destinatarios, tal vez no sea para un público en específico por la necesidad de reconocimiento, el cual debe ser amplio, pero sí toma ciertos detalles que le permiten sobresalir en el ámbito político y social en que se genera.
Nombro estos dos ámbitos porque son en ellos en los que se crea esta forma de arte, la manera en que se plasmarán las memorias e interpretaran será a través de los procesos de disputa de los actores del escenario político y social del presente. Significativo porque tiene la posibilidad de atrapar un momento que se convierte en siempre, ya sea plasmado a través de la pintura, la fotografía o la escultura; su función es de sensibilidad con el mundo.
Apoyando este último argumento Alba Sanfeliu escribe sobre lo importante que es tomar en cuenta las siguientes cuestiones a la hora de crear una obra, pues la elaboración de éstas depende de muchas variables como: la conceptualización, qué representará, a quién o a quiénes representará, cuál es el mensaje, los intereses políticos y sociales a considerar. Las respuestas ayudarán a establecer una justificación solida de su creación.
Por otro lado, basándome en el escrito de Política de memoria colectiva, en donde el autor nos presenta la posición crítica que Foucault establece con relación a los contenidos históricos embozados bajo sistematizaciones formales , señala el sometimiento de estos saberes, en los cuales se distribuyen las fuerzas y relaciones de poder convenientes para el vencedor. Esto a mi juicio nos brinda una razón suficiente para apoyar al arte como herramienta para generar memoria y crítica, pues aunque se reconoce la necesidad de una política de la memoria que decida con carácter deconstructivo sobre: qué recordar, cómo recordarlo, como conservarlo y transmitirlo, pienso que el arte tiene un margen más amplio para abarcar una representación más ligada al sentimiento y acontecimiento de quienes lo vivieron o presenciaron.
Lo que me resulta significativo de este escrito es como señala que: “No hay decisión sin herencia, sin selección previa, sin afirmación, sin interpretación, sin establecer alianzas aunque sean provisionales, sin políticas de la memoria.” Lo cual hace difícil creer en la posible imparcialidad de los creadores de las obras en cuanto al rigor de lo que se quiere transmitir y bajo qué argumentos basa su creación para justificarla y sustentarla. No hay que olvidar que existe una responsabilidad de los autores y de quienes apoyan dichos proyectos, sobre los efectos y afectos que generan con las obras que producen.
Una de las características posibles que se debería mostrar es el de las marcas del crimen que se dejó en la victima, con ello no me refiero a caer en lo grotesco de la situación, el de presentar imágenes violentas pues incluso con ellas no se llega a recrear auténticamente la violencia , aunque de igual forma funciona para recordar, sino más bien y comparto lo que Doris Salcedo presenta como “marcar la ausencia de las víctimas”, esto es:
“Integrar la ausencia de la víctima, sus sentimientos y la transformación de la vida de estos tras los hechos de violencia.”
Poseer la capacidad de adentrarse, encarnarse e incluso llorar el dolor ajeno como propio, buscando la transformación del espectador, lograr dejar huella, identificación con las víctimas e incluso con una nación y un mundo.
Al presentar estas características el arte permitirá lograr el proceso de memorialización requerido por la sociedad que ha sufrido una violación. Su representación permitirá la presencia de un impulso activo y una voluntad de incidencia política de los espectadores, llamado por Hannah Arendt “el ámbito de la acción”: iniciativas
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