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El dolor es insoportable


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2013  •  Tutorial  •  29.347 Palabras (118 Páginas)  •  219 Visitas

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Las fuerzas y actúan sobre el extremo de la viga. Reemplace estas fuerzas por un momento de pares y fuerzas equivalentes actuando en el punto

SOLUCION:

FABIO FUSARO

Mi novia

Manual de instrucciones

Para conocer mejor a las mujeres… Para conocerte mejor.

Qué hacer para no perderlas… Qué hacer para perderlas.

Cómo recuperar a tu ex-novia… Cómo recuperarte de tu ex-novia.

Cómo volver a sentirte bien… Cómo volver…

Seguí atentamente el orden correlativo de los capítulos cualquiera sea el momento por el que estés pasando.

Si alguna premisa te salió mal volvé al capítulo uno.

No sirve continuar con distinta novia…

¡Bienvenido al club! 5

Más vale prevenir que curar 7

Frases prohibidas 9

Cuando voy es porque vengo y cuando vengo es porque voy 11

No les gusta lo que dicen que les gusta 13

Lágrimas de mujer 17

El silencio es salud 21

El aire de mar 25

Siempre quieren algo más 29

Atadas se vuelan 31

La fidelidad 35

No te alejes de tus amigos 39

Si vas a sacar un arma, dispará 41

El objetivo final de todas ellas 45

Siempre les pasa a los demás

Lo peor puede pasar 51

El enemigo puede ser cualquiera

La transparencia 57

Se dio vuelta la tortilla 59

Epa, te dejó 61

El corazón, el peor consejero 65

El primer paso, asumir la realidad 67

Desaparecé 69

Un encuentro inevitable 71

Consejos de mujeres 73

La lástima, el peor enemigo 75

Si saben que estás muerto, estás muerto 77

Como en el truco 81

No le aflojes la pelota 85

La única jugada ganadora 87

Pero yo te quiero… 91

Esa nueva relación “Free” 93

¡Glup! Lo hice otra vez 95

Ojo con las canciones 97

El objetivo primario 99

Un clavo saca otro clavo 113

Siempre hay un final feliz 115

¡Bienvenido al club!

Te dejó tu novia.

La única que te importa en la vida.

Sentís que nunca vas a encontrar otra como ella. Es más, no te interesa encontrar otra.

Todavía no lo podés creer.

No sabés como hacer para seguir viviendo.

El dolor es insoportable.

Pensás que no puede ser que se haya olvidado de todo lo que te dijo, de todo lo que te prometió, y eso sólo ayuda a que te sientas peor.

¿Imaginarla con otro? Ni hablar.

No tenés ganas de comer, ni de salir, imposible concentrarse en estudiar, difícil trabajar.

No podés pensar en nada que nos sea en verla, en hablarle, en convencerla, en recordarle que te ama y que la amás, y que la única manera de vivir es estar juntos.

Sólo querés llamarla por teléfono o ir a buscarla, y que ella te abrace llorando y te diga que fue todo una equivocación, que te quiere como siempre, que la perdones, que nunca más va a pasar, que no puede vivir sin vos, que estos días en los que no estuvo cerca tuyo fueron un infierno, que se la pasó llorando todo el tiempo y que las a-migas no sabían como hacer para consolarla.

Y vos decirle: Sí, mi amor, a mí me pasó lo mismo, te quiero, te amo, ya está, ya pasó chiquita, no llores más.

¿Entonces qué hacés? Las vas a buscar con tus mejores ropas, recién bañado y perfumado a la salida del trabajo, o de la facultad, o del colegio.

Pero, oh sorpresa, cuando la ves de lejos, antes de que ella te vea, notás que venía muy divertida riendo con unos compañeros.

¿Pero cómo, no se supone que ella también está destruida por esta

ruptura? Caramba…

Y acá viene lo peor. Cuando te ve… no te abraza… no llora, no te dice que no puede vivir sin vos, ni que te quiere, ni una mierda.

Es ahí donde te sentís en un callejón sin salida, y el dolor se hace más intenso porque cada vez la ves más lejos.

Sentís que ya ni verte le provoca nada. ¿Y ahora? ¿Cómo sigue esto? De alguna manera tiene que seguir dado que es imposible asumir que la perdiste, porque no podrías seguir viviendo, ¿no?

Como si todo esto fuera poco te sorprende con alguna frase a modo de saludo como “¿A qué viniste?” o “¿Qué habíamos hablado?” Y ahí te quedás con un nudo en la garganta sin saber para dónde disparar. En realidad dispararías hacia tu sien.

Entonces la mirás a los ojos, con esa mirada que tiempo atrás la hubiera derretido, pero que aparentemente hoy no le mueve un pelo y le decís: -¿Podemos hablar?- Y ella, como molesta, te responde:

-Ya hablamos todo, ¿no?

-Bueno, está bien- le decís. Y en un intento por provocar algún tipo de reacción te das media vuelta y empezás a caminar, rezando por Escuchar un “¡Esperá, no te vayas!” que nunca llega.

Cansado de repetir episodios similares, probás con un llamado, y una carta, y unas flores, y un CD, y nada. Cada vez peor. Dios… es el fin.

Si estás viviendo una situación similar a ésta, debés sentir que estás sobre arenas movedizas, donde cada vez que hacés un movimiento para salir a flote, te hundís más. Bueno, voy a darte una buena noticia: tenés en tus manos algo así como el elefante de Tarzán para ayudarte a salir de esa situación.

Este libro fue escrito en base al análisis de mis experiencias personales y las de mis amigos, las cuales nos han dejado muchas enseñanzas que queremos compartir con vos.

Todas las historias narradas son absolutamente verídicas. Sólo fueron cambiados los nombre para respetar la privacidad de estas personas.

No soy el dueño de la verdad, ni todos los casos son exactamente iguales, pero les aseguro que luego de leer este libro, o a medida que lo vayan haciendo, van a ir sintiéndose más seguros con respecto a esa situación que tanto los tortura hoy.

Los

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