El sujeto del discurso didactico

     En el texto ¨EL SUJETO DEL DISCURSO DIDACTICO¨ de Alicia R. W de Camillioni. Se plantea que una epistemología de la didáctica, tiene como tarea el análisis del carácter del sujeto al que se refiere y al que se dirige el teórico de la didáctica, quien trata la construcción e interpretación de una teoría de la enseñanza, refiriéndose al docente, su alcance y sus límites, justificando la relación que se establece entre el discurso y el actor pedagógico (docente).

 A lo largo  del tiempo existen transformaciones conceptuales en los discursos teóricos de la didáctica, debiendo sufrir un fuerte cambio en las condiciones de la relación objetividad (¿Filosófica? ¿Científica? ¿Practica?) subjetividad (¿Cultural? ¿Social? ¿Individual?) a causa del paso del tiempo.  Algunos autores (Quintiliano y Pestalozzi, Herbart y Bruner) hacen una reflexión crítica acerca del docente pensado en cierto grado de generalidad desde la perspectiva de la relación teoría-praxis, asocian teoría y acción; el dualismo propio del positivismo, abriéndose otra separación radical que caracteriza al enfoque dual sujeto-objeto. El carácter esencial de la didáctica es el compromiso con una teoría referida a la praxis pedagógica, la concepción acerca del sujeto, su relación con el objeto de conocimiento y acción, así como el problema planteado por los dualismos mencionados. Serán determinantes del alcance y los límites de la teoría didáctica y de sus efectos sobra la realidad educativa.

     El sujeto; los sujetos, surgen dos interrogantes: ¿Sobre quién habla la didáctica? ¿A quién se dirigen los didactas? El discurso didáctico habla y se dirige a determinados sujetos, maestros, profesores, enseñantes, individuos reales con particularidades en sus historias personales, en especial en su formación y experiencia profesional. Desarrollan su práctica en un lugar geográfico, momento histórico, en  determinada institución, cierto contenido, y un grupo específico con intereses y necesidades propias. A todos estos sujetos hace referencia la didáctica, estos son aquellos de quienes se habla, pero su encarnadura real es, en verdad, omitida, debido a que posiblemente se encuentra una falta de compromiso con la necesidad de enfrentar la problemática educativa ocultando la realidad.

En la filosofía Kantiana el sujeto no es el hombre particular que enfrenta sensaciones únicas y elabora conceptos a partir de ellas. Es, en cambio, un sujeto trascendental, cuya más íntima hondura individual obra una organización general.

Para Hegel ¨No es lo que hay de externo y fortuito en el yo, aquel “ser así” que aparece más o menos vano y que no debe confundirse con el “ser uno”¨, desde el punto de vista del conocimiento utiliza los términos “abstracto” (contenido no desarrollado)  y “concreto” (“la individualidad empapada de razón desplegada en su riqueza dialéctica” (1949: 26)).

Marx diferencia al ser real o empírico del hombre, del hombre como tipo ideal, social, auto creativo y productivo ¨El tipo ideal es lo que el hombre podría ser si, de acuerdo con ciertos criterios normativos, pudiera usar todas sus capacidades y potencialidades en grado “máximo”¨ (1988: 78). Agrega el concepto de ser ¨concreto¨, que está definido por sus intereses reales.

El ente humano según Marx  es en realidad el conjunto de relaciones sociales. Así, pues, sujeto empírico, sujeto concreto y sujeto abstracto, son tres modos diferentes de concebir al sujeto de que se habla, pudiendo construir tres categorías: lo formal, simple y abstracto,  lo empírico e individual, lo concreto y  complejo.

Jean Piaget distingue dos constructos teóricos, el sujeto individual (¨lo que sigue siendo propio de tal o cual individuo¨), y el sujeto epistémico (¨lo común a todos los sujetos de un mismo nivel de desarrollo, independientemente de las diferencias individuales¨). La relación entre ambos sujetos no es simple, pero el análisis ha de privilegiar al sujeto epistémico ¨lo propio del conocimiento científico estriba, pues, en llegar a una objetividad cada vez más rigurosa mediante un doble movimiento de adecuación respecto del objeto y de descentración del sujeto individual con respecto al sujeto epistémico¨ (Piaget, 1970: 25-26).

     El discurso didáctico, si  aceptamos la revisión crítica de los conceptos de ciencia y de ciencias sociales que sustenta el neopositivismo, es posible pensar que una disciplina pueda tener carácter científico, aun cuando su dominio del conocimiento permita la coexistencia de diferentes teorías, paradigmas o programas de investigación científica, impregnada de valores ya que no hay discurso didáctico neutro y finalmente tenga un propósito y una forma de enunciación en los que la normatividad no puede estar ausente.

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