El Sindico Contralor
Enviado por FcoGlez • 4 de Junio de 2013 • 1.734 Palabras (7 Páginas) • 526 Visitas
Estracto del Libro LA FIGURA DEL SÍNDICO de Edgar Guillermo Reyes Delgado, ex Segundo Sindico Municipal de Toluca
Introducción
A lo largo de la última década, la literatura e investigaciones en torno a la administración pública municipal y los componentes de la misma, así como otros temas relacionados federalismo, gerencia pública local, etcétera–, han aumentado de manera considerable en nuestro país, lo que refleja una mayor preocupación por aumentar el grado de civismo local.
Sin embargo, aún existen varios apartados en los que no se ha abundado lo suficiente, particularmente aquellos relacionados con el quehacer diario de los integrantes del cabildo presidente, síndicos y regidores, tanto en su concepción individual como en sus funciones.
Este vacío en el tema fue una de las principales motivaciones para la escritura de este libro, sobre todo porque al revisar las principales bibliotecas académicas del país se encontró la existencia de un solo texto dedicado a estudiar la figura del síndico procurador, lo que refleja la ingente necesidad de ahondar más en el estudio de una de las figuras más relevantes de la administración pública municipal.
Con esta idea en mente, se desarrolló el presente libro que intenta presentar un panorama general de la figura del síndico en la actualidad, enfatizando su relevancia intrínseca dentro de la dinámica del cabildo […] Este libro surge como un esfuerzo por difundir la labor del síndico municipal, que ciertamente se encuentra desvalorizada en nuestro país, tendencia que estoy convencido debe cambiar, sobre todo si aspiramos a mejorar de manera sensible la eficiencia y eficacia en el trabajo de aquellos que se dedican a la administración pública local.
Concepción y funciones de la sindicatura
[…] Como vigilante de los intereses, los síndicos son quienes están a cargo de la contraloría y fiscalización de los recursos municipales, importantísima labor de cuyo buen desempeño dependen muchos de los programas públicos.
Como representante jurídico, es la persona de quien depende el buen manejo de los múltiples asuntos legales en que se ve inmiscuido el cabildo, tanto con particulares como con otros niveles y estructuras de gobierno.
De acuerdo con Arestegui, el síndico en general “está facultado para salvaguardar la legalidad, honradez y eficiencia del servicio público que brinden los empleados del municipio, y es el responsable de vigilar y defender los intereses municipales y de representar jurídicamente al Ayuntamiento en los litigios en los que fuere parte”.
Estas son los condiciones generales, sin embargo, actualmente varias legislaturas locales y algunos organismos como la Asociación de Municipios de México A.C., pugnan porque para ocupar las sindicaturas, dada la particularidad de sus funciones, se establezcan requisitos mínimos de preparación académica, en áreas especializadas como son derecho fiscal, actuaría o administración pública, con el fin de elevar la calidad en el trabajo de los síndicos.
El reconocido jurista Ignacio Burgoa reitera lo dicho anteriormente, que “el síndico es el encargado de vigilar y defender los intereses municipales, de representar jurídicamente al ayuntamiento, procurar la justicia y legalidad en la administración pública municipal y vigilar el manejo y gestión correcta de la hacienda municipal, en resumen, es el abogado del municipio”.
Aclarado lo anterior, tenemos pues tres grandes funciones del síndico: representación jurídica del ayuntamiento, procuración de justicia en las áreas donde no hay sectores del poder judicial designados y gestión de los recursos públicos, ya sea fiscalizando o en el rol de contralor.
Creación de reglamentos internos de sindicaturas a nivel nacional
Uno de los principios fundamentales de la nueva gerencia pública es la estandarización de las reglas del juego para todos los actores del proceso político en sus distintos niveles. Si bien es cierto que de acuerdo a los principios fundacionales de nuestra República, los Estados tienen autonomía en cuanto a su gobierno interno, lo que impediría en un principio la creación de un reglamento idéntico para los más de 1500 municipios que hay en México, esto no debe impedir que se haga un esfuerzo nacional por que todos los municipios del país tengan, de manera obligatoria, sus propios reglamentos y organigramas para las sindicatura, y que estos contengan una serie de principios mínimos: evitar la duplicidad de funciones, profesionalización de la burocracia y de las mismas sindicaturas, transparencia, delimitación de funciones y rendición de cuentas, entre otros.
Uno de los principales beneficios que puede traer esta acción es el combate directo al caciquismo que aún se vive en muchos municipios mexicanos, ya que al reafirmarse la posición del síndico dentro de la estructura municipal, disminuye la concentración de poder en la figura del presidente y evita que el cabildo haga de jurado cuando exista alguna disputa al interior de la administración por motivos de invasión de funciones, lo que no es positivo dado que en muchas ocasiones estas discusiones están basadas en argumentos políticos y no de gestión.
Asimismo, los reglamentos pueden servir como punto de partida para nuevas formas de llevar a cabo la gestión del ayuntamiento encaminadas a lograr una mayor eficiencia en las políticas públicas locales, obtenida ésta de la clara delimitación de acciones, particularmente en las áreas de contraloría y representación jurídica.
Reafirmar los valores de ética gubernamental
Ya sea a través de talleres locales,
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