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En Torno A Los Valores


Enviado por   •  7 de Agosto de 2012  •  2.320 Palabras (10 Páginas)  •  409 Visitas

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En torno a los valores

Frente a un ambiente cada vez más hostil y violento que se presenta a lo largo y ancho de la República Mexicana y a la influencia de otros elementos del entorno que desempeñan un papel relevante en la formación o deformación de los valores en los infantes como lo es la influencia que ejercen la televisión, los medios de comunicación o la información a la que se accede a través de Internet, no podemos quedarnos quietos pensando que nada podemos hacer como educadores, cuando tenemos la oportunidad de propiciar en los niños una educación en valores en el aula.

Hoy en día, la formación y educación de los valores reviste una particular importancia. Al respecto, son significativas las palabras de Federico Mayor Zaragoza, Director General de la Unesco cuando señala:

«En estos tiempos se necesitan más que nunca valores, puntos de referencia, y es necesario y urgente un plan de acción educativo basado en tres grandes pilares: la no violencia, la igualdad y la libertad. Estas deberán ser las bases de la educación en todos los países, cualesquiera que sean sus creencias, sus principios religiosos o sus sensibilidades culturales». (http//bibliotecavirtual.clacso.org.ar, 2011)

Asimismo, la educación en valores se hace imprescindible trabajarse desde la educación preescolar porque hay evidencias de falta de respeto, irresponsabilidad, intolerancia, enemistad, rivalidad, crítica ofensiva, indisciplina y desobediencia de algunos de los niños, como daremos cuenta en el diagnóstico, evidenciándose en forma verbal o física a través uso de palabras altisonantes, agresiones físicas, intentos de intimidación o intento de molestar al otro; comportamientos que dan cuenta de su falta de adquisición de valores en el seno familiar ya sea porque los procesos de socialización fueron defectuosos o porque al interior existen agresiones físicas o verbales entre los integrantes de la familia, sin dejar de vincular dichos comportamientos a partir de la influencia de los medios de comunicación

De ahí, que educar en valores es una responsabilidad social de cada uno de los sujetos y, en lo particular, de los educadores para afianzar la personalidad en los futuros niños y adolescentes, que pueden encontrar en la escuela el espacio para incorporar los valores morales que demanda la sociedad, siempre y cuando la forma de trabajo no sea desde la transmisión de valores o la explicación de qué es la solidaridad o la libertad, o simplemente poner ejemplos y hacer ejercicios al respecto, en los cuales se vean las bondades de un comportamiento justo o tolerante.

Sin restarle valor ni necesidad a esto, no debemos perder de vista que la educación en valores es mucho más.

Por tanto, si lo que da sentido a los valores es su puesta en práctica, será necesario que quienes participen en cualquier contexto educativo aprendan de y sobre esos valores desde la propia experiencia. Asimismo, hay quien recomienda mejor el cuestionamiento reflexivo, la deliberación colectiva y el debate como las estrategias para fomentar en una educación democrática.

Aunque en el acto de educar los valores como contenido específico o de manera transversal en el aula tengamos dificultades, es necesario comenzar por iniciar una experiencia en la que ojalá se involucren los padres de familia.

Al saber que no somos los únicos agentes en la formación de los valores, sí podemos, junto con la familia y los medios de comunicación, respaldar en la formación de la conducta moral que ha de comenzar desde el propio momento del nacimiento y continuar a lo largo de la vida.

A nuestro parecer, necesariamente tenemos que revisar nuestro rol socializador para poder contribuir -en este tiempo de crisis- en la formación de valores; porque en algunas ocasiones no somos necesariamente el modelo que el niño necesita y ni cuidamos el clima que favorece el desarrollo de estas experiencias.

Es difícil, porque la incorporación de normas y valores, se forman en los distintos procesos de socialización bajo la influencia de diversos factores: familia, escuela, medios de comunicación, organizaciones políticas, sociales y religiosas.

Por otro lado, aunque sabemos que es difícil solucionar los graves problemas que padecemos respecto de la violencia y de otros factores que influyen en los comportamientos de los niños, no por ello podemos dejar de pensar que algo tenemos que hacer para ayudar desde el aula y la institución educativa para que los niños puedan incorporar valores como la tolerancia, el respeto, la solidaridad, la bondad, la obediencia, etc.

De allí que en la diversa literatura que hay sobre educación en valores, se insiste en la labor del educador para apoyar, propiciar y encauzar los mismos, bajo un planteamiento donde el niño reflexione a través de las vivencias y experiencias reales y ficticias. Con esta mirada, se puede educar desde los primeros años de escolaridad para formar los buenos hábitos y valores como el orden, el aprovechamiento del tiempo, la sinceridad, la laboriosidad, la generosidad, la solidaridad, etc.

De antemano, las experiencias que hemos realizado como estudiantes en formación resalta que la mejor forma de educar es con el ejemplo, pero también podemos recurrir a otros medios, entre los cuales los cuentos son una excelente estrategia en la enseñanza de valores, sin olvidar que al interior del aula, adicionalmente, podemos darle peso, en nuestros intercambios personales, a la comunicación, a la confianza, la autoestima, la creatividad, la seguridad y la identidad.

Manifestamos que el cuento es una excelente estrategia en la enseñanza de los valores, porque cuando se trabaja y se reflexiona en torno a él, los niños dejan sentir sus emociones, puntos de vista, sus creencias, etc. En nuestras experiencias de trabajo en el aula de preescolar, hemos visto que cuando narramos cuentos pasa algo mágico, los niños se interesan, recrean el escenario, interpretan y discuten, así como a través de los sentimientos que despierta llevan a los niños a hacer una valoración entre lo justo o injusto.

Los niños están en la condición de oír un cuento muchas veces pero siempre quieren que se lo lean otra vez y esa oportunidad es propicia para generar reflexiones y hablar experiencias en torno los valores morales y antivalores. Contar un cuento no es un trámite, sino un extraordinario acto de comunicación entre educador y niños.

Con esta argumentación podríamos formular siguiente la interrogante: ¿Es posible trabajar con los más pequeños el tema de los valores?

Nosotros creemos que sí, ya que en la acción educativa hay la oportunidad para crear condiciones favorables para que los niños puedan tener un conjunto de vivencias y experiencias que le permitan vivir el significado

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