El Lenguaje En La Educación, Dimensión Ideológica.
Enviado por mmpt815 • 26 de Mayo de 2014 • 1.923 Palabras (8 Páginas) • 293 Visitas
Introducción
Este trabajo aborda, sin pretensión de exhaustividad, el análisis de la Lengua como factor fundamental en el proceso de formación identitaria de una Nación. Para ello, se realiza un relevamiento del período histórico 1910-1920 en nuestro país, ejemplificando con elecciones lingüísticas específicas presentes en textos de Geografía y Manuales empleados en la Educación Primaria.
Desarrollo
El lenguaje como discurso no sólo es reflejo objetivo de la realidad externa, sino que, por su carácter preformativo, establece una relación dinámica con el contexto, es decir, constituye una herramienta que interviene en la realidad que representa, influyendo en el orden social. A partir de este concepto, el lenguaje adquiere una dimensión ideológica, en función de la cual opera en todos los espacios contextuales, incluso en el institucional. Desde una perspectiva glotopolítica puede considerarse que los Estados nacionales llevan a cabo una política lingüística de homogeneización con el fin de construir una identidad sociocultural adecuada a sus objetivos sociopolíticos y económicos. De este modo, las instituciones establecen la estandarización de la lengua de mayor prestigio, la misma “toma como referencia el registro escrito, los sociolectos altos y los estilos formales; el prestigio social (basado en símbolos tales como estilo de vida, ocupación, etnia y ascendencia familiar) se transfiere a los usos lingüísticos” (Barrios: 3). La planificación lingüística, que reformula el estatus y el corpus de la Lengua, se canaliza a través de los aparatos ideológicos del Estado, especialmente del sistema educativo. El discurso pedagógico puede considerarse, entonces, un espacio de constitución de identidades, en el que, al igual que en otras instituciones de la sociedad civil, se libran batallas por la hegemonía . El texto escolar es en sí mismo un valioso instrumento de legitimación del modelo hegemónico estatal, debido a la diferencia cualitativa y cuantitativa de capital simbólico entre productores y destinatarios: las Gramáticas funcionan “como modelo de corrección idiomática y crean conciencia lingüística entre los usuarios de la lengua mediante la enseñanza de reglas prescriptivas y la corrección explícita de determinados rasgos lingüísticos”. (Barrios: 3)
En los debates sobre la Lengua y las concepciones de identidad cultural y proyecto político que la misma sustenta, aparecen en Argentina durante la mayor parte del S XX, dos corrientes opuestas de opinión. Hacia 1900, se había impulsado la aceptación de un idioma de los argentinos , postura que obtuvo adhesiones parciales y numerosos detractores . En 1912 se funda la Academia Argentina de la Lengua, que reafirma la utilización del Castellano como lengua oficial y se compromete a revisar la lista de argentinismos y americanismos incluidos en el Diccionario de la Real Academia Española, promoviendo una acción de conjunto con la mencionada institución.
Esta corriente lingüística oficial se evidencia claramente en el sistema educativo, en 1920 los manuales de Educación Primaria enfatizan: “… Idioma o lengua es el conjunto de palabras y modos de hablar de una Nación…”, “El idioma que se habla en la República Argentina, en España y en todos los países de América colonizados por los españoles es el castellano”, “Gramática castellana es el arte de hablar y escribir correctamente la lengua castellana…” (César: 1).Los parámetros normativos expuestos en el texto apuntan a la corrección de los rasgos lingüísticos de los grupos minoritarios y a la sustitución o represión de dichos rasgos; la vigilancia abarca desde la prohibición de las lenguas americanas en la escuela hasta formas habituales de control en la vida cotidiana, como las burlas inflingidas al acento de los inmigrantes. Por esto, las particularidades de su Lengua materna llegan a ser consideradas por los hablantes extranjeros como un estigma que les impide el ascenso social.
Por medio de las acciones educativas mencionadas anteriormente, el Estado desarrolla una política lingüística unificadora, destinada a terminar con los barbarismos atribuidos a la inmigración y a una cierta tendencia independentista de las autoridades académicas. En función de la reafirmación del modelo de Nación determinado por el proyecto ideológico-social hegemónico, el aspecto lingüístico se articula en forma interdependendiente con otros factores esenciales: la raza, la soberanía territorial, el progreso y los sentimientos nacionalistas. En el texto de Geografía utilizado para el segundo ciclo de la Educación Primaria en 1920, pueden rastrearse dichos elementos. En primer lugar, se le otorga especial relevancia al componente económico: “La tierra pública que posee la Nación está ubicada en las gobernaciones y se distribuye entre familias agrícolas… El gobierno coloniza los territorios…” (Guerrini, 1920: 56). Entre 1880 y la Primera Guerra Mundial, el gobierno plasma un modelo de nación moderna. El concepto de colonización, expansión de la frontera interna, liga el aspecto económico (modelo agro-exportador) al étnico; las tierras distribuidas habían pertenecido a los pueblos originarios sometidos a políticas de exterminio: “El elemento indígena o autóctono tiende a desaparecer, desde que sólo existen, entre todas las gobernaciones, menos de 20 /mil indios”… (Guerrini. 56). El uso del término elemento, que perdura hasta hoy, indica cosificación, valoración negativa de un conjunto de seres humanos; asimismo, tiende a desaparecer es un eufemismo de aniquilar y/o marginar, se trata, en realidad de un sector de la sociedad que hace "desaparecer" a otro. “…En pocos países se ha producido mayor fusión de elementos étnicos que en nuestro territorio, empezando por los españoles que mezclaron su sangre con las razas indígenas que habitaban este suelo "... (Guerrini: 56). Esta fusión o mezcla étnica, sin embargo, había sido originalmente forzada, a partir del abuso sistemático de las mujeres originarias por parte de los conquistadores. “…la actual amalgama de razas que vienen de todas partes del mundo a nuestro país, a confundirse en una sola, embrionaria todavía, pero que depurándose ha de ofrecer pronto el tipo definitivo de una nueva raza viril, inteligente, honesta y laboriosa…” (Guerrini: 56). Si el autor se refiere a los extranjeros como laboriosos, inteligentes, viriles y honestos, está afirmando tácitamente que los tipos raciales autóctonos son holgazanes, incapaces, débiles e indecentes. En este proceso de depuración se asimila a
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