El término problema está relacionado con algo que es negativo, a un obstáculo inesperado y a algo que no es deseable ya sea familiar, económico, de salud, etcétera.
Enviado por Sparck Pablo • 10 de Noviembre de 2016 • Documentos de Investigación • 972 Palabras (4 Páginas) • 294 Visitas
PROBLEMATIZACIÓN
El término problema está relacionado con algo que es negativo, a un obstáculo inesperado y a algo que no es deseable ya sea familiar, económico, de salud, etcétera. También hace referencia al hecho de que una determinada cuestión, asunto o caso necesita de alguna solución. Por ejemplo un “problema social” significa algún asunto cuya solución traerá múltiples beneficios al orden social, por ejemplo: la desigualdad radical entre pobres y ricos. Para la filosofía “tener un problema” significa “estar metido” en la perturbación, la intranquilidad y la angustia. Un “problema didáctico” es un ejercicio que requiere de habilidades lógicas, matemáticas o psicomotrices para su resolución mediante la asociación de situaciones reales con el lenguaje matemático y lógico. Un “problema matemático” es un tipo de interrogación que requiere claridad, explicación y demostración.
Un problema es como un laberinto con varios caminos, una entrada y callejones que conducen hacia una única salida. Resolver un problema es encontrar la salida de un laberinto. Se regresa, se replantea el caminar, se revisan pasos, etcétera.
En ese sentido, Edward de Bono distingue tres tipos de problemas:
- Problemas que requieren para su solución más información de la que se posee, sabiendo que tal información puede conseguirse. La información es útil para llegar más fácilmente a la solución. Con el pensamiento convergente es posible resolver este problema.
- Problemas que no requieren información. Son problemas que necesitan una reestructuración o transformación de la información disponible. La información se usa no como un fin sino como un andamiaje o medio que permite una nueva perspectiva del problema.
- Problemas en los que lo característico es el no reconocimiento de la existencia del problema. Este tipo de problema requiere “una nueva posición o perspectiva” para reconocer y darse cuenta que existe un problema, de que se tiene la capacidad para resolverlo y de que “se puede” resolver. Y esto posibilita moverse dinámicamente para estructurar el problema con base a la información disponible.
Según Javier Cruz, si nos ubicamos en los problemas que para su solución requieren de información hay que considerar lo siguiente:
Que el uso de la información dé la posibilidad de gestar preguntas e ir evaluando nueva información.
Que se reconozca que el problema puede ir mutando a medida que se trabaja y se piensa sobre él.
Que se debe prestar atención también a aquellas cuestiones de índole personal que puedan aportar otras perspectivas del problema.
Que la comparación y reflexión sobre la información debe arrojar los detalles más pertinentes y relevantes para la solución del problema.
Que es importante fijarse en los datos que rompen con concepciones habituales y culturalmente aceptadas, datos de disciplinas y de fuentes diversas.
Que ante la diversidad de la información es imprescindible establecer un juicio de valor para cada uno de los datos, pues algunos se relacionan directamente con el problema, otros lo hacen en forma casual y otros los enfocan desde una perspectiva abierta.
Que se ha de organizar la información para evitar recorridos inútiles como volver sobre lo mismo, llegar a las mismas conclusiones, aplicar técnicas o ejercicios al azar, hacer cálculos innecesarios, encerrarse en círculos viciosos o caer en un callejón sin salida.
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