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El Medio Ambiente


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2013  •  2.149 Palabras (9 Páginas)  •  235 Visitas

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CONCEPTO Se denomina Desarrollo Sustentable a la posibilidad de satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para satisfacer las propias.

El agua es un recurso imprescindible para la vida y para el funcionamiento de los ecosistemas. Los seres humanos utilizamos el agua de acuerdo a nuestras necesidades y en su aprovechamiento introducimos ciertos cambios en el ciclo hidrológico. Estos cambios afectan tanto la disponibilidad como la calidad del agua.

A modo de cierre, decimos que el manejo sustentable del agua es un desafío en el que se requiere la participación efectiva de la sociedad y del Estado en sus distintos niveles para tomar decisiones bajo una visión compartida y así lograr equidad en el uso del recurso hídrico. Sabemos que no es una tarea fácil, porque implica cambios en nuestras acciones cotidianas y en la gobernabilidad del agua, pero debemos encaminarnos hacia ese objetivo.

DESARROLLO SOSTENIBLE EN EL ECOSISTEMA

El agua dulce es vital para la vida humana y el bienestar económico. La sociedad extrae grandes cantidades de agua de los ríos, los lagos, los humedales y los acuíferos subterráneos para abastecer los requerimientos de las ciudades, el campo y la industria. Nuestra necesidad de agua dulce nos hizo pasar por alto los beneficios -igualmente vitales- de mantener el agua en su curso natural conservando los ecosistemas de agua dulce saludables. Sin embargo, hay un reconocimiento creciente de que los ecosistemas de agua dulce funcionalmente intactos y biológicamente complejos proveen muchas materias primas de valor económico y muchos servicios a la sociedad. Estos servicios incluyen control de las inundaciones, transporte, recreación, purificación de residuos industriales y de desechos humanos, hábitat para plantas y animales y producción de peces y otros alimentos y bienes de mercado. A largo plazo, los ecosistemas intactos tienen más probabilidad de conservar la capacidad adaptativa para mantener la producción de esos bienes y servicios de cara a las alteraciones ambientales futuras, tales como el cambio climático. Estos beneficios que brindan los ecosistemas son costosos y a menudo imposibles de reemplazar cuando los sistemas acuáticos están degradados. Por esa razón, las decisiones relacionadas con la asignación del agua siempre deberían incluir previsiones para mantener la integridad de los ecosistemas de agua dulce.

La evidencia científica nos muestra que se pueden proteger o restaurar los ecosistemas acuáticos reconociendo lo siguiente: Los ríos, lagos, humedales y el agua subterránea que los conecta son literalmente “sumideros” en los cuales el paisaje drena. Lejos de ser cuerpos aislados o simples conductos, los ecosistemas de agua dulce están íntimamente ligados a la cuenca o a la zona de influencia de las que forman parte, y están muy influenciados por los usos y las modificaciones que hace el ser humano del terreno tanto como del agua. La red de cursos de agua en sí misma es importante para la continuidad de los procesos de los ríos.

• Los patrones dinámicos del caudal que se mantengan dentro del rango natural de variación promoverán la integridad y la sustentabilidad de los ecosistemas de agua dulce.

• Los ecosistemas acuáticos requieren, además, que los sedimentos y la línea de costas, las propiedades de calor y luz, la entrada de sustancias químicas y nutrientes y las poblaciones de plantas y animales fluctúen dentro de los rangos naturales, sin experimentar excesivas oscilaciones más allá de los rangos históricos, ni ser mantenidos a niveles constantes.

En la medida en que no se provean estos requerimientos naturales, habrá pérdida de especies y de servicios que proveen los ecosistemas en humedales, ríos y lagos. Sin embargo definir científicamente los requerimientos para proteger o restaurar los ecosistemas acuáticos es sólo el primer paso. También se requerirán nuevas políticas y aproximaciones de manejo. El enfoque de las políticas de agua actuales, hechas en forma fragmentada y orientada por el consumo, no permite resolver los problemas de cara a la creciente degradación de nuestros ecosistemas de agua dulce. Para empezar a corregir el modo en que el agua es considerada y manejada en los Estados Unidos, nosotros recomendamos:

1) Enmarcar las políticas nacionales, regionales y locales de manejo del agua para incorporar explícitamente las necesidades de los ecosistemas de agua dulce.

2) Definir los recursos hídricos incluyendo las cuencas asociadas, de tal forma que el agua dulce sea considerada en un contexto de paisaje y de ecosistema y no de jurisdicción política o de cuerpo aislado geográficamente.

3) Aumentar la comunicación y la educación a través de las distintas disciplinas involucradas, especialmente entre ingenieros, hidrólogos, economistas y ecólogos, para facilitar un punto de vista integral de los recursos de agua dulce.

4) Aumentar los esfuerzos de restauración utilizando como guías principios ecológicos bien fundamentados.

5) Mantener y proteger los ecosistemas de agua dulce que aun tienen alta integridad.

6) Y reconocer la dependencia que tiene la sociedad del funcionamiento natural de los ecosistemas.

A pesar de que los requerimientos para que los ecosistemas de agua dulce se mantengan saludables a menudo van en contra de los requerimientos para las actividades humanas, es necesario que este conflicto deje de ser inevitable. El desafío está en encontrar cómo la sociedad puede extraer el agua que necesita y al mismo tiempo proteger la complejidad natural y la capacidad adaptativa tan importante de los ecosistemas de agua dulce. El conocimiento científico actual hace posible delinear aquí en términos generales los requerimientos de cantidad, calidad y periodicidad adecuada de las corrientes de agua para mantener el funcionamiento de los ecosistemas de agua dulce

RECURSOS MARINOS Y ACUATICOS

La mayor parte de la superficie del planeta Tierra (70.8%: 362 millones de km2) está cubierta por océanos y mares.

Los sistemas marinos son altamente dinámicos y están interconectados por una red de corrientes superficiales y profundas. La temperatura y salinidad del agua dan lugar a la formación de capas estratificadas y corrientes; en muchas regiones las surgencias rompen esta estratifica­ción mezclando las capas y crean una heterogeneidad vertical y lateral en el ambiente marino. Los océanos ocupan un enorme espacio favorable para el desarrollo de la vida. A la vez determinan los climas y el tiempo, y son el motor que transporta el calor y el agua dulce de la atmósfera. En suma, contribuyen enormemente a la biodiversidad del planeta.

El mar, en donde se originó la vida, posee una enorme y poco conocida diversidad de regiones,

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