El Trabajador Mexicano

EL TRABAJADOR MÉXICANO

Las actitudes del Méxicano de un inocente o neutras en el trabajo por motivo que en 300 años de colonia y dos siglos de distorsiones en el terreno laboral. Su vivencia el trabajo no fue la de un valor humano sino todo lo contrario esta falla cultural no puede deshacerse sin una previa reeducación paulatina.

Durante la dominación española tubo lugar una larga tradición de guerras y saqueo, durante las guerras los conquistadores habituados a la riqueza como botín después de las batallas. El trabajador paso a la categoría ínfima de peón robotizado y el sistema colonial en el que el poder y prestigio de pendían de los nexos con la corona española (no del trabajo) un sistema precursor de la “grilla” y “el compadrazgo”. La corrupción administrativa que profundizaba al pueblo el sentido de honradez y compromiso pero los funcionarios de altos niveles eran los primeros en dar malos ejemplos.

En los tres sistemas (encomienda, repartimiento, hacienda): toma el trabajo como servidumbre no como expresión creativa de lo sujetos, mediante familias autoritarias que generaban actitudes negativas hacia la autoridad y un paralelismo entre el padre y el patrón concluir que trabajar es sinónimo de servir a un empleador explotador, ventajoso . L a tradición religiosa interpretaba que el trabajo era como un castigo de dios de acuerdo con el relato de Adán y Eva: ganaras el pan con el sudor de tu frente.

Fernando Benítez: describe los nietos de lo conquistadores yendo durante años de oficina en oficina de la burocracia virreinal pretendiendo mercedes que les resolvieran todas sus necesidades económicas sobre el alegato de nietos de sus abuelos, defendiendo con uñas y dientes el sagrado derecho de no trabajar. Prevalecía el criterio de que ala población nativa solo se le podía inducir a trabajar por medio de la imposición y el látigo. Todos quieren ser señores para vivir en la ociosidad (Miguel José Sanz abogado fundador del colegio de abogados de Valladolid).

Indalecio Liévano Aguirre del libro bolívar:

Actitudes en las ex colonias españolas acostumbradas a la rapiña y el saqueo trajeron al nuevo mundo el concepto español sobre la economía: desprecio por las artes manuales e intelectuales que crean la fuente de producción y de el deseo de apoderarse simplemente de la riqueza para gozar del esplendor que proporciona a ellos solo los ricos que concentraban y acaparaban el poder, estableció el concepto del cargo publico como instrumento de obtención de beneficios, riqueza y patrimonio personal y no como deber publico y servicio a la comunidad.

A diferencia de Estados Unidos, México estructura la sociopolítica y religiosa era piramidal y especificada; una sociedad de privilegios, no de meritos. Adquiriendo poder y prestigio no con el trabajo esmerado sino con los nexos con Madrid donde llegaban todos los títulos nobiliarios, las cedulas reales y los puestos jugosos de poco trabajo. Al irse extinguiendo las encomiendas (prohibidas ya en el siglo XVI, pero defendidas a capa y espada por los hijos y nietos de los conquistadores) fue surgiendo el repartimiento y luego la hacienda es un común denominador de estas tres formas de manejo laboral es el trabajo como servidumbre. En la época industrial muchas empresas nacieron como extensiones derivadas de las haciendas conteniendo la mentalidad del hacendado que era: yo soy el dueño; yo soy el que sabe, yo tengo el poder. A ustedes les toca obedecerme en todo. Si o hacen, me encargo de ustedes. Pero cuidado con oponerse y rebelarse. De aquí la cultura de tratar siempre de quedar bien con el de arriba; en la escuela crea un clima autoritario en el que no coincidir con el profesor es estar en contra de el y atraer su mala voluntad. Y para rematar la legislación laboral mexicana es tan protectora del trabajador que propicia el infantilismo.

El perfil característico del mexicano se refleja en el trabajo explica la escasa motivación para el trabajo de grupo y el excesivo deseo de conquistar poder y estatus a través del influyentísmo y del recurso económico, la propia estima es la mas poderosa necesidad del trabajador mexicano.

Muchos mexicanos ven al trabajo solo un medio para subsistir. Solicita empleo de lo que sea es la petición mas escuchada se busca trabajo, es decir dinero. Por otra parte muchas organizaciones en México tienen los mismos conflictos: competencias internas excesivas que se traduce como el entorpecimiento de labores, envidias y actos desleales. En las organizaciones mexicanas hay una fuerte lucha por el poder y las áreas suelen convertirse en feudos que compiten entre si, la colaboración y los trabajos interdepartamentales son poco frecuentes. El trabajo en equipo es inexistente, se llega a dar muchas veces una competencia por sobresalir y obtener logros individuales aunque para ello se tenga que recurrir al boicot de lo demás. Encontramos exceso de parloteo del personal y exceso de celebraciones que se realizan no trabajando y que repercute en la productividad. Unido a esto hallamos el alcoholismo que es un campo

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