El Romanticismo En Literatura
Enviado por Aliciaolga • 13 de Noviembre de 2012 • 3.762 Palabras (16 Páginas) • 617 Visitas
EL ROMANTICISMO
- Introducción
- Término
- Romanticismo e Ilustración
- Crisis ideológica y estética
- El Romanticismo en Europa
- Características del Romanticismo en Europa
- El Romanticismo en España: Encuadre histórico y generaciones románticas
- Los temas en el Romanticismo
- Aspectos de estilo. El lenguaje
INTRODUCCIÓN
Antes de iniciar el estudio del Romanticismo, es importante tener en cuenta que este movimiento cultural, artístico, político e ideológico, aparece como reacción a la etapa anterior y como respuesta a las nuevas inquietudes que aparecen en el hombre del siglo XIX que ha experimentado importantes cambios en todos los órdenes. Para entender este movimiento es fundamental referirse a la etapa anterior, la Ilustración, ya que este movimiento supone una ruptura con muchos aspectos de la misma, pero también se ha apoyado en muchas de sus fórmulas y procesos y ha avanzado y profundizado en ellos.
El Romanticismo es un movimiento originado en Inglaterra y Alemania a finales del siglo XVIII que se extiende por el resto de Europa en las primeras décadas del siglo XIX. Implica el fin del antiguo régimen con su dominio de la monarquía absoluta, la razón y las reglas, instaurando en cambio la democracia, la libertad y la voluntad individual. Predomina el “yo” y el idealismo frente a la realidad exterior. Se considera superior lo popular a lo aristocrático. Se practica el culto al nacionalismo frente a pretensiones universalistas. Se reivindica el cristianismo y la historia europea frente al modelo greco-romano. Se imita a modelos nuevos como Shakespeare, Dante o Calderón frente a los modelos clásicos antiguos. Se tiene conciencia de la relatividad y el arte frente al concepto del arte único y universal.
TÉRMINO
Durante el periodo del Neoclasicismo se calificó de romántico (romanesco, romancesco, romancista, románico) a la actitud de las gentes subversivas respecto a normas y tradiciones literarias y en cuanto a ideas políticas y religiosas. Poco a poco la palabra se impuso y triunfó como sinónimo de novelesco, exagerado, fantástico, irreal…y otras con valoración más positiva para referirse a algo grandioso, libre, agreste y natural. Pretenden referirse a lo que se presenta con aire extraño o pintoresco, lo que se aparta de lo vulgar y cotidiano y apela enérgicamente a la imaginación con la aparición de sentimientos exaltados y personajes excéntricos y marginales o demasiado audaces.
La crítica califica de románticas aquellas obras que se apartan de los cánones clásicos grecolatinos y neoclásicos (así, se puede clasificar de románticos a Cervantes o a Shakespeare). Se puede clasificar el arte como clásico o romántico (mezcla de elementos: verso y prosa, trágico y cómico, naturaleza y arte, etc.).
Con el tiempo Romanticismo y romántico triunfaron definitivamente, y la nueva tendencia fue considerada como un movimiento paneuropeo que supuso una revolución artística, política, social e ideológica tan importante que todavía hoy siguen vigentes sus logros.
ROMANTICISMO E ILUSTRACIÓN
El Romanticismo se va fraguando durante el siglo XVIII, permanece durante los inicios del XIX y se va extinguiendo hacia la mitad de ese siglo.
El Romanticismo aparece como una reacción frente a la sociedad del antiguo régimen estamental. Aunque el Romanticismo tiene la doble vertiente conservadora y liberal, el espíritu reformista afectó a ambas y su oposición a la sociedad jerarquizada y al gobierno del despotismo ilustrado fue unánime. El camino que escogen para las reformas es lo que les hace distintos.
Con todo, el Romanticismo no se comprende sin las conquistas de los ideales ilustrados. Gracias a que la Ilustración cortó los lazos con la religiosidad alienante y con los prejuicios, el hombre romántico pudo alcanzar la libertad por la que tanto se afana.
La inclinación por lo natural proviene de la idea de Rousseau del “buen salvaje”.
La reivindicación nacionalista aparece asociada al fracaso de las guerras napoleónicas. La exaltación de la Edad Media también fue preparada de alguna forma en la etapa anterior, pues eruditos neoclásicos publicaron códices y manuscritos medievales desconocidos.
CRISIS IDEOLÓGICA Y ESTÉTICA
El siglo XIX es el siglo de la burguesía en auge. Las clases medias toman conciencia de su importancia en una época de convulsiones y cambios. La burguesía se ve representada en los escritores de esta época, que muestran sus modos de vida y sus valores. El periodismo, el costumbrismo y la novela histórica reflejan el devenir convulso de esta clase social, oscilando entre la fórmula conservadora y la progresista, sobre todo palpable a partir de las guerras napoleónicas.
El liberalismo, que prolonga muchas ideas de la Ilustración, defiende en lo político las libertades individuales y la soberanía popular dentro del marco de la Constitución. Adopta formas moderadas en las capas altas de la sociedad, y progresistas o democráticas (que exigen la realización efectiva de esos principios). Pero las ideas de la libertad se fueron reduciendo a un dominio implacable de la burguesía más poderosa.
En Francia se impone el sistema político liberal burgués, y se van poniendo las bases de la revolución industrial. El crecimiento de las ciudades, el auge de la burguesía, los avances técnicos y el comienzo del movimiento obrero y aparición de pensamientos políticos nuevos como el socialista, el marxista y el anarquista caracterizan la segunda mitad del siglo. Estos movimientos se oponen al liberalismo político de la burguesía.
El triunfo del Romanticismo con la exaltación de la libertad (la del artista, la de los sentimientos, la de los pueblos, etc.) desembarazará el arte de las rigideces académicas.
El hombre romántico reacciona ante los valores impuestos por la burguesía. El romántico aparece como disconforme en medio de un mundo con graves problemas políticos, sociales y metafísicos. Perdido y angustiado en una sociedad que no le satisface, le opone una orgullosa negativa que se extiende desde los fundamentos ideológicos (la racionalidad burguesa) como a su arte (que pretendía precisamente estar ordenado según la razón).
En lo ideológico, el Romanticismo supone una crisis del racionalismo. Se pierde la fe en que la sola razón sea capaz de explicar y ordenar el mundo y dirigir la política, la moral y las artes. Se derrumban los valores precedentes y surge un nuevo espíritu. Se pasa a afirmar el poder creador del espíritu y
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