El Medio Natural Y Social Como Parte De La Vida Del Niño Preescolar
marce719 de Septiembre de 2013
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EL MEDIO NATURAL Y SOCIAL COMO PARTE DE LA VIDA DEL NIÑO PREESCOLAR
El sentido de elaborar el presente ensayo, está relacionado con el compromiso que he adquirido desde el momento en que ingresé a cursar la Licenciatura en Educación Preescolar: con los niños que forman parte de esta sociedad tan cambiante a la que pertenecemos, el cual se ve reafirmado en uno de los propósitos centrales de la educación preescolar, que consiste en “lograr que los niños tengan un acercamiento sistemático al conocimiento del medio natural y social, a través de experiencias variadas y significativas”.
Debido a ello, una de mis responsabilidades como futura educadora es adquirir los conocimientos necesarios para promover en los niños el desarrollo de competencias cognitivas y afectivas principalmente a partir del contacto con el medio natural y social, brindando experiencias estimulantes en interacción con su entorno, favoreciendo en ellos la adquisición y desarrollo de habilidades para observar los fenómenos naturales y acontecimientos sociales, seres vivos, la búsqueda de explicaciones, la narración, la manipulación, investigación y la descripción, ya que ello fortalece su capacidad para conocer y reconocerse, al reflexionar, actuar, modificar y producir cambios en su entorno, y construir nuevas interpretaciones para seguir aprendiendo sobre el mundo que les rodea.
Quizá para los adultos sea más fácil que para los infantes, asimilar lo que ocurre a su alrededor, entender el por qué de los fenómenos naturales, de los elementos que constituyen la naturaleza, los colores, las acciones humanas… en fin, todas las cosas que conlleva la comprensión y entendimiento del entorno natural y social, pero en realidad es complejo explicar los conceptos de ambiente y entorno, más cuando cada persona crea sus propias hipótesis acerca de las causas y los acontecimientos que suceden a su alrededor, esto puede deberse a una gama de factores y contextos a los que durante su vida ha enfrentado, pero parece útil y claro recurrir a las siguientes definiciones.
El entorno es “el conjunto de elementos, factores, fenómenos y acontecimientos de diversa índole que configuran el contexto donde se desarrolla la existencia de un ser vivo o de una comunidad” (taradellas). Respecto a esta definición, se puede decir que, cualquier ser vivo y en especial el ser humano que conforma una comunidad, necesita de un entorno favorable que le permita desarrollarse y ser mejor día a día; es decir, requiere de armonía, paz social, libertad, entre otros muchos factores y elementos en los que transcurre su vida diaria.
No podemos entender el entorno en un sentido estático, como el escenario donde se desarrolla la actividad de las personas, sino con un sentido dinámico, ya que este escenario conlleva implícitas variables que condicionan y determinan las actividades que se desarrollan en él, y, al mismo tiempo, éste se modifica y trasforma como resultado de las mismas.
El ambiente “es un entramado socionatural. Es lo natural imbricado en lo social y lo social enraizado en lo natural. Lo social y lo natural están en permanente interacción moldeándose mutuamente. No hay un ambiente histórico y otro biológico sino un único medio; lo que varían son los momentos de abordaje para su estudio”.
El amiente no se puede limitar solo a lo que nos rodea físicamente, sino que se debe extender a todos aquellos elementos, hechos, sucesos, informaciones que estén próximas a nuestro campo vivencial. Algunos de ellos pueden ser: la casa, la escuela, la plaza, el parque y el barrio en que se desenvuelve, los integrantes de la familia, el número de hermanos, la atención que reciben, las actitudes, la seguridad y confianza que su familia le brinda, lo cual está en constante cambio y nosotros junto con ellos porque somos un parte inseparable del ambiente.
Desde el momento de su nacimiento, el niño está predispuesto genéticamente gracias a sus capacidades a su cinco sentidos, a ser capaz de interactuar, explorar y conocer el entorno social y natural del cual ya forma parte, proceso que como todos, se da de manera paulatina. Primero es un ser indefenso que requiere del apoyo, cuidado y enseñanzas de sus cuidadores, especialmente de su madre, quien funge como la primer guía en su largo recorrido por el mundo. Los adultos son los encargados de brindarles la mayor cantidad de experiencias posibles donde vayan interactuando con su ambiente, explorándolo y descubriendo todo lo que deseen saber. De ellos dependen en gran medida, especialmente en su primer tiempo de vida, el impulso o limitación de sus conocimientos acerca de mundo, serán los guías, quienes pongan a su alcance estrategias, herramientas y el apoyo necesario para que este aprendizaje se dé y se vean motivados a seguir adelante.
