Empresas Polar
Enviado por nailamartinez • 29 de Enero de 2013 • 3.511 Palabras (15 Páginas) • 571 Visitas
Historia
Los inicios:
Fachada de Cervecería Polar Planta Antímano
Al finalizar la dictadura gomecista, Venezuela se disponía a vivir nuevos tiempos. Fue entonces cuando el joven abogado caraqueño Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury se incorporó al negocio familiar al hacerse socio principal de Mendoza y Compañía, empresa dedicada a la fabricación de velas y jabones. Allí encontró el terreno fértil donde sembrar la semilla de un estilo propio, caracterizado por un espíritu emprendedor, intuitivo, entusiasta y siempre orientado a la excelencia.
A pesar de ser una época de grandes dificultades, el poder creativo de un grupo de hombres dedicados a aquella fábrica supo salir adelante bajo el liderazgo de Mendoza Fleury, hombre conocedor del mundo, con una destacada trayectoria como diplomático y empresario.
Justo al estallar la Segunda Guerra Mundial, Mendoza Fleury tuvo la idea de establecer una compañía cervecera. El proyecto implicaba grandes riesgos, pero comenzó a hacerse realidad cuando el barco que transportaba desde Europa la primera paila de cocimiento logró cruzar el océano para llegar finalmente a Venezuela, en la Navidad de 1939.
Poco más de un año después, el 14 de marzo de 1941, se iniciaba la historia de Cervecería Polar, con un capital totalmente venezolano, en la pequeña planta de Antímano, al oeste de Caracas.
La iniciativa daba sus primeros y tímidos pasos hasta que, luego de una serie de coincidencias y gracias a un anuncio de solicitud de personal publicado en la prensa caraqueña, el 01 de enero de 1943, ingresó en la empresa Carlos Roubicek, un joven checoslovaco de origen judío, quien había emigrado a Ecuador tras la ocupación militar de su país por Adolfo Hitler. Este maestro cervecero consiguió así, a los 26 años de edad, más que un trabajo, un proyecto de vida.
Cuatro meses después de su ingreso, Roubicek planteó la necesidad de cambiar la fórmula del producto, pues detectó que el consumidor deseaba una cerveza más refrescante. Así logró reformular la Cerveza Polar, adaptándola al gusto del consumidor, impriéndole un cuerpo y sabor inigualables. Esto la llevó rápidamente a ocupar el primer lugar en la preferencia de los venezolanos.
Distribución de Polar en los inicios
Desde los mismos inicios de Cervecería Polar, cuando apenas producía unos 30 mil litros mensuales y contaba con 50 trabajadores, hubo que enfrentar la competencia agresiva de unas 14 marcas, para lo cual se emplearon dos elementos clave: un producto de extraordinaria calidad y un equipo de ventas con ímpetud y garra suficientes para sortear las pruebas que el mercado de entonces imponía.
Si bien la rigurosidad con la que los maestros cerveceros elaboraban la Cerveza Polar había sido determinante en el éxito del producto, también lo era una estructura de distribución eficaz que garantizara el crecimiento sostenido del mercado y la capacidad de satisfacer a los clientes.
Nace entonces, en 1948 y bajo la supervisión de Juan Lorenzo Mendoza Quintero la primera compañía comercializadora de los productos de Cervería Polar De esa manera, se hizo posible la sólida conformación de la estructura de ventas y distribución que llevó a Cervecería Polar a alcanzar el liderazgo que hoy mantiene.
Crecimiento
Llega el año 1950 y arrancan las operaciones de una segunda planta cervecera, esta vez en Barcelona, Estado Anzoátegui, en el oriente del país; al año siguiente, se suma otra en Los Cortijos, en Caracas complementando la producción ya insuficiente de la Planta de Antímano. Estos hitos fueron muestra de la actitud pujante de hombres como Mendoza Fleury y su hijo Juan Lorenzo, que apostaron por la prosperidad de Venezuela y de este negocio, en medio de escenarios políticos complejos. En 1960 se sumaría otra planta cervecera en Maracaibo, para atender el occidente del país.
Contando para entonces con tres plantas cerveceras en operación y siendo las hojuelas de maíz uno de los ingredientes fundamentales de la exitosa fórmula ideada por Roubicek para la Cerveza Polar, la empresa decide construir su propia planta procesadora de maíz en Turmero, Estado Aragua, con el fin de sustituir la importación y autoabastecerse. Esta decisión sería un paso determinante en el posterior desarrollo del negocio de alimentos.
Primero fue el gran éxito de cerveza Polar y de Malta Polar, bebida sin alcohol que apareció en 1951 y que luego se denominaría Maltín Polar. Después, la creación de la emblemática Harina P.A.N.por Luis Caballero Mejías,un conocido ingeniero mecánico venezolano,quien inventó a mediados del siglo XX el procedimiento industrial de la harina precocida denominada harina de masa de maíz o Masa de Maíz deshidratada,luego,mejia traspaso la patentede su invento a Empresas Polar,que lanza al mercado el famoso producto en 1960. Para esa época la arepa, el plato típico del venezolano, corría el peligro de desaparecer de los hogares por su laboriosa preparación, en un país que comenzaba a experimentar cambios en su ritmo de vida.
Este innovador producto, creado por el espíritu emprendedor y creativo de Juan Lorenzo Mendoza Quintero y el maestro Carlos Roubicek, marcó un antes y un después en la mesa del venezolano, al industrializar la harina precocida de maíz, haciendo mucho más rápida y sencilla la preparación de la arepa.
Juan Lorenzo Mendoza Quintero fue el gran visionario que apoyó con su entusiasmo y convicción el crecimiento de Cervecería Polar y el desarrollo de Harina P.A.N., pero en ningún momento perdió de vista su prioridad: la gente. Desde muy joven se interesó por hacer el bien a las personas, dentro y fuera de la empresa.
Es así como, preocupado por el bienestar integral de los trabajadores, propuso la creación de la Asociación Civil sin fines de lucro “El Puntal”. Esta iniciativa estaba destinada a fortalecer la acción social que ya venían desarrollando las diferentes instalaciones de la empresa en sus localidades, tanto para los trabajadores y sus familias como para la comunidad.
En 1962, a sus 35 años de edad, Juan Lorenzo Mendoza Quintero afirmaba: “en la vida todo se puede construir y hacer, siempre y cuando sea para el bienestar general”.
Un profundo sentimiento de confianza en la gente y amor por Venezuela inspiró en él iniciativas y proyectos que le iban a permitir ser útil al país y cumplir así uno de sus principios de vida. Ese mismo año, Juan Lorenzo moriría repentinamente dejando muchos sueños inconclusos.
Ante esta circunstancia, su padre, Lorenzo Mendoza Fleury, debió retomar la dirección de la empresa. En esos años, el crecimiento continuó de manera organizada y racional; se incorporaron nuevas instalaciones en puntos estratégicos del país y se amplió el portafolio
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