Después, cuando empieza a caminar, él solo, va continuando el proceso, se desenvuelve de acuerdo al criterio, a los intereses y gustos que va desarrollando y colabora a la transformación de su entorno ya sea de forma positiva o un poco negativa a través de sus acciones u omisiones.
Poco a poco con el paso del tiempo irá desarrollando a través de su uso, las capacidades y habilidades que posee innatamente por medio de su interacción con la naturaleza y la sociedad, explora, experimenta, formula hipótesis, infiere, crea, descubre, construye teniendo éxito y aprendiendo de sus errores. Todo ello no sería posible si no fuera un participante activo de sus propias experiencias, las cuales analiza enérgicamente para descubrir cómo son las cosas, sus causas y consecuencias.
Esas habilidades y capacidades cognitivas, motrices y lingüísticas, se convertirán en su herramientas para satisfacer su gran curiosidad, intereses, deseos de aprender y de conocer, será capaz de ir ajustando su comportamiento, su proceder, a las exigencias del medio, donde los adultos ponen a su alcance las herramientas necesarias para que éstos sean capaces de desarrollarse propiciándoles la experiencia cultural del grupo al que pertenecen. El niño logra construir conocimientos sólidos sobre el mundo que le rodea, los cuales serán la base del edificio de conocimientos, actitudes, normas y valores que construirá a lo corto o largo de su vida en interacción constante con el ambiente al que pertenece y con todo lo que este conlleva implícito.
Para que esta construcción de conocimientos se pueda dar, es necesario tomar en cuenta que todos los seres humanos son distintos, si no tienen ninguna anomalía genética tendrán las mismas posibilidades de desarrollo y actuación dentro de la sociedad. Lo que dará sentido y dirección a su personalidad, estilo de vida y formas de acceder a los conocimientos es el medio ambiente donde se desarrolle y las experiencias positivas o negativas que tenga dentro de él, por ejemplo en el vecindario, el barrio, la colonia, el grupo de amigos, asociaciones culturales, entre otras.
Es necesario considerar la diversidad de entornos a los que se enfrentan día con día los pequeños, como pueden ser entornos rurales, suburbiales, urbanos, marítimos… los cuales son distintos y los harán aún mas diferentes entre sí, pero también debemos considerar que todo contexto humano está sujeto a diversos factores: políticos, tecnológicos, económicos, antropológicos, axiológicos, científicos… que influyen directa o indirectamente en el estilo de vida, en las condiciones, los valores, las formas de ser y actuar que cada individuo adopta, haciendo más o menos complejo el entorno según las circunstancias.
Esta diversidad humana, cultural, social, natural y ambiental es la que le da especial importancia a la tarea educativa, la cual adquiere ante ello un gran reto pero además una de sus mayores riquezas, ya que si todos fueran iguales la vida no tendría sentido, no habría nada que compartir, que discutir, diversas ideas para formar nuevos conocimientos… en fin, viviríamos en un mundo pobre y sin interés. La escuela debe tomar muy en cuenta la diversidad existente entre sus alumnos y el entorno que les rodea respetando su individualidad y favoreciendo el intercambio de la misma de todas las maneras posibles para que los alumnos comparen, confronten, creen hipótesis, utilicen procedimientos de razonamientos y formen sus propias ideas, conclusiones sobre el mundo circundante, aprovechando la riqueza de sus compañeros y la propia, logrando una verdadera integración educativa para ser cada día mejores y conocer más del entorno natural y social.
Cuando el niño ingresa al preescolar, lo hace con una gran cantidad y calidad de conocimientos que ha adquirido en su casa, con su familia, en su contexto de desarrollo mediante sus experiencias, es decir, a través de la exploración informal de todo su entorno interactuando con su ambiente natural y social. Es sumamente importante tomar en cuenta esos saberes para, a partir de ellos, lograr avances significativos en los conocimientos de los pequeños, ya que si se desechan, ignoran o contraponen totalmente se pueden obtener confusiones que retrasen o limiten sus aprendizajes.
El Jardín de niños amplía notablemente su campo de acción, interacción y posibilidades de aprendizaje en relación con el entorno natural y social, ahí los pequeños construyen conocimientos sobre la transformación de los elementos, la influencia humana, las nociones de causa-efecto, las relacionadas con su ambiente natural, una gran cantidad de conceptos que comprende y emplean, reconocen distintas plantas, animales, fenómenos naturales, profundizan en los conocimientos de la variedad de organismos que nos rodean, su hábitat, las condiciones de éstos como: luminosidad, temperatura, humedad, limpieza; los tipos y estilos de vida; libertad,
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